Capítulo 2: Dudar de tú existencia

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Jimin era un arcángel de alto rango que nunca dudo de su existencia, él era dedicado y cumplía al pie de la letra su propósito por el cual había sido creado.

Adorando día y noche e implorando perdón por dudar de su propósito, se santificó esperando que nunca más la duda o la curiosidad volviera a invadirlo porque eso significaría que se estaba volviendo un ser mundano y pecador.

Solo fue un descuido donde se volvió a preguntar ¿Cómo sería su existencia si no estuviera en el cielo? Para que las miles de posibilidades albergaran su ser y lo desconcentraran en sus tareas.

Secretamente esperaba que ese demonio volviera aparecer pues durante varios días no lo había visto y solo quería volver a ver aunque sea una vez el cielo de la tierra. Eso era tonto sabiendo que su total existencia y su único propósito era adorar y estar cerca de su creador.

Jimin sabía que si se dejaba llevar por ese demonio terminaría cayendo al infierno ya no siendo merecedor de estar en el cielo, había muchas cosas afuera que lo tentarian haciendo que fuera desterrado del cielo y le quitarán su posición como arcángel. Por eso tenía miedo y teniendo temor hacia quien lo creo rogó por ya no ser él quien ahuyentara a los demonios.

Por un largo tiempo se ausentó solo adorando, pero después volvió a ser mandado a ahuyentar a ese ser, pues nadie había logrado que se fuera de la entrada del cielo.

Cambiando su forma celestial a una más humamizada sintió su alma extraña con solo volverlo a ver. Había pasado tanto tiempo y ahora que estaba viendo los oscuros ojos de ese ser todo parecía ser diferente.

Quizá era porqué ahora notaba más sus hermosos rasgos que adaptaba al transformarse en una forma humana o quizá era la adrenalina que lo invadia al pensar lo que él podía hacerle sentir.

– Creí que tú ya no vendrías. – habló la voz de ese demonio haciendo a Jimin solo fruncir el entrecejo con molestia.

– Debes irte. ¿Cuánto tiempo planeas estar aquí acechando? Es mi última advertencia, la próxima vez no seré yo quien venga sino que...

– ¿Tú padre vendrá a matar mi alma? – las palabras de Jimin habían sido interrumpidas por la forma burlona de hablar de Yoongi quien solo dió un paso hacia él. – Ah, realmente quiero verlo y decirle que quiero llevarme a su bello arcángel para darle una mejor existencia.

– ¡Solo cállate! – exclamó molesto solo dejando al descubierto sus blancas alas tras su espalda en espera de intimidar a ese demonio. Las alas de Jimin llamaron por completo la atención del demonio quien solo las miro fijamente.

– Son bonitas pero serían más bonitas si fuesen negras.

Las alas negras del demonio sobresalieron tras su espalda más grandes y altas que las de Jimin y en un segundo volvieron a cubrirlo por completo dejándolo cerca de aquel ser.

Jimin pudo sentir demasiado cerca la presencia de ese demonio logrando que solo viera frente él sin ganas de subir el rostro pues de encontraría demasiado cerca de su cara.

– Vaya, realmente brillas en la oscuridad. Tú presencia es demasiado pura. – las palabras fueron un murmuró en su oído que hizo su alma estremecer en una extraña sensación. – Pero dime, ¿Enserio no tienes curiosidad por existir en libertad? Por ser él único dueño de tu existencia y de tus decisiones.

Jimin alzó la mirada a la vez que aquellas alas dejaban de cubrirlo dejando ver el oscuro cielo estrellado que se mostraba tan sublime frente a él.

De nuevo dudo en sus pensamientos, la libertad sonaba tentadora pero eso significaba traicionar a su padre e irse al infierno. ¿Qué clase de arcángel era cuando se dejaba tentar por un demonio? Quizá no merecía su cargo.

Sé mi dios [Background LMD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora