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El sol era deslumbrante en aquella tarde. Jungkook había salido con sus amigos al parque de siempre. No estaban haciendo mucho en realidad. Taehyung y Jin se daban cariño en el pasto, Namjoon estaba sentado frente a él, leyendo un libro que había comprado recientemente, Yoongi dormitaba bajo la sombra de un árbol cercano, y él solo jugueteaba con una manzana entre sus dedos.

La tarde era agradable sin dudas, los pájaros cantaban alegres mientras la luz dorada del sol los bañaba sin llegar a molestarles, los ultimos días de la semana habían transcurrido de forma lenta para Jungkook, y todo fue porque Jimin había faltado, su lobo estaba inquieto por la ausencia del pequeño conejito. Para su suerte, Yoongi era un experto indagador, por lo que supo manteniendo una pequeña charla con Momo, que el omega estaba en casa, pasando sus días de celo en compañía de sus padres, sin Taemin.

Esto ultimo reavivó una paz en él que no sabía que necesitaba, Yoongi se había burlado de su alivio por la noticia. Jimin había solicitado ese mismo día a sus padres no aparearse con el ciervo, y este pareció estar de acuerdo, los detalles a profundidad ninguno los conocía, pero con eso bastaba para tener a su lobo tranquilo y feliz. Incluso si primitivamente no podía evitar regocijarse, una parte de si, la que se jactaba de no ser un animal impulsivo, se avergonzaba de su actitud celosa; ya que si Jimin hubiera elegido a Taemin para pasar su celo, él no tendría ningún derecho a enojarse, era solo un conocido del omega, a duras penas un amigo y ni siquiera se atrevía a confirmarlo.

Lo extrañaba muchísimo, un tipo de añoranza ilógica que aún resultaba ininteligible para él como persona, pero, se sentía tan obvia para su lobo. Era la rotundidad en su postura al buscar activamente el aroma dulce en la atmosfera, y toparse en cambio con una mezcla de fragancias sin distinción, que lo abatían al recordarle que no podría ver la hermosa y pequeña figura del conejito que gustaba de andar a diminutos saltitos. Era tierno, recordaba cada pequeño detalle recopilado al observarlo de lejos, era como si apretaran su corazón con una dosis extrema de afecto, simplemente hermoso.

- Jungkook deja de sonreírle a la fruta.

Miró a Taehyung quien se hallaba dormitando sobre las piernas de Jin, el omega le acariciaba el cabello con cariño sin apartar la vista del tigre.

- ¿Le estaba sonriendo a la fruta? -.Preguntó incrédulo, sus cejas se unieron formando un surco en su frente.

- Le estabas sonriendo a la fruta - Aseguró Jin sin apartar la vista de su alfa, Jungkook volvió a mirar la manzana entre sus dedos. - ¿Pensabas en Jimin? - Con solo su mención el lobo comenzó a menear la cola levemente, no se necesitaba más respuesta.

-¿Ya habrá terminado su ciclo de celo? -. Preguntó, aun sabiendo que no obtendría una respuesta exacta. Jin lo pensó un poco, una de sus orejas se agachó mientras levantaba la vista al cielo.

- No podría saberlo Kook, no mantenemos mucho contacto-. Respondió. Jungkook apretó los labios y asintió.

- ¿Crees que algún día, tenga una oportunidad? -. Sus orejas se agacharon inseguro, y su cola paró de menearse de forma abrupta.

Una mueca triste apareció en su rostro, Jin empático agachó de igual forma las orejas, compadeciéndose de igual forma por su semblante abatido. Consideraba a Jungkook un buen lobo, siempre era respetuoso y adorable, incapaz de lastimar a alguien voluntariamente, por lo que le parecía una verdadera lastima que Jimin no pudiera darle una oportunidad mínima.

—Estoy seguro de que un día de estos Jimin verá lo maravilloso que eres—. Dijo SeokJin a Jungkook, quien volteó a verlo con los ojos brillantes. —Además, su animal interno te reconoce, y ya sabes lo que dicen—. Añadió SeokJin, sonriendo en dirección a Jungkook.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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Sweet Bunny _ K O O K M I NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora