Capítulo 33

2.4K 165 0
                                    




Jennie POV (M)

Me despierto con la sensación de un movimiento contra mi cuerpo. Mis ojos se abren y veo a Lisa separar su cuerpo del mío suavemente como si estuviera tratando de no despertarme. Me dan la bienvenida sus bellos ojos color chocolate y me da una suave sonrisa. "Buenos días," susurro. "Buenos días, vuelve a dormir, aún es muy temprano." Quitó completamente su cuerpo del mío rodando hacia su lado de la cama. "¿Qué hora es?" Pregunto. "Seis y media," responde, cubriendo mi cuerpo con las sábanas de seda negra arropándome. Besa mi frente y estiro las piernas. ¡Oh Dios! Me duele mucho el cuerpo, nunca había tenido relaciones sexuales con las piernas sobre los hombros de alguien por tanto tiempo. Los hombres con los que me había acostado terminaban en cuestión de minutos, pero Lisa tiene la resistencia de una bestia. Ella podría haberme follado toda la noche sin duda. Mis ojos se posan en su cuerpo desnudo y su abdomen expuesto. Las sábanas cubren lo que está debajo, pero puedo ver lo que está delineando las sábanas. "Jennie, mira hacia arriba," Lisa de repente se ríe y mis mejillas arden. "Umm... ¿Alguna vez no estás dura?" Pregunto mirando sus bellos ojos.

Ella mira su entrepierna y luego vuelve a mirarme con una sonrisa. "No. Cerca de ti, imposible." "¿Irás a trabajar hoy?" Pregunto metiendo mi mano debajo de la almohada, tratando de cambiar de tema. Se pasa una mano por el cabello y dice; "No, pero hoy visitaré a mi padre." "Puedo ir contigo, si quieres." Su rostro brilla. "¿En serio?" Toco su mejilla con mi dedo índice y respondo. "¡Por supuesto! Sabes que amo a tu padre." Su rostro se contrae como si no le gustara esa frase. Siento la necesidad de tener el calor de su piel sobre la mía, así que me acurruco contra su cuello y ella me rodea con sus brazos besando la parte superior de mi cabeza. Después de unos minutos en silencio. Lisa suelta nuestro abrazo y tira de su cuerpo, sentándose correctamente con la espalda apoyada en la cabecera. Muerdo mi labio inferior y me arriesgo sabiendo muy bien que me romperá. Quito las sábanas de mi cuerpo desnudo y me siento a horcajadas sobre ella. Sus ojos caen hacia mis pechos y mis pezones se endurecen. Siento su polla presionando entre mis piernas con las sábanas separando nuestra piel. Tomo su rostro entre mis manos.

Sus manos agarra mi cintura con fuerza y mueve sus caderas hacia arriba haciéndome gemir. "Tengo un regalo para ti y planeo tenerte desnuda en mi cama usándolo, para poder follarte fuerte." Mis ojos se abren como platos ante la sorprendente revelación. "¿Un regalo?" "Si, llegará muy pronto y también quiero que te mudes conmigo," dice de repente y levanto una ceja, "Lisa, ya vivo contigo." Ella pasa su mano por mi espalda, retuerce mi cabello alrededor de su puño y lo tira hacia atrás, obligándome a exponerle mi cuello. Sus labios trazan un camino en mi cuello, lamiendo y chupándolo. "Me refiero a mi dormitorio, te necesito aquí todas las noches y todas las mañanas." Me rio. "Bien, pero sólo si me prometes darme un orgasmo todas las noches y todas las mañanas antes de ir a trabajar." Me mira con una sonrisa maliciosa en su rostro. "Eso es algo que haré con mucho gusto," luego sus labios caen sobre los míos. Me besa tan bien, y acaricia mis labios con tanto amor, como si fuera la única mujer a la que quisiera besar. Su sensual lengua entra en mi boca acariciando la mía. Mi cabeza está ligera de tanto besarnos. El dolor entre mis piernas es intenso. La necesito. Sus manos rozan mis pezones mientras nos besamos, luego con la yema de sus dedos hace círculos alrededor de ellos. Luego los pellizca entre su índice y pulgar enviando una descarga eléctrica directamente a mi clítoris.

Rompo el beso y jadeo cuando lo repite, esta vez lo pellizca con más fuerza. "Sujétate de mí cuello, te llevaré a la ducha." Murmura contra mis labios y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello con los suyos debajo de mis muslos, nos saca a ambas de la cama dejando que las sábanas caigan de su cintura al suelo. Camina hacia su baño, que también está pintado en tonos oscuros con bañera, lavabo negros y marcos dorados. Me coloca de pie dentro de la mampara de cristal de la ducha. Me mira con una mirada llena de deseo que me provoca escalofríos en la espalda. Abre la ducha tibia y me inmoviliza contra ella saboreando mis labios en un beso, mientras el agua tibia cae sobre nuestra piel. "Por favor," gimo contra ella y me gira haciéndome mirar hacia la pared de vidrio con ella detrás. "Jennie, pon tus manos en la pared de cristal," ordena, su dura polla frotando mi espalda baja. La forma en que dice mi nombre hace cosas siniestras a mi cerebro. Me apoyo contra el cristal esperando que haga algo. Mueve mi cabello mojado hacia un lado exponiendo la parte posterior de mi cuello y sus labios besan suavemente un lugar en mi cuello detrás de mi oreja.

Primero suavemente, luego sus labios presionan con más fuerza mi piel. "Lisa," susurro queriendo cubrir mi piel de su ataque, pero solo empeora. Esto se siente mejor, definitivamente mejor. Sus dientes rozan la piel de mi cuello y su lengua golpea mi piel. ¡Y Dios! Es tan buena haciendo eso. Comienza a dejar un rastro de besos en mi cuello, mientras sus manos descienden por mi estómago, bajando cada vez más. "¡Oh Jesús!" Gimo sintiendo la punta de sus dedos presionando mi clítoris. "Estás tan mojada Jennie." Susurra con la boca todavía en mi cuello. "Me vuelves loca Lisa." Gime hundiendo un dedo en mi abertura húmeda empujándolo lentamente al principio, luego agrega otro y hecho mi cabeza hacia atrás gimiendo su nombre. "Estás tan apretada que tengo que prepararte para mi" susurra contra mis oídos empujando sus dedos. "Tu olor," empuja, "Tu sabor," empuja, "Joder y los sonidos que haces, me vuelven jodidamente loca." Mis piernas tiemblan cuando me acerco a mi orgasmo. No puedo evitar agarrar su mano para frenar su ataque. "Piernas bien abiertas," me advierte su voz mientras agrega un tercer dedo.

Empieza a hacerme trizas, literalmente abriéndome para ella. "Ya no te podrás correr a menos que yo te lo diga," gemí sin poder contenerme. "Pero no puedo." "Sí, puedes y lo harás," saca sus dedos y comienza a frotar mi clítoris. "Quiero sentir tu apretado coño rodeando mi polla." Su mano izquierda comienza a moverse hacia mi pezón, acariciando su índice sobre él. "Mira lo que me has hecho, no puedo pasar dos minutos sin que quiera tener mi polla dentro de ti una y otra vez." Su otra mano todavía acaricia mi clítoris pero presiona más fuerte. "Te follaré tan fuerte que perderás la cuenta de cuántas veces te corriste," Empiezo a gritar. "Por favor, no puedo aguantar más." "Córrete para mí, cariño," con su permiso mi cuerpo comienza a temblar mientras las olas de placer me atraviesan, cegando mi visión. "¡Si, Sí!" Grito, mis rodillas se doblan debajo de mí, si no fuera por los brazos de ella alrededor de mi cintura, habría caído. Mi corazón comienza a latir rápidamente contra mi pecho, mis palmas todavía sobre la pared de vidrio. "Más, quiero más," le ruego, jadeando pesadamente.

"Di por favor." "Por favor, Lisa, más." Sus fuertes manos agarran mis caderas levantándome ligeramente hasta que la punta de su polla presiona contra mi abertura. Casi quiero llorar de alivio cuando comienza a empujar su longitud dentro de mí. Ella gruñe mientras da un fuerte empujón, hundiendo todo su eje dentro de mí. "¡Mierda! Lisa." ¡Santa Madre de Dios! Ella sigue empujando y yo jadeo. ¿Hay más? ¿Cómo es posible? No puedo soportar más. Finalmente, siento sus pelotas contra mi trasero y gime. "Estás tan apretada." Comienza a salir y a hundirse nuevamente y lo hace de nuevo, una y otra vez. Sus lentos empujes se vuelven frenéticos manteniendo mi cuerpo inmovilizado contra el cristal, mis pies ya no tocan el suelo. "¡Oh sí!" Gimo. "Apuesto a que nadie más te ha follado tan bien como yo," su voz es profunda en mi oído y mis ojos se ponen en blanco. "Dime, cariño," exige. Respondo con un gemido agudo. "Nadie," muerdo mi labio inferior hundiendo mis dientes para contener un grito desesperado y mi cabeza rueda hacia atrás contra su pecho. Me entrego a los implacables y despiadados golpes de su polla entre mis piernas. "Nadie más te hace correr tan fuerte como yo," me chupa el cuello. "Sí, Lisa, nadie," gemí.

Mi cuerpo comienza a deslizarse hacia mi tercer orgasmo. Su agarre en mis caderas se vuelve doloroso mientras me folla fuerte, y rápido. Siento sus bolas golpeando repetidamente mi trasero y ya no puedo soportar el placer que me está dando. Me da la vuelta y levanto mi pierna izquierda en un movimiento desesperado para bajar la intensidad de todo. "Te sientes tan jodidamente bien alrededor de mi polla." Empiezo a correrme con fuerza, mis piernas se tensan y mi coño se aprieta desesperadamente a su alrededor, exprimiendo su propio orgasmo. Siento su polla sacudiéndose dentro de mí llenándome con su semen. Ella gime. "Joder, toma hasta la última gota de mí." Luego deja caer mi pierna, lentamente y se desliza fuera de mí ayudándome a mantenerme erguida. Sus brazos se envuelven alrededor de mi cintura mientras me abraza contra ella y reclama mis labios. "Eres mía Jennie," susurra. "Si," le digo entre besos. No puedo entender cómo puedo desear tanto a una mujer incluso cuando sus brazos me rodean. Siempre quiero sus manos sobre mi cuerpo. Sus labios sobre mi piel susurrando hermosas palabras mientras me baña con suaves besos.

Quiero que Lalisa Manoban sea mía. Solo mía para siempre.



~*~

Me Enamoré De Ti (JENLISA) (LISA G!P) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora