Jisung se encontraba en un rincón oscuro de la vieja biblioteca, la luz de la luna filtrándose a través de la ventana y proyectando un brillo plateado sobre los estantes polvorientos. Se apoyó contra la pared de roble, cruzando los brazos y observando las estrellas que brillaban en el cielo nocturno, mientras la tormenta afuera se había calmado a un simple diluvio interminable. La incomodidad en su pecho parecía crecer con cada minuto que pasaba.
Sus pensamientos se dirigieron hacia ese pelirrojo con cara de gato gruñón, y no podía evitar preguntarse por qué estaba tan preocupado por él. Normalmente, a Jisung no le caía bien: sus comentarios sarcásticos, los malos chistes y esa constante coquetería solían molestarlo. Sin embargo, la preocupación persistía, incluso cuando intentaba ignorarla.
Se recordó a sí mismo que sus interacciones con Lee Know solían ser tensas, llenas de burla y sarcasmo. Y a pesar de todo, el hecho de que estuviera en peligro parecía pesarle más de lo esperado. No entendía por qué esta preocupación lo afectaba tanto, sobre todo porque lo solía ver como alguien que le causaba más molestias que alegrías.
Mientras el silencio de la biblioteca lo envolvía, luchaba por reprimir los pensamientos que amenazaban con abrir una puerta que no estaba dispuesto a cruzar. La preocupación que sentía parecía contradictoria frente a su percepción habitual de Lee Know. Se encontraba inquieto, sabiendo que enfrentar sus verdaderos sentimientos sobre el asunto era algo que no estaba preparado para analizar.
Finalmente, se levantó lentamente con el sonido constante de la lluvia en el cristal marcando el ritmo de su inquietud. La tormenta afuera parecía un reflejo de su confusión interna. Aunque intentaba evitarlo, la preocupación seguía presente en su mente, y no quería enfrentarse a la verdad detrás de esos sentimientos, pues no estaba listo para aceptar lo que eso pudiera significar.
Tres lunas habían pasado desde que huyeron de aquellos guardias extraños. Tres lunas sin recibir una sola noticia del pelirrojo.
JiSung había intentado adaptarse a la situación, pero no era fácil. Aunque se había quedado viviendo un rato con Ryujin, Hyunjin, y Changbin, la sensación de claustrofobia lo incomoda. Se movía por la biblioteca y sus alrededores como un fantasma, observando a sus compañeros, mientras intentaba entender qué demonios estaba ocurriendo.
Hyunjin, era el chico alto que había conocido hace poco. Lo único que sabía con certeza era que vivía de la pintura, aunque jamás lo había visto con un pincel en la mano. Cada vez que intentaba saber más, él cambiaba de tema con un dramatismo.
-¡Ah, Jisung! ¡Mi vida es un lienzo de misterios imposibles de descifrar! -dijo , recostándose en el viejo asiento, sus brazos descansando tras su nuca mientras alzaba la cabeza dramáticamente-. El cielo nocturno cubierto de nubes grises, reflejo de mis pensamientos oscuros... míralas.
-Estás mirando el techo... y además, es de día.
Hyunjin soltó un suspiro profundo, como si Jisung simplemente no lo entendiera.
-¡Es mejor que no trates de comprender lo incomprensible!
Le hacía gracia, pero también lo frustraba no poder descifrar los secretos que el pelinegro guardaba bajo su fachada dramática. Sin embargo, la poca información que logró arrancarle llegó en una de esas noches en las que el sonido del diluvio golpeaba sin tregua las ventanas. El grupo estaba reunido en la sala: algunos sumergidos en viejos libros, otros, como Hyunjin, descansando en el desvencijado sofá.
-Debí haber muerto antes de llegar aquí -dijo de repente, su tono siempre dramático, pero esta vez más grave.
Jisung levantó una ceja, intrigado.
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El ladrón de Luz / Minsung
Fantasy"El ladrón, convertido en víctima de un robo, y la luna actuando como su aliada principal" ~•~ Lee MinHo & Han JiSung - Fantasía - Cambiaformas x humano - Historia homosexual - No es necesario ser fan d...