Capítulo 15

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   Lixi continuó visitando la choza de la niña, cuidando de ella durante su recuperación. La mejora en la salud de la joven era evidente, y con cada sesión de acupuntura, el pueblo empezó a notar la dedicación y habilidad de Lixi. A medida que los días pasaban, la confianza de los habitantes en Lixi crecía, y su presencia se volvía cada vez más apreciada.

   El médico, impresionado por las habilidades de Lixi, inició conversaciones más profundas con ella. A lo largo de sus interacciones, surgieron conexiones y confianza mutua. Lixi, reconociendo la oportunidad de aprender más, propuso un intercambio de habilidades.

"Doctor, creo que podríamos ayudarnos mutuamente. Me gustaría aprender más sobre pociones y remedios, y a cambio, puedo enseñarle a su aprendiz, Yao Pung, el arte de la acupuntura. Dada su juventud, puede beneficiarse enormemente de este conocimiento", sugirió Lixi con una sonrisa.

   El médico, intrigado por la propuesta, aceptó con entusiasmo. "Es un trato justo. La acupuntura es una habilidad valiosa, y si puede beneficiar a mi aprendiz, estoy dispuesto a compartir mis conocimientos sobre pociones contigo."

   Después de cerrar el acuerdo con el médico, Lixi decidió salir a dar un paseo por la aldea. Invitó a su hermana Yan Yan a unirse a ella, ansiosa por compartir un momento tranquilo después de la intensa jornada.

   Caminaron por los senderos entre las modestas casas de la aldea, disfrutando de la brisa suave y del paisaje sereno que rodeaba el lugar. Sin embargo, conforme avanzaban, Lixi notó un cambio en el ambiente. La gente que solía saludarla con sonrisas parecía estar sumida en pensamientos más oscuros, y sus murmullos formaban un zumbido inusual.

   Yan Yan, percibiendo la tensión en el aire, miró a su hermana mayor con curiosidad. "¿Notas algo extraño, hermana?"


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