Me Enamoré De Ti (JENLISA) (LISA G!P) 🔞

Capítulo 4

Jennie POV

Me dolían los brazos y las piernas. Mi cabeza latía dolorosamente mientras me estiraba en la cama bostezando, y luego extendí mis brazos a los lados para apagar la alarma. Fue entonces cuando me di cuenta de que no era la mía. ¿Qué demonios? Mi cuerpo estaba esparcido contra otro cuerpo desconocido cuyo rostro estaba enterrado entre las sábanas. Mi corazón saltó hasta mi garganta mientras agarraba las sábanas y la llevé a lo alto de mi pecho. Miré dentro de ellas con las manos temblorosas para asegurarme que todavía tenía mi ropa puesta y si, gracias a Dios todavía tenía ropa puesta. Luego note el cabello negro y largo de la mujer a mi lado. "¡Oh dios mío!" Gemí y me acerqué despacio para ver el rostro de la misteriosa mujer. Suspiré aliviada colocando mi mano sobre mi pecho. Luego me senté sobre mis codos y puse una almohada sobre la cabeza de ella. Jisoo se despertó alarmada y lista para matar a alguien. Me reí de su reacción y luego hice una mueca al sentir otro pinchazo en mis muslos. "Demonios, ¿por qué me despiertas?" Jisoo gimió dejando su cabeza descansar nuevamente sobre las sábanas. "¿Por qué estoy en tu cama?" Pregunté. "Porque abriste una botella de champagne sobre la tuya y explotó mojando tu cama por completo" murmuró adormilada. "¿Champán?" "Tu sexy prometida, te mandó una costosa botella de champán ayer para disculparse por dejarte plantada," ella explicó.

"¿Cuándo me dejó plantada mi sexy prometida?" Pregunté y levantó un poco la cabeza para mirarme. Jisoo entrecerró los ojos analizando los míos detenidamente. "¿Cuánto recuerdas de anoche?" Gemí dejando caer mi cabeza hacia atrás sobre las suaves almohadas y cubrí mi rostro, "No recuerdo nada de nada." Dije con un bostezo. "Tal vez no recordar sea algo bueno." Sonrió Jisoo a mi lado. "¿Qué diablos pasó anoche? ¿Y por qué me duele tanto el cuerpo?" Pregunté frotándome mis muslos. "Porque ayer bailaste en el bar de Mike y chocaste tu cuerpo contra las mesas y por lo que he entendido, hiciste algunas travesuras con un taburete." ¡Quiero suicidarme! ¿En serio Jennie con un maldito taburete en público? ¡Eso es asqueroso! Estiré mi brazo sobre la mesa de noche y tomé mi teléfono cuando vi cinco llamadas perdidas de Lisa y tres mensajes de texto. Las llamadas y los dos mensajes de texto fueron de anoche y el último mensaje fue recibido hace quince minutos. Abrí la aplicación de mi teléfono para ver a qué hora llamó exactamente y luego vi que la había llamado. Después me llamó cinco veces. ¿Qué le dije en esa llamada? Abrí los textos.

Lisa: Jennie, ¡será mejor que contestes tu teléfono ahora mismo!

Lisa: Estoy en camino a recogerte.

Lisa: Buenas tardes Jennie, te recogeré en tu departamento a las seis de la tarde.

Fruncí el ceño mientras leía los textos y me senté colocando una almohada detrás de mi espalda. "Chu, ¿cómo llegué a casa anoche?" "Tu sexy prometida te trajo cargada y te acostó en mi cama a las dos de la madrugada, asustándome cuando la vi. Antes de irse me dijo que te dijera que hoy tendrás tu cita con ella para cenar." Murmuró y luego mis recuerdos me golpearon lentamente.

- Recuerdo llegar a casa y tomar té con Jisoo.

- Recuerdo haberle contado la historia de mi repentino trato y luego enviarle un mensaje de texto a Lisa diciéndole que estoy 100% segura de que quiero hacer esto.

- Recuerdo haberle enviado la ubicación de mi casa para que pudiera recogerme para la cena.

- Recuerdo que me llamó disculpándose porque no podía discutir nuestros términos hoy porqué tenía una reunión urgente y repentina.

- Recuerdo la situación de la botella de champagne que habría llegado a las seis de la tarde.

¿Qué diablos pasó entre las seis de la tarde y las dos de la madrugada? Me quité las sábanas y me dirigí a mi baño. Abrí la ducha y me miré en el espejo. Mi rímel estaba corrido y también mi lápiz labial. Mi cabello estaba desordenado y olía a vodka. Me quité el vestido arrugado y jadeé al ver las marcas de yemas de dedos en mis caderas y cintura. Puse mi mano sobre las marcas, las presioné y sentí un poco de dolor. Procedí a quitarme la ropa y luego me dirigí a la ducha. Coloqué mis palmas sobre la pared de vidrio dejando que el agua se hundiera lentamente en mi cuerpo. Agarré mi gel de ducha y comencé a lavarme la suciedad que sentía en el cuerpo. Me sentí un poco disgustada conmigo misma. Había tomado la decisión de no tener relaciones sexuales con ninguna persona y ahora que me iba a casar, vergonzosamente mi futura esposa posiblemente me encontró en una situación comprometedora. ¡Esto pasará a la lista de los momentos más vergonzosos de mi vida! No me sorprendería que ella cambiara de opinión sobre mí. Salí agarrando una toalla para secarme y miré mi reflejo. Me froté el cuerpo con la toalla y me puse unos blue jeans, con una camisa roja de cuello alto que se estiraba sobre mi cuerpo para abrazar mi cintura.