Capítulo 16

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   La aldea se encontraba inmersa en un murmullo inusual de tensión. Rumores oscuros rondaban entre los aldeanos, y sus miradas ansiosas se posaban en Lixi y su pequeña hermana Yang Wei. Aunque la enfermedad había sido curada con éxito, la sombra del Devorador Nocturno oscurecía la alegría.

   El Devorador Nocturno, una criatura de pesadilla que acechaba las inmediaciones de la aldea, era una amalgama de sombras y garras afiladas. Su pelaje oscuro absorbía la luz de su entorno, convirtiéndolo en una silueta indescifrable en la penumbra.

   Con ojos resplandecientes, amarillos como la luna llena, la bestia demostraba una inteligencia sorprendente. Su cuerpo ágil estaba diseñado para la caza, con garras afiladas y una cola larga que se movía de un lado a otro, listo para deslizarse sigilosamente entre las sombras.

   En una tarde crepuscular, mientras Lixi y Yang Wei paseaban por la aldea, escucharon susurros de los aldeanos preocupados. Se hablaba del Devorador Nocturno. Lixi, con su oído agudo, captó la conversación.

"Es demasiado peligroso. No deberíamos pedirle a esas niñas que se enfrenten a semejante bestia", murmuró un anciano preocupado.

   Yang Wei miró a su hermana mayor, preocupada. Lixi, sin embargo, frunció el ceño, evaluando la situación. Sabía que el mundo que exploraba era peligroso, y enfrentarse a criaturas hostiles era inevitable si quería sobrevivir y proteger a su hermana. Además, era su oportunidad de explorar el bosque.

   Sin esperar a que los aldeanos le pidieran ayuda, Lixi se acercó al grupo reunido. "He oído hablar del Devorador Nocturno. Estoy dispuesta a enfrentarme a esa bestia y proteger a la aldea", anunció con determinación.

   Los ancianos intercambiaron miradas nerviosas, y uno de ellos negó con la cabeza. "Eres solo una niña. No deberías arriesgarte de esta manera".

   Lixi sostuvo la mirada del anciano, sin titubear. "Sé que soy joven, pero también sé que este mundo es peligroso. Necesito mejorar mis habilidades de combate, y enfrentar al Devorador Nocturno es una oportunidad para hacerlo".

   Antes de que los ancianos pudieran responder, Lixi pidió información sobre el Devorador Nocturno. Los aldeanos, temerosos, le proporcionaron una descripción detallada de la bestia, indicando que, aunque no poseía un nivel de energía espiritual extremadamente alto, sus habilidades eran astutas y sus ataques rápidos.

   Lixi, consciente de los peligros que acechaban en la oscuridad, decidió dejar a Xiǎo bāozi al cuidado de su hermana Yan Yan. La pequeña ave, aunque no era una bestia de combate, podía alertar a Yan Yan sobre cualquier peligro inminente y ofrecer cierta protección mientras Lixi enfrentaba al Devorador Nocturno.

"Xiǎo bāozi, quiero que te quedes con Yan Yan y la protejas, ¿entendido?" Lixi habló con determinación mientras acariciaba suavemente el plumaje del pajarito. "Sí, maestra. Este príncipe cuidará bien de la pequeña señorita Yan Yan", respondió el pichón con lealtad.

   Aunque Xiǎo bāozi no estaba destinado a participar en la confrontación directa, su presencia tranquilizaba a Yan Yan, quien se aferraba al pajarito con un poco más de confianza. Mientras Lixi se preparaba para enfrentar al Devorador Nocturno, sus pensamientos se dirigían a la seguridad de su hermana.

"Recuerda, Xiǎo bāozi, protégela como si fueras un pequeño guardián alado", instruyó Lixi antes de emprender su viaje hacia el encuentro con la bestia nocturna. Con una mirada decidida, se alejó, dejando a Xiǎo bāozi y a Yan Yan a la espera en la seguridad relativa de la aldea.

  Entre la multitud de aldeanos inquietos, un hombre de edad avanzada, con el ceño fruncido por la preocupación, se acercó sigilosamente a Lixi. En sus manos arrugadas sostenía una daga modesta pero afilada, una herramienta que había sido su compañera en tiempos difíciles. Aunque sus ojos reflejaban la inquietud y el temor por la seguridad de la joven, la determinación brillaba en ellos. Sin decir una palabra, extendió la daga hacia Lixi, un gesto que hablaba más que mil palabras. Sabía que la valiente niña se lanzaría a enfrentar al Devorador Nocturno, y aunque su corazón temía por ella, también entendía la necesidad de su coraje en ese oscuro desafío. 

   Aunque los ancianos dudaron, no pudieron negar la valentía de Lixi. La decisión estaba tomada. Mientras la noche caía sobre la aldea, Lixi se adentró en la oscuridad, lista para enfrentarse al Devorador Nocturno y probar su valía en un mundo lleno de desafíos. Yang Wei observó con ojos llenos de preocupación mientras su hermana mayor se sumía en la sombra.

Protective sister goddess doctorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora