Intro

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Uno, dos, Haena te verá.

Tres, cuatro, ella te querrá.

Cinco, seis, te atrapará.

Siete, ocho, te conquistará.

La luz del sol alumbraba todo el castillo, escurriendose entre los grandes ventanales mientras que una jóven es jalada por su pequeña hermana por todo el pasillo, escuchando sus leves gritos.

— Ellos, vendrán, vendrán, vendrán. Vamos, Haena, te gustará. — Haerin, la pequeña niña de trece años jalaba con todas fuerzas a su hermana mayor, moviendola fácilmente pues está no ponía resistencia. La nombrada solamente soltó un suspiro, aburrida y desolada, pues si su hermana no la llamaba, ella ni en cuenta de lo que pasaría.

— Haerin, es increíble que esos chicos vengan a presentarse aquí, pero no es para tanto. — decidió desahacerse del agarra de su hermana pequeña acomodándose el pequeño pero elegante vestido color rojo.

Desde hace tres meses se llevaba a cabo el plan de tener a vários idols presentándose en el castillo, por los cien años que cumplía la familia Kwon en el trono. Una celebración que no era tan importante, pero que la nación lo veía de tal forma. Era, obviamente, un evento televisado, dónde el escenario se encontraba frente a las escaleras del castillo y ahí, la familia real sería el mayor público que los idols verían, pues los demás ciudadanos, están afuera del castillo, observando desde lejos.

A Haena no le parecía un evento importante, tal vez por los invitados. Conocía la existencia de los idols, pero no consumía demasiado sus canciones, prefería artistas extranjeros o música clásica. Pero, cómo su hermano (el rey de Corea del Sur) le había obligado a participar, decidió ponerse algo elegante pero tampoco algo tapado, pues apenas comenzaba el verano y había calor en la ciudad.  A su lado, Haerin decidió vestirse con un vestido floreado color amarillo, quería verse guapa para esos chicos famosos.

— Silencio, hermana. — de repente la niña paró su andar frente a las puertas principales, Haena abrió su boca, ofendida por la forma en la que su pequeña hermanita le había contestado. — Es mi momento.

Vió cómo Haerin se arregló su cabello, sopló sobre la palma de su mano y olió su aliento, eso hizo reír a la pelinegra pues estaba asombrada de lo que su hermanita hacía para poder conquistar a alguno de sus idols favoritos.

— Deja de actuar así, solamente tienes trece, no quieras crecer tan rápido Haerin. Mejor disfruta de la presentación y listo. Ellos son cómo diez años mayor que tú. No tienes oportunidad. — le saco la lengua, molestandola. Así se llevaban ellas dos, eran el dolor de cabeza del Rey, pero las quería con todo su corazón, pues eran la única familia que le quedaba.

Entonces, las puertas principales fueron abiertas y al escuchar la voz de un hombre presentándolas, supo que en cuanto las puertas se abrieran debía de sonreír con esmero, pues su rostro estaría en todas las televisión de la nación y necesitaba dar una buena imagen, o por lo menos eso decía su hermano.

— Con ustedes, las princesas Kwon Haena y Kwon Haerin. — las puertas fueron abiertas y los gritos de los ciudadanos aclamandolas les hicieron sonreír con honestidad. Haerin amaba ver a la gente y recibir atención, después de todo solamente era una niña.

Bajaron lentamente las escaleras, mientras que veían a su hermano desde lejos, este se encontraba en su lugar, observando que todo el evento marchara bien. No tardaron mucho en llegar, los guardias de seguridad le tendieron la mano para que ambas pudieran subir las escaleras de la tarima dónde la familia real descansaría y saludaron al Rey.

— Hermano, buenas tardes. — Haena sonrió y no tardó en correr a sentarse al lado de su hermano mayor. Por su parte, Haerin se sentó en las piernas del Rey, este al verla soltó una carcajada y comenzó a acariciarle el cabello con alegría.

Kwon Haewoo, el Rey de Corea del Sur, coronado a la edad de veinticinco años después de la muerte de sus padres. Era un hermano amoroso y un Rey increíble, noble y responsable. Se encargaba de escuchar las quejas de los ciudadanos y ayudaba a que fuesen escuchadas por el gobierno. Era bien conocido por no dejar de trabajar, siempre se encontraba metido en su despacho, leyendo, aprendiendo, entre otras cosas. Ofrecía clases de ortografía coreana tradicional de forma gratuita a toda aquella persona que deseara aprender, así cómo leía cuentos a niños pequeños cada viernes en la tarde. Era el mejor rey nunca antes proclamado, después de la muerte de sus padres, él decidió seguir los mismos pasos, coronandose así un año después.

Cuidaba demasiado de Haerin, mientras que comenzaba a soltar de poco a poco a Haena, pues siempre fue la niña consentida de sus papás e incluso de él, pero Haena ya estaba creciendo y ser malcriada no era buena imagen para la familia real.

— Espero que les guste estás presentaciones, Hoojung se encargó que traer a los grupos más reconocidos actualmente, igual están los favoritos de Haerin... ¿Cómo se llamaban? — bajó rápidamente la mirada a su pequeña hermana.

— ¡Enhypen! — se sacudió de emoción y Haewoo simplemente río al ver lo adorable que su hermanita lucia. — Voy a ver a Ni-ki, a Heeseung, a Sunoo, Jake, Jay, Jungwon, Sunghoon... Igual a-

— Ya entendimos, Haerin, te gustan mucho. — le interrumpió Haena, no por querer que su hermana ya se callara, sino porque está comenzaría a nombrar a todos los idols que le gustaban, y eran demasiados. Muchos. Tantos que, Haena no entendía como podía caber tantos nombres en una cabecita de una niña pequeña.

— Simplemente, prestemos atención, ¿Está bien? — preguntó calmadamente el Rey, haciendo que sus hermanas asistieran.

El presentador era un MC bastante conocido, se presentó y dió una pequeña introducción a la historia de la familia Kwon, todo su linaje hasta llegar al Rey Haewoo y las princesas. Felicitó a la familia y de ahí, comenzó lo bueno: las presentaciones.

Y bueno, Haena nunca pensó que desde ahí, su mente iba a comenzar a nublarse y un capricho nacería al ver aquel cuerpo.














Aclaraciones:

• La historia se desarrolla en una realidad alterna¿ Dónde, cómo pueden ver todavía hay reyes, PERO igual existe el gobierno. Es como Inglaterra pues. Pero, cómo se describe, los ciudadanos acuden al rey para ser escuchados y el rey comparte los mensajes al presidente, el cual tiene poder igualmente.

• No habrá drama (o sea sí, pero no hardcore) historia de romance, drama un poquito.

• Prepárense para amar a Haena y todo lo que puede llegar a hacer para tener un novio. (Yop)

love royals ↺ p.sunghoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora