Capítulo 4: Cumplir promesa

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Estando desnudo en una habitación que Yoongi le había asignado se sentía en paz. Acostado en medio de la cama cubierto solo por una sábana no se molesto en ponerse algo de ropa.

Tenía quizá días ahí, días en donde su cuerpo solo fue usado cada que él pálido quería dejando marcas rojizas por todo su cuerpo y mordiendo aquella zona en su cuello cada que comenzaba a cicatrizar. Eso era tan repetitivo que ya ni siquiera se molestaba en vestirse cuando al final terminaría desnudo de nuevo. Esos días solo se había dejado llevar, el sexo era realmente bueno y solo lo dejaba con ganas de más cuando solo era tocado o besado.

Aún no podía creer que ese instinto tan sucio lo había invadido por completo y ahora solo podía pensar en Yoongi enterrandose en su interior. Aún estaba un poco cuerdo y es por eso que agradecía la ausencia del pálido de ese día, pues eso le ayudaría a aclarar su mente y seguir creando un plan si quería estar en ese lugar, no era correcto solo quedarse sin pensar en el futuro porque algo podría salir mal. Tenía que quedarse pero no perder la razón como todos esos demonios.

Jimin no tenía interés en eso, su objetivo principal sería volverse superior a todos esos demonios para no ser visto como alguien frágil. Además se encargaría de conseguir su libertad y quizá podría ser enviado a la tierra, no importaba a qué solo quería sentir que su existencia tenía sentido.

En cuanto a Yoongi, le parecía un demonio poderoso sabía lo que hacía y parecía que a simple vista no se interesaba en nadie más que en él, pero parecía demasiado enfocado en algo que según todos en ese lugar - o al menos eso había escuchado en sus huidas en la madrugada - Yoongi planeaba una grande y sucia venganza hacia uno de los demonios quien era el segundo al mando en el infierno. No sabía lo que sucedía entre ellos pero al pasar era algo denso.

Jimin sabía que él solo era un objeto en ese plan y solo lo hacía sentir un poco mal por eso.

Aunque le gusto demasiado lo que habían hecho antes. Tener sexo era placentero, un acto tan bueno que Jimin solo podía preguntarse porqué en todo su tiempo como arcángel nunca le hablaron de eso. Yoongi sabía cómo hacerlo sentir bien al grado de que sollozara y su consciencia se fuera. Eso no sería fácil de superar para Jimin quien solo quería repetirlo.

Levantándose de la cama abrió el closet que ahí estaba viendo pocas cosas ahí, unos cuantos pantalones y camisas estaban ahí además de otros accesorios. Vistiendose solo con una camiseta ancha y ropa interior le importó poco salir de esa manera fuera de aquella habitación.

Estaba demasiado aburrido solo en esa habitación sin hacer algo. Era hora de pedirle a Yoongi alguna tarea o que le enseñará algo nuevo.

Recorriendo los pasillos donde solo había puertas, agradeció haber memorizado el camino hacia la oficina donde la mayoría de veces Yoongi estaba. Viendo la gran puerta dorada con excéntricas y extrañas molduras sujetó el pomo dispuesto a entrar sin tocar.

Abrió con cuidado la puerta y entrando se quedó quieto al ver la escena del otro lado. Bufó por lo alto completamente molesto al saber que ese estúpido no cumplió su promesa y solo estaba fumando mientras una extraña chica estaba sobre él besándole el cuello.

– Creí haber sido claro con lo que quería de tí – habló en voz alta atrayendo la mirada oscura de Yoongi quien solo sonrió de forma burlona.

– ¿Y creíste que lo cumpliría?

La pregunta lo hizo alzar la ceja mientras negaba con la cabeza sabiendo que había hecho mal en querer confiar en alguien como él. Solo pudo terminar de acercarse hasta llegar frente a Yoongi y sin pensarlo mucho tomo del cabello a la chica alejándola bruscamente hacia atrás.

Algunos cabellos quedaron en su mano cuando aventó a la chica al suelo dándose cuenta de a fuerza que había aplicado y que ni siquiera sabía que tenía.

– Solo vete sino quieres que tú alma muera. – con molestia no dudo en mentir sabiendo que nunca podría matar un alma pero quiso mostrarse superior.

Aquella mujer solo se fue sin decir nada haciéndolo bufar por lo alto Inexplicablemente molesto.

Girandose al pálido se dió cuenta de la mirada inexpresiva que tenía hacia él. No dudo en acercarse hasta subirse en sus piernas y sentarse sobre él dejando su trasero justo en la entrepierna contraria sintiendo el ligero bulto.

– Sabes Min, recuerda que aquí no soy yo quién te necesita así que harás que esa puerta se desvanezca cuando yo la toque.– murmuró Jimin en voz baja solo viendo el rosado chupetón en el blanquecino cuello, sintiendo un extraño sentimiento en su pecho – Sí yo quiero puedo dejarte e irme.

– ¿Acaso me estás amenazando? ¿Quién te crees?

– Sí no cumples tú promesa no dudaré en dejarte. – expresó él pelirrosa comenzando a mecer sus caderas de adelante hacia atrás de forma lenta. –Quieres matar a Namjoon ¿No? Por eso me necesitas.

– ¿Quién te ha dicho todo eso? Estás siendo irritante – Yoongi paso a tomar la mandíbula de Jimin apretandola con fuerza e intentando causarle dolor pero contrario a lo que espero Jimin solo río cambiando su expresión a una inocente dónde hizo un falso puchero.

Aún era sorprendente ver cómo parecía no tenerle miedo y solo jugar con él en cada momento que tenía, para Yoongi eso tenía que ser al revés.

– Se escuchan muchas cosas aquí cuando no estás haciendo nada importante. No soy metiche pero las paredes hablan.

Jimin volvió a frotarse de adelante hacia atrás está vez apoyando sus manos sobre el pecho de Yoongi quien solo lo vio inexpresivo. Sin poder detenerse deseaba volver a ser tomado hasta el cansancio por él. De nuevo todos sus pensamientos se fragmentaban solo con una mirada de Yoongi haciendo que su cuerpo se calentará y cualquier cosa que pensará se distorsionara.

Con el sentía demasiado y eso nunca antes lo sintio.

– Te lo he dicho. Si tienes ganas de follar puedes usarme a mi. – murmuró Jimin apoyándose por completo en el pecho de Yoongi sin dejar de mover sus caderas.

– ¿No estabas enojado? – preguntó él pálido bajando sus manos hasta sus muslos tocando la desnuda piel suave del pelirrosa quien solo hizo un puchero.
– Te has vuelto muy descarado.

De alguna manera la actitud cambiante de Jimin solo causaba curiosidad en Yoongi, a veces solo quería repetirle que si seguía siendo insolente podría matarlo pero tan solo lo escuchaba reír de forma burlona o sonreír ladino cualquier molestia hacia él se iba. Era extrañamente atrayente, quizá se debía a que era un ángel caído en proceso de transformación a demonio.

– No me importa, quiero tener sexo. – musitó pasando su brazos sobre los hombros de Yoongi.

Volvió a entregarse él y solo pudo deshacerse entre sus brazos solo sintiendo la adrenalina recorrer su cuerpo cuando se unió a él

Volvió a entregarse él y solo pudo deshacerse entre sus brazos solo sintiendo la adrenalina recorrer su cuerpo cuando se unió a él

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Sé mi dios [Background LMD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora