Ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que Felix había siquiera vuelto a pensar en las emociones que esa chica con la que alguna vez tuvo una conexión que creía inquebrantable le hacía sentir, ahora 2 años después, volvía a sentirse abrumado por todos esos momentos que resurgían en su mente en aquel estrecho baño de ese restaurante.
Sus ojos cafés permanecían clavados a su propio reflejo en el espejo y mientras que el sonido del agua corriendo en el lavabo resonaba por toda la habitación, para el rubio, este parecía lejano en comparación al bullicio que había en su mente. Quería despojarse de esos recuerdos que se proyectaban en su memoria como una cinta fotográfica, pero el rostro e incluso la risa y voz de ella seguían apareciendo una y otra vez, causando una sensación de vacío y colera en su pecho. La ira volvió a él recordando el día que la esperó por horas en su cumpleaños numero 15, aguantándose las horribles ganas de llorar con cada minuto que pasaba y ella no aparecía, recordando como días después de ello Hari simplemente lo desechó como si de un objeto inútil se tratase, como si la amistad que tuvieron, sus sentimientos y él jamás le hubieran importando con esas palabras llenas de frialdad y crueldad con las que se expresó.
Las siguientes semanas luego de la ruptura, no sintió más que tristeza al tener que sentarse junto a ella todos los días en clases y solo seguir siendo testigo de esa frialdad con la que Hari se comportaba, Felix sentía que algo le ocurría a Hari, simplemente lo sabía y dio mil vueltas a su mente tratando de encontrar una razón, tratando de recordar cada momento que estuvieron juntos, cada charla, buscó cada mensaje que le envió tratando de descifrar si alguna vez dijo algo que pudiera lastimarla o molestarla, pero al final era lo mismo, nada. Él no había hecho absolutamente nada y por más que tratase de hacerlo, no lograba comprender porqué ella le lastimó de esa manera, por ello, con el paso de las semanas su confusión y tristeza fue convirtiéndose en enojo y rencor.
Ahora encerrado en ese baño, sentía como si su corazón se desplegara en un rompecabezas de sentimientos, no estaba seguro porqué volvía a sentir ese nudo en la garganta y la sensación de pesadez en el pecho después de tanto tiempo en el que creyó que había sanado y dejado todo atrás. ¿Acaso era tristeza? ¿O nostalgia? ¿Estrés... Ansiedad? ¿Tal vez resentimiento? ¿Ira? ¿Por qué ahora también en su mente apareció otra persona cada vez que piensa en ella? ¿Por qué ella le mira de la forma que solía mirarle a él? ¿Por qué él se acerca a ella y por qué ella no parece evitarle como lo hace con cualquier otra persona? ¿Por qué sus ojos brillantes lo buscan en cada momento cuando ella ni siquiera puede mantenerle la mirada a nadie? ¿Por qué?
¿Por qué?
...
No lo entiendo.
Al momento que Felix había escuchado su nombre siendo llamado repetidas veces de manera pausada mediante esa familiar voz melosa al otro lado de la puerta, fue que se percató de los prolongados minutos que había pasado ahí encerrado. El rubio finalmente cerró la llave del grifo y sacudió sus manos secándolas apresurado con el pantalón de su uniforme antes de una vez por todas, volver a abrir la puerta y encontrarse con los grandes ojos de Sullyoon observándole con un pequeño atisbo de sorpresa.
—¿Boki, está todo bien? —le preguntó al notar la tensión en el rostro del más alto tan pronto le vio. La expresión descontenta que antes tenía muy remarcada se fue suavizando hasta que apareció una pequeña y linda sonrisa a la vez que asentía débilmente.
—Sí, descuida Sully. —respondió asintiendo una vez mas, dándole pequeños toquecitos sobre su cabeza.
—Está bien, Boki, s-sabes que siempre puedes contar conmigo. —le dijo tomando la mano de Felix entre las suyas dejando suaves caricias con dulzura, el rubio llevó la otra a su majilla y la estrujó con suavidad únicamente sonriendo de manera más amplia en respuesta a sus palabras, Sullyoon siempre ha sido directa respecto a sus sentimientos hacia él, siempre está demostrando lo mucho que Felix le gusta, siempre es coqueta con él, por ello, para él ese tipo de acercamientos de su parte ya no son tan sorpresivos. —Regresemos con los chicos, ¡Están afuera esperando para irnos al karaoke! Cantemos una canción juntos, Boki. —exclamó dibujando una enorme sonrisa en su rostro, Felix negó con su cabeza al recordar los planes por los que ya no se sentía tan animado como antes.
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𝕊𝕌ℙ𝔼ℝ 𝕊ℍ𝕐 • 𝐡𝐲𝐮𝐧𝐣𝐢𝐧
Fiksi Penggemar𝘕𝘪 𝘴𝘪𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘴𝘢𝘣𝘦𝘴 𝘮𝘪 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦, ¿𝘯𝘰 𝘦𝘴 𝘢𝘴í? Hari no tenía ni la menor idea de que Hyunjin la observaba hasta ese pequeño incidente aquel viernes... ᵉˢᵗᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ ᵖᵘᵉᵈᵉ ᶜᵒⁿᵗᵉⁿᵉʳ ᵗᵉᵐᵃˢ ˢᵉⁿˢⁱᵇˡᵉˢ ᵖᵃʳᵃ ᵃˡᵍᵘⁿᵃˢ ᵖᵉʳˢᵒⁿᵃˢ