Protective sister goddess doctor

Capítulo 25

   La figura se movió sigilosamente, revelándose parcialmente. Era la criatura curiosa que la había observado desde la penumbra. Un majestuoso tigre blanco como la nieve, con ojos que destellaban una luz intensa, se destacaba en la oscuridad del bosque.

   Lixi sintió una extraña mezcla de intriga y cautela al encontrarse con el tigre. "¿Quién está ahí?" preguntó, su voz resonando en la quietud de la noche. 

   En lugar de responder de inmediato, observó a Lixi con ojos penetrantes. Finalmente, habló con una voz profunda y resonante, impregnada de un encanto que envolvía a quienes lo escuchaban. "¿Me estás retando, niña intrépida? He observado tu valentía y determinación. Estoy aquí para ver si estás a la altura de mis expectativas".

   La respuesta del tigre envió un escalofrío por la espina dorsal de Lixi. Aunque la presencia del tigre era carismática, también emanaba una aura de misterio y desafío. "No temo a un desafío. ¿Qué es lo que esperas de mí, tigre blanco?"

   Con una risa juguetona, la criatura se presentó de manera informal. "¡Ja! No es común que una criatura de tu reino tenga agallas. Soy Bái Hǔ, el tigre que deambula donde le place. ¿Y tú, niña?"

   Lixi, en sus pensamientos, no pudo evitar encontrar graciosa la arrogancia del tigre. "Bái Hǔ*, ¿eh? Suena como el nombre que alguien le dio a un tigre y pensó, '¿sabes qué? ¡Vamos con algo básico pero majestuoso!'". 

   De todas formas, decidió mantener la cautela, manteniendo la guardia pero sintiendo la intriga crecer, respondió con cautela: "Soy Mei, una buscadora de respuestas en estos bosques misteriosos. Y este compañero alado es Xiǎo bāozi".

   Xiǎo bāozi, con su tono juguetón, agregó: "¡Hola Bái Hu! ¡Soy Xiǎo bāozi! No es común ver a alguien de tu calibre por aquí. ¿Te perdiste en el camino de vuelta a casa?"

   Bái Hǔ, ante el comentario juguetón de Xiǎo bāozi sobre si se había perdido, dejó entrever una sombra de melancolía en sus ojos. Un destello de recuerdos pasados cruzó su mirada, como si recordara un tiempo en el que las risas y los juegos eran parte de su vida. Sin embargo, el tigre blanco no dejó que esa melancolía se reflejara en su respuesta.

"No es que me haya perdido, pequeña esencia alada. A veces, uno encuentra tesoros inesperados en los lugares menos pensados", respondió con una risa ronca, ocultando cuidadosamente cualquier rastro de nostalgia que pudiera albergar en su corazón.

   Xiǎo bāozi, ajeno a los matices ocultos, siguió con su tono juguetón: "¡Oh, tesoros dices! Bueno, si te has topado con algo tan valioso como yo, puedo entender por qué decidiste quedarte".

   Bái Hǔ, apreciando la energía desenfadada de Xiǎo bāozi,  asintió con complicidad. "Puede que tengas razón. A veces, las sorpresas más agradables vienen en los paquetes más pequeños".

   Mientras tanto, Lixi observaba la interacción entre las dos criaturas con una mezcla de fascinación y precaución. El tigre blanco, aunque carismático y juguetón, parecía llevar consigo una carga de soledad que no escapó a la percepción sensible de Lixi. La conexión entre las criaturas del bosque se entrelazaba con historias no contadas, y la valiente buscadora de respuestas se preparaba para desentrañar los misterios que la esperaban.

   Mientras Lixi observaba al tigre blanco con asombro, Xiǎo bāozi compartió un pensamiento con ella, "¡Vaya, Lixi, este tigre espiritual es realmente impresionante! No es como las criaturas comunes que hemos visto hasta ahora. ¿Crees que podrá ayudarnos?"

   Lixi, aún cautelosa pero sintiéndose intrigada por la majestuosidad de Bái Hǔ, pensó para sí misma, "Es ciertamente extraordinario. Pero no puedo bajar la guardia. No sabemos cuáles son sus verdaderas intenciones o cómo podría involucrarse en nuestra búsqueda."

   Xiǎo bāozi, con su alegría contagiosa, continuó compartiendo detalles mientras destacaba la relación entre su linaje y el de Bái Hǔ.

"¡Oh, Lixi, no te preocupes por este tigre tan majestuoso! Aunque su linaje es antiguo y poderoso, ¡mi especie también tiene su propio encanto!" Xiǎo bāozi revolotea alrededor de Bái Hǔ, señalándolo con entusiasmo. "Nuestra esencia alada nos hace seres ágiles. Y, aunque no somos tan grandes como estos tigres majestuosos, ¡tenemos poder curativo y de combate! ¿No crees que es mejor?

Bái Hǔ, por su parte, observó a Lixi con ojos agudos, como si pudiera leer sus pensamientos. La tensión flotaba en el aire, pero también la promesa de una conexión única entre las criaturas que habitaban ese rincón misterioso del bosque.

 Un sonido lejano llegó a los oídos de Lixi. Un estruendo que resonó a través del tranquilo bosque, rompiendo la armonía de la noche. Lixi, preocupada por su hermana y la aldea, se tensó de inmediato.

"¡Eso viene de la aldea!" exclamó Lixi, reflejando angustia en su rostro. "Debo irme, algo puede estar pasando. Xiǎo bāozi, Bái Hǔ, lo siento, pero debemos continuar esta conversación más tarde".

Sin esperar a que las criaturas respondan, Lixi se apresuró hacia la dirección de la aldea, su corazón lleno de ansiedad. Detrás de ella, a una distancia prudencial, Bái Hǔ ña seguía, intrigado por lo que podría haber desencadenado ese repentino cambio de eventos.

"¡Maestra, espera! Voy contigo", exclamó Xiǎo bāozi con preocupación en su tono juguetón.

Mientras Lixi se adentraba en la oscuridad del bosque en dirección a la aldea, la presencia de Bái Hǔ se percibía como una sombra protectora, decidido a observar y comprender más sobre la pequeña niña antes de hacer otro movimiento.

*Bái Hǔ: Significa tigre blanco