Will y Chris permanecieron inmóviles escuchando. Sus caras de pánico los mantenían atentos al sonido de las sirenas.
―Pero qué demonios... ―exclamo Chris.
―¡Qué hora es! ―se apresuró a decir Will exaltado.
―Aún faltan veinte minutos.
Las lámparas comenzaron a titilar y moverse de un lado a otro.
―Debemos irnos ―dijo Will y ambos se miraron.
En ese instante vibro su celular en el bolsillo del pantalón.
―Mamá... Sí, yo también las escuche... No te preocupes estamos en Malls... Si, vamos para allá.
―Dense prisa ―les grito el Señor Doork―. Deben irse a casa.
Will dejo los veinte dólares y salió junto con su amigo con las bolsas de frituras y soda entre los brazos.
Fuera el sol había desaparecido. Una gruesa capa de nubes grises se había plantado en las alturas cubriendo por completo al pueblo.
―Cómo es posible que haya ocurrido tan rápido ―grito Chris.
―No lo sé ―contesto Will entrecortadamente― pero date prisa.
Las sirenas volvieron a sonar retumbándoles los oídos. En cada poste los altavoces emanaban aquel sonido chirriante que era aún más aterrador cuando estabas en las calles.
―Date prisa, date prisa ―repetía Will una y otra vez. Claramente estaba alterado.
El cielo se ilumino de blanco y la lluvia callo de golpe.
―Esta fría ―se quejó Chris.
Tras unos minutos de correr por las calles solitarias, llegaron empapados a la casa de Will.
Su madre lo esperaba en el pórtico con una manta.
―Dios santo pero que estaban haciendo ―incluyo a Chris sin saber que este los visitaría― ¿Están bien?
―Estábamos en Malls ―contesto Will.
―Vamos entren ―les abrió la puerta―. Te traeré una manta Chris.
El chico asintió.
Finalmente podían sentirse a salvo. La Señora Polters subió las escaleras mientras ambos entraban en la cocina, dejando un rastro de agua tras de si.
―¡Chicos! ―exclamo alegremente el padre de Will al verlos― ¡parece que tenían calor! ―rió al verlos.
―Algo así ―le respondió Chris.
El ambiente dentro de la casa era cálido y agradable. La tencion se había esclarecido un poco.
―¿Qué fue lo que sucedió? ―pregunto Will a su padre―. Por que sonaron antes de tiempo las sirenas.
―Dicen que el Alcalde Rich tuvo un sueño extraño y las hizo sonar un poco antes de lo normal.
―¡Maldito bastardo! ―exclamo Chris fastidiado.
―Bien dicho ―repuso el Señor Polter dibujando una sonrisa en su rostro―. Por cierto ¿Cómo están tus padres Chris?
―Con suerte vivos ―respondió sin importancia―. Papá pasa sus días en el ático construyendo una fortaleza con las latas de cerveza y Mamá intenta pintar cuadros con las cenizas de los cigarrillos.
El señor Polter solo miraba atentamente a Chris. Aquella historia tenía un contexto grabe más sin embargo la mirada del padre de Will lo hacía ver tonto y gracioso.
―Sabes que siempre serás bienvenido con nosotros. Deberías cambiarte el apellido a Polter, te queda mejor ―el hombre se levantó y se encamino a la sala―. Tu madre preparo chocolate, les vendría bien una taza, claro, si ya no tienen calor. Y creo que deberías prestarle algo de ropa a Chris.
La madre de Will bajo rápidamente las escaleras con otra manta.
―Ten cariño ―le dijo a Chris― deben cambiarse de inmediato. Les serviré un poco de chocolate y los esperare junto a la chimenea para que se calienten un poco.
El chico tomo la manta y se envolvió. Ambos subieron a la habitación de Will.
―No están tan mal tus padres ―le dijo a Will al entrar en la recamara― tenía tiempo sin recibir tanta atención, sin contar la del Señor Grims, la del entrenador o la del director. Creo que al final no les quemaría la casa.
―Eres un idiota ―respondió Will― deberías apreciar más lo que hacen los demás por ti.
―Lo sé, pero creo que es culpa de mis padres. Lo único bueno que he aprendido es de ti. Y eso significa que no debo de juntarme tanto contigo.
Chris se dejó caer en la cama pensativo.
―Fuera de mi cama, la mojaras y no podremos dormir.
―Ni loco dormiría contigo en la misma cama.
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Epidemia de Demonios
HorrorMortem Stone es un pequeño poblado rodeado por enormes bosques. Todos pueden entrar pero nadie puede salir. Maldecida por un sortilegio, en Mortem Stone cada veintinueve días sucede un ataque a una familia determinada. Con el propósito de aumen...