En medio del cúmulo de demonios una sensación fría lo invadió, las miradas que le daban eran lascivas la mayoría de hombres solo lo miraban a él de una manera que hacia asustar a Jimin en su interior.
Namjoon y Seokjin habían desaparecido por algún lugar que Jimin no vio, se supone que debía salir de ahí ahora que terminó, pero fue rodeado por esos estúpidos demonios.
– ¿Enserio eres uno de los amante de Satanás? – preguntó alguien desconocido atrás de Jimin causando que los nervios lo invadiera y solo volteara hacia él sin saber que decir.
– Sí lo es. Solo míralo parece mujer. – dijó otro hombre tomando con fuerza del brazo. Jimin intento soltarse evitando que el pánico lo invadiera pero solo consiguió atraer mas miradas.
– Siempre consigue las mejores almas, ¿Acaso será un ángel caído? – otro hombre se acercó está vez tomándolo de la cintura.
Sabía que cualquier movimiento de su parte podría hechar a perder todo su plan que hasta ese momento había funcionado. Si armaba un show en ese lugar por lo asustado que estaba solo sería visto como alguien débil o si aparecía Yoongi todo estaría acabado pues Namjoon sabría la verdad.
– Eso significa que podemos tomarlo. Lo que es de nuestro señor es de todos.
Las manos seguían tomando distintas partes de su cuerpo solo manoseandolo causando que el asco lo invadiera al ver tantos rostros desconocidos a su alrededor sabiendo lo que podían llegar a hacerle, violar era fácil en un lugar donde lo malo era visto como bueno.
Tomando valor solo sonrió dejándose llevar por ese espíritu egocéntrico y malvado que lo invadia por momentos cuando se sentía débil impidiéndole mostrar su vulnerabilidad.
– ¿Y si vamos a un lugar más privado? No querrán hechar a perder la reunión del amo Namjoon. – con voz fuerte y clara, Jimin sonrió hacia esos demonios demostrando que no estaba asustado obteniendo solo sonrisas lascivas y más toques en su cuerpo.
Alejarse sería peligroso, pero también tenia que idear un plan rápido para que Yoongi no fuese descubierto.
Jimin solo podía rogar que Yoongi apareciera antes de que algo le pasará, pues se negaba a entregar su cuerpo a almas como esas. Nada podía asegurarle que él aparecería, quizá estaba follando con otra persona pero Jimin confiaba tanto en que no lo dejaría solo.
Yoongi corría entre las habitaciones siguiendo aquel dulzón aroma que Jimin poseía.
Solo se había descuidado un momento, estaba viendo la manera tan manipuladora en la que Jimin se acercó a Namjoon con ojos brillosos e inocencia fingida causando que la satisfacción lo invadiera. Pero fue descubierto por uno de los guardias de aquella reunión y solo pudo matarlo intentando no llamar más la atención, pero fue entonces que Jimin desapareció de su campo de visión.
Con desesperación lo busco entre las habitaciones de aquella mansión esperando no ser visto por nadie aunque eso no importaba. Lo que importaba para Yoongi en ese momento era ver el rostro de Jimin y saber que su alma estaba bien, que no había pasado nada.
Jimin soltaba un ligero aroma dulzón que solo él podía sentirlo, era la marca que le hacía saber en dónde estaba por más lejos que estuviera. Llevándolo a él como si fuera un hilo amarrado entre ambos.
La ansiedad que estaba sintiendo no era normal, nada de lo que sentía hacia ese pelirrosa lo era. Solo era un alma que usaría para su venganza, pero ahora se estaba convirtiendo lentamente en un alma que necesitaba y sabía que estaba mal porque eso significaba tener una debilidad, un alma que debía cuidar por el bien de sí mismo.
Nunca le había pasado eso, existió por siglos en ese mundo y nunca había tenido compasión por un alma ni mucho menos emociones que lo hacían descontrolarse.
Porque con Jimin nunca existieron los límites, siempre era un “sí” o un “no” dependiendo de la situación. Era manipulado por ese hermoso rostro con sonrisa brillante, ojos en medias lunas y cabellos rosas totalmente rebeldes, aún sabiendo eso Yoongi se dejaba pues le gustaba la actitud rebelde, egocéntrica y altiva que Jimin podía tomar mostrándose fuerte a pesar de cualquier cosa.
Él no era débil.
La última habitación del lugar se mostró y solo suplico que Jimin estuviera bien. El aroma dulzón a durazno se concentró en esa habitación tanto que no dudo en abrir la puerta.
Jimin estaba en el suelo con su saco completamente rasgado junto con sus pantalones teniendo las manos manchadas de ese líquido negrusco que dejaban las almas al morir. Su expresión era neutral pero tan solo sus ojos conectaron la sonrisa invadió el hermoso rostro frente a él.
Yoongi no dudo en matar aquellas cinco almas que se encontraban dentro del lugar. Sin compasión mando a esas almas al infierno eterno y solo se encamino con prisa hacia el pelirrosa en el suelo.
– Viniste. Realmente viniste. – murmuró Jimin ido solo viendo los ojos de Yoongi. El temblor en sus manos era evidente y se sorprendió por completo cuando fue abrazado por Yoongi y acunado en su pecho.
– Eres fuerte, pudiste matar dos almas, pero fue mi error dejarte solo en un lugar como este. – explicó Yoongi tomando la cintura de Jimin quien solo temblaba. – No dudes nunca que llegaré a salvarte, mataría a quien sea que se atreva a ponerte una mano encima, eres mío ¿Lo recuerdas?
Jimin se sintió en paz solo enterrando su rostro en el cuello de Yoongi temiendo desaparecer y tomando en sus manos su saco. Se maldijo por verse tan débil pero la agradable sensación en su pecho lo invadió al escuchar las palabras del pálido.
– Yo puedo con esto y más. Estaba todo bajo control, mataría esas almas y saldría de aquí, solo te expusiste, alguien pudo mirarte y todo el plan acabaría.
– Eso no importa Jimin. Lo que importa ahora es que tu estás bien.
Él pelirrosa no soporto tanto a esas palabras y solo se lanzó a sus hombros acercando sus labios anhelando sentir un toque de su parte.
¿Peligroso? Yoongi no era peligroso era un ser que con tal de proteger, mataba sin pensar.
¿Inferior? Yoongi era el demonio más poderoso que había conocido teniendo a miles de demonios bajo sus pies e intimidado a quien sea con solo una mirada.
¿Irrelevante? Para todos Yoongi sería irrelevante pero para Jimin era y siempre sería su único amo, él único dios que serviría.
Porqué Yoongi había demostrado lealtad y fuesen como fuesen las cosas fue el único que lo ayudo abriendo sus ojos para que pudiera descubrir algo mejor que la rutinaria existencia en el cielo.
Jimin anhelaba a Yoongi más de lo que se él mismo pensaba.
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Sé mi dios [Background LMD]
FanficPark Jimin era un arcángel de un alto rango encargado de ahuyentar demonios teniendo un gran poder celestial capaz de matar almas del infierno. Yoongi solo era un demonio que necesitaba bajar a un arcángel del cielo para poder tener más jerarquía e...