Capítulo 1: Ser miserable

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Los arcángeles eran pocos y estaban destinados a solo adorar, magnificar y ser mensajeros. Siendo de buen parecer, hermosos y perfectos eran la digna imagen de un ser puro, santificado y sin mancha alguna.

Jimin se consideraba digno de ser un ángel y ayudar a los demás siendo un fiel adorador de noche y de día. Siempre siguiendo su estricta rutina siendo visto como uno de los mejores arcángeles teniendo un alto rango al ser uno de los pocos que podía pelear con cualquier demonio al grado de doblegarlo.

La existencia de Jimin era tranquila, pacífica y realmente agradable solo teniendo una misión que fue interrumpida cuando su dios y único creador lo mando a pelear con uno de los demonios que espiaba en el cielo.

Él era el encargado de ahuyentarlos cada que venían de curiosos, pero tenía claro que eran seres repugnantes que no merecían ver la forma celestial de los ángeles y arcángeles.

Se suponía que las visitas de demonios estaban prohibidas, y había ángeles aparte de él encargados de ahuyentarlos pero tal parecía que ninguno logro echarlo, no cuando en cualquier momento el demonio podría aprovecharse y bajar a un ángel.

Cambiando su forma celestial adoptó su forma humana para con pasos seguros y con la frente en alto acercarse a esa imponente figura alta totalmente vestida de negro y dejando ver esas grandes alas negras con extrañas plumas, para algunos daban miedo pero Jimin era lo suficientemente fuerte como para no sentir nada.

- ¿Qué hace una blasfemia cómo tú en un lugar tan santo cómo este? ¿Cómo te atreves a venir aquí siendo un hijo de satanás? - preguntó Jimin alzando la voz y viendo hacia arriba justo a los ojos de ese demonio. Siendo de hermoso parecer, Jimin supo que la forma humana que ese demonio había tomado era justo lo necesario para seducir a cualquier ángel y bajarlo del cielo.

Nunca antes ningún motivo debía bajar la mirada ante esos seres, no cuando él era superior a ellos y más fuerte. La sonrisa de aquél pelinegro lo hizo llegar a molestarse sintiéndose fastidiado por verlo burlándose de él.

- Asombroso, lo que decían de los ángeles era verdad. - habló esa voz gruesa y ronca logrando que su cuerpo se erizara por completo. - Realmente eres hermoso, tú belleza no es nada comparado con lo que he visto antes.

Frunciendo el entrecejo se sintió atacado por las palabras que buscaban endulzarlo y hacerlo caer. - No debes estar aquí, vete. Así que solo te daré una advertencia por esta vez, la próxima vez mataré tú alma de demonio.

- Cómo siempre los ángeles dando segundas oportunidades como su creador. - con burla ese demonio se rió haciendo a Jimin molestarse más porque no se iba.

Intentando hacer lo que siempre hacia con otro demonios, lo reprendió en silencio dejando ver un poco de su aura celestial esperando que huyera pero solo se confundió al no ver ninguna reacción.

- Conmigo no funcionará eso. Me iré por esta vez pero la próxima vendré y te llevaré, lo prometo cariño.

Jimin no respondió solo dedicándose a ver el guiño en el rostro de ese demonio y como daba media vuelta para solo desaparecer.

Era la primera vez que estaba frente a un demonio de ese rango que ni siquiera su poder celestial lograba causar algo en él. Afligido supo que debía perfeccionar su poder para cuando volviera a venir ese ser cayera a sus pies.

Odiaba tanto a esas almas pecadoras que sus pensamientos estaban llenos de perversión. Pero para Jimin solo eran seres miserables que convertían el placer y la diversión en sufrimiento y dolor. Almas insensatas que tentaban a los humanos a hacer el mal.

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Sé mi dios [Background LMD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora