Capítulo 13

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   Luego de esa noche de descanso, Lixi se dirigió hacia la casa del médico, donde lo encontró examinando algunos ingredientes medicinales. El doctor la recibió con una mirada escéptica.

"Joven Lixi, has demostrado ciertas habilidades, pero aún no estoy completamente convencido de tu capacidad para curar", expresó el doctor con cautela.

   Lixi asintió comprensivamente. "Entiendo tus dudas, doctor. Pero hay una niña enferma en la aldea, y estoy segura de que puedo ayudarla. ¿Podemos ir a verla?"

   El médico reflexionó por un momento antes de acceder. Juntos, se dirigieron hacia la choza donde yacía la niña enferma. En el camino, Lixi se comunicó mentalmente con Xiǎo bāozi, regañándolo por haber causado problemas al robar la semilla.

"Xiǎo bāozi, deberías haber sido más cuidadoso. Esa semilla era importante y podría haber ayudado a salvar una vida. No vuelvas a hacer algo así", reprendió Lixi en su mente.

   El pequeño pajarito, consciente de su error, respondió con trinos de disculpa. "Lo siento, maestra. No pensé en las consecuencias. Aprenderé de esto."

   Al llegar a la choza, encontraron al padre de la niña preocupado, cuidándola con atención. El hombre miró a Xiǎo bāozi con resentimiento, recordando la situación anterior.

"¿Qué hace ese pájaro aquí de nuevo?" preguntó el padre, frunciendo el ceño.

   Lixi, con serenidad, se acercó a la niña y comenzó a examinarla. La fiebre persistía, y sus signos vitales eran débiles. El médico observaba con atención, aún escéptico.

"¿Crees que puedes curarla después de lo que hizo ese animal?" cuestionó el padre, señalando a Xiǎo bāozi.

   Lixi suspiró y se volvió hacia el médico. "Cometió un error, pero eso no significa que no pueda repararlo. Estoy aquí para ayudar. Por favor, permíteme intentarlo."

   El doctor, mirando con pesar a la niña enferma, suspiró antes de dirigirse a Lixi. "Es una situación extraña. Esta enfermedad es algo que nunca antes he visto, y lamento decir que mi conocimiento tiene límites. El médico anterior de la aldea, un sabio anciano, solía ser experto en estas cuestiones, pero se marchó en busca de más conocimientos."

   Lixi asintió comprensivamente, pero una chispa de determinación brilló en sus ojos. "Permíteme intentarlo, doctor. Hay algo en lo que tengo experiencia, y podría ser de ayuda."

   El doctor, aunque escéptico, le dio paso para que Lixi examinara a la niña. Lixi tomó el pulso de la joven paciente y cerró los ojos en concentración. Podía sentir las sutilezas de la energía que fluía a través de la niña, buscando cualquier indicio que pudiera revelar la naturaleza de la enfermedad.

   Al abrir los ojos, Lixi susurró al doctor de manera confidencial. "Creo que esta enfermedad podría tratarse con acupuntura. Es algo en lo que tengo experiencia."

   El doctor, sorprendido pero dispuesto a probar cualquier solución, le respondió en un susurro igual de confidencial. "El médico anterior solía utilizar la acupuntura con éxito. Dejó algunas agujas en su casa antes de irse. Iré a buscarlas para que puedas intentar tratar a la niña."

   Mientras esperaba al doctor con las agujas, Lixi se volvió hacia el padre de la niña, quien la miraba con una mezcla de esperanza y preocupación. La habitación estaba impregnada de una tensa expectación mientras Lixi se preparaba para hablar con él.

"Padre, ¿podría proporcionarme más información sobre la enfermedad de su hija?" preguntó Lixi con delicadeza.

   Con algo de escepticismo, el padre de la niña compartió la historia de cómo su hija había ido a jugar al bosque y, poco después, comenzó a mostrar los síntomas de la enfermedad. Relató cómo la pequeña había encontrado una extraña planta durante su juego, pero no le dio importancia en ese momento. Luego, comenzó a relatar los síntomas que su hija había experimentado. Describió la fiebre persistente, los escalofríos y cómo, a pesar de los esfuerzos de varios médicos locales, la causa exacta de la enfermedad seguía siendo un misterio.

   Luego de un instante de reflexión, a Lixi se le encendió una chispa de reconocimiento. "Esa planta podría ser la clave. ¿Cómo era la planta, exactamente?"

   El padre describió la planta con detalles, y Lixi identificó la especie como la "Sombra del Crepúsculo". Una planta pequeña pero llamativa con hojas lanceoladas de un color verde oscuro brillante. Su característica más distintiva es la presencia de pequeñas flores en forma de campana que varían en tonalidades violetas y azules.

   Aunque su apariencia puede parecer inofensiva a simple vista, es su capacidad para liberar esporas tóxicas al menor contacto lo que la convierte en una amenaza. Las esporas son prácticamente invisibles, lo que hace que la "Sombra del Crepúsculo" sea particularmente peligrosa, ya que las personas pueden entrar en contacto con ella sin darse cuenta.

   Mientras reflexionaba sobre la situación, Lixi encontró algo extraño. ¿Cómo era posible que hubiera tantas plantas venenosas cerca del pueblo? No era común encontrar una concentración tan grande de vegetación peligrosa.

   En su mente, comenzó a trazar conexiones. "¿Es posible que alguien haya plantado estas especies aquí a propósito? ¿O es natural que haya tantas plantas venenosas en esta área?"

   La sospecha se apoderó de Lixi mientras consideraba las posibilidades. Había algo más en juego en la aldea, algo que iba más allá de las enfermedades naturales. La aldea no era tan segura como pensaba. 

   El padre de la niña, preocupado por ver a Lixi tan pensativa, le preguntó si todo estaba bien.

"Es una enfermedad difícil, pero creo que sé cómo tratarla", afirmó Lixi, decididamente, como una revelación, identificó la enfermedad que afectaba a la niña. Sus ojos se iluminaron con determinación y confianza. Se acercó al padre con seriedad pero también con una chispa de esperanza.

"Padre, creo que sé lo que aflige a su hija. Esta enfermedad es tratable, y haré todo lo posible para ayudarla", declaró Lixi con seguridad en su voz.

   El hombre la miró con incredulidad y esperanza. "¿En verdad, puedes ayudarla? Hemos perdido la esperanza después de tantos intentos fallidos."

   Lixi asintió con firmeza. "Lo prometo. Necesitaré su cooperación y paciencia, pero haré todo lo posible para aliviar el sufrimiento de su hija."

   El padre, aunque cauteloso, asintió. "Haremos lo que sea necesario. Por favor, haga todo lo posible por mi hija."

   Lixi sonrió con determinación. "Primero, esperemos al doctor con las agujas. Después, comenzaremos el tratamiento. Estoy confiada en que podemos mejorar la situación de su hija."

Protective sister goddess doctorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora