Aviso: Escena +18 heterosexual
—Sanji... De verdad no pasa nada, sabes? Podemos quedarnos hablando... Y... —Menciono bajamente una mujer que obversaba el suelo bastante incómoda de la situación en la que se encontraba.
A su lado en la cama, se encontraba el cocinero con un semblante lleno frustración extrema. La hermosa chica con sensuales curvas estaba completamente desvestida, solamente con esa fina pantis que tampoco ocultaba mucho, y Sanji, el mayor mujeriego de todos, el hombre que cada que tomaba a una mujer no se detenía hasta que ella les suplicaran parar y hacerlas llegar al cielo, estaba observando su entrepierna contra esos boxer, esa entrepierna que debía estar erecta y dura, era la misma que no daba ni señales de vida. El cocinero se alarmó al oír las palabras de la mujer... Mierda, ésto debía ser una pesadilla! No podía estar ocurriendo, ¡No para el!
Rápidamente Sanji al contrario de sus emociones, siguió su instinto y sus suaves manos agarraron el trasero de la mujer, la cual empujó hasta dejarla sentada encima de él. Aquella joven se ruborizó hasta las orejas por la repentina acción del hombre abajo de ella.
—Madam~ no se irá de esta habitación hasta que sus piernas estén temblando ¿Oído? —Hablo un Sanji que apoyaba sus labios en esos enormes pechos, con una voz encantadora como un príncipe, con un tono nada angelical que hizo estremecer a la mujer encima de él.
La acción comenzó cuando Sanji comenzó a chupar y lamer esos senos con hambre y desesperación, y sus manos no se quedaron atrás cuando de apretarle el trasero con fuerza a la muchacha se trataba. Los gemidos altos y agudos que ella soltaba de placer era un orgasmo para cualquiera que la escuchará, y esos senos que se movían en los labios de Sanji y esos pezones se ponían tan duros y hinchados junto esa saliva que le chorreaba de esas tetas a la mujer, y le descendían por su vientre haciendo que ella lloriquee de placer y se frotara con deseó encima del rubio.
El boxer de Sanji comenzó a humedecerse por los fluidos que soltaba la muchacha que estaba tan caliente como él sol, y excitada al punto en que la vagina húmeda de ella buscaba masturbar a Sanji encima de las prendas. Sanji gruñó entre dientes, se sentía delicioso, en cualquier otra ocasión él le hubiera ya corrido esas pantis de hilo a la muchacha para poder enterrarle su verga hasta los intestinos. Pero, Sanji no lograba ponerse duro aún, y eso le estaba avergonzando como el infierno y más por como la chica lo notaba y se movía más encima de él. No lo iba a permitir, Sanji no iba a humillarse así y dejar a la muchacha en esa situación.
La mujer que su sudor le comenzaba a descender por su cuello y soltar los gemidos con una nube de vapor, estaba en el cielo por como el mayor le lamía esos pechos y le apretaba el culo de manera infernal y deliciosa, pero más fue para sorpresa de ella cuando fue empujada contra el colchón que se hundió un poco más por tremendo impacto, con el corazón acelerado observó al rubio atonita y muy caliente, y lo que vio, solamente la excito al punto de tener que morderse el puño.
Sanji abrió esas finas piernas tan blancas con detalles de tonalidad rosada y no dudó en bajar y apoyar las piernas de esa bella dama en sus hombros. No había empezado y la lujuria de los ojos tan bellos de esa mujer le pedían que no tardase. Sanji sacó su húmeda y caliente lengua, y dio una lamida larga a ese hilo de la pantis, humedeciendolo más de lo mojado que ya estaba. Ella se estremeció y tembló moviéndose en su lugar. Sanji no la hizo esperar y le corrió la ropa interior a un lado y comenzó a lamer aquélla dulce y jugoza vagina mientras la saboreaba y pasaba su lengua de manera infernal a los lugares más sencibles de la dama.
Se había vuelto un lío de gemidos de placer, temblando y estremeciéndose por el inmenso placer que la inundaba, Dios... La lengua habilidosa de ese hombre le estaba haciendo ver las estrellas como nunca antes, ah~ realmente debe ser un mujeriego con mucha habilidad.
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Deseos Ocultos ( ZoSan +18)
FanfictionZoSan +18 Sanji y Zoro son tripulantes en la tripulación sombrero de paja, aún siendo compañeros desdes hace años, siempre hubo una tensión de odio entre ellos. Entre los cuchillos afilados de la cocina y las katanas desenvainadas, entre tantos insu...