The Bodyguard ｢Albalia G!P｣

7.

-¿Está seguro doctor? -Vi como le preguntaba Marina a uno de los médicos del hospital-.

-Sí. -Respondió antes de irse de allí-.

-¿Dónde está Alba? -Le pregunté a Marina-.

-Natalia-.

-¿Donde está? -Volví a repetir-.

Marina comenzó a llorar.

-Alba esta... Ella... -Lloriqueaba-.

-Srta. Marina. -Le calmó Mario-.

-Alba está... Mierda... -Lloriqueó. -Alba... está... fuera de peligro. -Dejó de dramatizar y si rió. -Sólo que aún no se ha despertado-.

-¿Qué? ¿Por qué mierdas estás bromeando ahora?-.

-¿Por qué no puedo jugar? ¿Por qué estás con esa actitud?-.

-¿Dónde está Alba ahora? -Le volví a preguntar, ignorando sus obvias preguntas-.

-Allá. -Señaló hacia un pasillo lleno de habitaciones-.

-¿Qué habitación?-.

-4902. Pero aún no se ha despertado-.

Caminé hasta la habitación 4902 y me adentré en ella tras dar dos pequeños toquecitos.

-¿Cómo está la Señorita Alba? -Pregunté a la doctora que revisaba un par de cosas-.

-Todo parece estar bien, no hay nada de que preocuparse. -Contestó antes de retirarse de la habitación-.

Cerró la puerta y nos dejó allí, a solas.

Como la rubia aún seguía dormida, decidí sentarme en la silla que había cerca a la cama, cuando la puerta volvió a abrirse.

-Vaya. -Dije al ver a Ronny allí-.

-Oh, hola, Natalia. -Contestó adentrándose con un ramo de flores a la habitación. -¿Alba aún no se ha despertado?-.

-Todavía no. ¿Esas flores son para Alba?-.

-No. -Respondió. -Son para ti. Las rosas amarillas significan amistad y cuidado. Y también hay otro significado.... -Suspiró. -Amar... Pero no quiero recibir nada a cambio-.

Un carraspeo nos sacó de la conversación.

La rubia había despertado.

-Bueno, me voy ya-.

Ronny me miró y después dejó su ramo sobre la mesa que decoraba la habitación y se dirigió a la puerta.

-¿Te vas ya? -Pregunté-.

-Si me quedo, podría incomodar a Alba. Así que será mejor que me vaya, Natalia-.

-Espera. -Habló la rubia. -Llévate tus flores también. Soy alérgica a esas flores-.

Ronny agarró las flores y cayado salió de la habitación.

-Bueno, me voy de aquí. No quiero molestarte-.

-¿A donde vas? -Preguntó alba. -¿Vas a dejar que tu jefa duerma sola?-.

-¿Por qué , no puedes dormir sola? -Sonreí. -Yo técnicamente sigo de vacaciones e ingresada aquí-.

-¿De verdad vas a volver a tu habitación sola? Este es uno de los hospitales más embrujados del país. -Dijo con seguridad-.

-¿Crees que tengo miedo de eso?-.

La rubia rodó los ojos y yo salí de la habitación para dirigirme a la mía. En cuanto entré, me tumbé en la cama y me tapé con la sabana.

Cerré los ojos y me quedé a la espera del sueño, el cual no llegó.