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Jungkook y Yoongi estaban recorriendo los ya muy conocidos pasillos del instituto mientras el lobo le contaba a su mejor amigo la conversación que tuvo con Jimin anoche, narrando con especial detalle como el omega se había ido de la platica en cuanto le preguntó si se dejaría marcar más seguido por él. También hizo hincapié en como eso lo hizo sentir, que fueron en total unas tres emociones consecutivas, primero diversión, supuso que luego de haber dicho eso Jimin se había avergonzado, luego inseguro, ¿Qué tal si el omega realmente se hubiera sentido incomodo con lo que dijo? ¿Acaso fue demasiado directo... De nuevo?, luego se entristeció, pues si lo pensaba bien, su repentina partida era bastante similar a un rechazo.

Yoongi escuchó todo su parloteo ansioso desde su salida de los sanitarios, pero apenas se abstuvo de torcer los ojos con frustración.

- Sabes Jungkook, si lo sigues presionando probablemente no consigas nada.- Le planteó el minino mientras saboreaba una chupeta de fresa-. Mejor limítate a cortejarlo sin expectativas de una relación real -. Dio lo que en su perspectiva era un buen consejo.

Más Jungkook gruñó disgustado, pues a sus oídos ese era un pésimo consejo.

- ¡Yo no quiero algo sin compromiso, si es eso lo que estás insinuando! -. Se quejó, pero al momento de los ojos felinos volverse hacia él se retractó.

-¡Pues dime cómo vas a hacer! Hasta donde sé, no puedes insistirle a alguien con novio en dejarlo y ser tu pareja. Él cuándo esté listo aceptará el cortejo. Entiende que son dos especies completamente diferentes Kook -. Regañó, Jungkook mantuvo las orejas gachas mientras escuchaba el sermón - A veces eres muy impulsivo, de hecho, está en tu naturaleza lobuna ser impulsivo, pero los conejos...-. Pensó un momento su respuesta -. ¡No tengo ni puta idea de cómo es con conejos! Pero te aseguro que no suelen emparejarse con depredadores.

Jungkook suspiró por lo bajo, Yoongi a veces no era el mejor apoyo del mundo.

De repente, aquel aroma que tanto adoraba llegó hacia su nariz, su cola inició un leve bamboleo y con sus orejas rígidas buscó al dueño de tan exquisita fragancia, a lo que pudo divisar a Jimin no muy lejos luchando con un bolso que se veía algo pesado. Su lobo al ver al conejito en apuros le exigió ir a su rescate y Jungkook muy obediente hizo caso a su lado más primitivo. Corrió en dirección de la pequeña presa sin importar dejar a Yoongi atrás, quien le observó marchar con resignación.

-Deja y te ayudo Jimin...-. Dijo Jungkook una vez llegó al Omega.

Jimin le observó sorprendido pero no tuvo tiempo a quejarse, pues Jungkook había sido más rápido en arrebatarle el bolso, que comicamente se veía algo pequeño entre sus manos.

- Oh, Jungkook -. Murmuró el omega, quien sintió a su conejo interno saltar con emoción por la presencia del lobo -. No es necesario, Kai me pidió el favor, yo puedo solo -. Trató de convencerlo.

- Es pesado para ti, podrías lastimarte, fisiológicamente-

El Omega interrumpió su explicación dando un pequeño pisotón contra el piso, sus aretes en forma de corazón tintinearon junto al movimiento.

- ¿¡Me estás diciendo débil!? -. Exclamó con el ceño fruncido, su aroma adoptó unos matices agudos y punzantes.

Jungkook agachó las orejas y metió la cola entre las patas. Con una mirada de cachorro observó la pequeña rabieta del conejo, cuestionándose lo que había hecho mal.

-No no, solo, quería decir, eh, yo -. Tartamudeó al borde del colapso, sintiéndose mortificado de haber ofendido a la presa. -...Lo siento -. Se disculpó con la mirada gacha.

La escena podía resultar curiosa a distancia, pero para Jungkook esto era natural, las presas son impredecibles, incluso Yoongi era un enigma la mayoría del tiempo, ya casi por inercia tendía a someterse para no ser una amenaza a los ojos de las pequeñas presas.

Sweet Bunny _ K O O K M I NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora