09: Es mentira lo que dice mamá.

12.9K 826 108
                                    

ʽ ˢ ͤ ˣ '

'

ENZO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



ENZO


Miro a Benjamin mientras se mete la mano en la boca y sonrío. Que lindos que me salían los bebés. Hacia un mes que había nacido y era increíble lo parecido que es a mi. Nació antes de lo esperado ya que me enteré en medio de un partido del Chelsea que Sofía rompió bolsa y salí disparado al hospital para acompañarla, por suerte salió todo bien. No había dimensionado lo chocante que fue para mi ver a Sofía cargando a nuestro hijo y llorando de felicidad mientras me lo mostraba. Se me pone la piel de gallina cada vez que lo recuerdo y no puedo sentirme más feliz.

Sigo jugando con Benja en la cama mientras esperamos a Sofía a que se termine de arreglar para irnos a un restaurante a comer. Alzo mi cabeza cuando veo a la morocha saliendo del closet con la cara empapada de lágrimas corriendo por sus mejillas y los brazos cruzados.

—¿Qué pasó? —pregunto preocupado, sentándome en la cama.

—Estoy re gorda, nada me queda bien —se queja limpiándose las lágrimas con el dorso de sus manos y ahí es cuando la escaneo de pies a cabeza. Si está hermosa. Me levanto de la cama y me acerco an ella poniendo mis manos sobre sus caderas.

—Gorda me pones la poronga —le digo y creo que la tomó tan desprevenida que entre sus lágrimas suelta una carcajada y me pega en el pecho seguido de un 'Enzo, posta te digo' con ese tonito de que me lo dice en serio. Asomo una sonrisa en la comisura de mi boca y subo una de mis manos hacia su nuca para que me mire mientras le seco las lágrimas con mi pulgar—, Pariste hace un mes Sofía, es obvio que no vas a tener el mismo cuerpo que hace nueve meses, pero estás hermosa igual —aseguro mirándola a los ojos.

Se queda callada por unos segundos y después asiente un poco más convencida.

—Es que en Twitter andan diciendo que me vas a dejar porque estoy gorda —dice entre lágrimas otra vez.

Hago una mueca frunciendo las cejas al escucharla y niego con la cabeza.

—¿Desde cuándo le das pelota a lo que dicen de vos? —arqueo una ceja abrazándola por la cintura con uno de brazos sin soltarle la nuca. Ladeo mi cabeza cuando mira para bajo y después me vuelve a mirar a los ojos angustiada mientras se encoge de hombros—, No seas boluda, no te voy a dejar y menos por esas pelotudeces, estás hermosa y todo te queda bien —aseguro pero todavía veo la duda en sus ojos y más cuando hace una mueca. Bajo mi mano de su cintura hasta su culo y se lo aprieto con fuerza—, Aparte te hace un re orto este vestido eh —sonrío aprovechando para dejarle una leve cachetada ahí haciendo que también se ría. Le agarro la mano y me separo un poco—, A ver una vueltita —murmuro haciendo que se ría mientras me hace caso. Obviamente no pierdo la oportunidad de mirarle ese culo hermoso que tiene.

Cuando vuelve a su posición anterior la jalo hacia mí mirándola embobado, enganchando mi labio entre mis dientes.

Qué mujer mi mujer.

—Te amo —sisea rodeando mi cuello con sus brazos, haciendo puntita de pies para darme un pico.

—Yo más —digo dándole más piquitos mientras la envuelvo con mis brazos, abrazándola. Benja empieza a llorar captando la atención de ambos que giramos la cabeza para mirar hacia la cama—, Que celoso que es, siempre me hace lo mismo cuando te estoy besando —digo sonriendo y soltándola para que vaya con él.

—Por qué será —dice mirándome acusatoriamente mientras lo carga y le dedica toda su atención.

Los miro sin borrar la sonrisa en mi rostro. Verla ahí con nuestro hijo es solo una fracción de todo lo que tenía ganas de construir con ella. Había sido un proceso hermoso el de su embarazo y lo disfruté demasiado. Se dice que los hijos apagan a las parejas pero yo lo sentía muy distinto, nos había unido más todavía. Nos hizo sentar cabeza y a ser más responsables, todo lo contrario a lo que éramos unos años atrás cuando apenas había empezado todo. A veces me ponía a pensar en esas épocas en las que los dos hacíamos las cosas mal y nos veíamos a las escondidas porque si se enteraban lo de nosotros se iba a armar un re quilombo.

Me acerco a Sofía y le doy un beso en la mejilla para luego mirar a Benja. Apoyo una de mis manos en su cintura y con la otra le acaricio la mejilla a él.

—Nueve meses en mi panza y solo se parece a vos, estoy indignada. —dice riendo.

—Podemos probar hasta que salga una nena y que sea igual a vos —acoto apoyando mi mentón en su hombro mientras le hago caras al bebé para que se ría.

—Recién tenemos uno y ya pensas en más, como se nota que no pariste vos.

—Ey —chisto y la miro—, Si estuve con vos durante el parto, casi me fracturas la mano.

—Y te desmayaste —me recuerda.

—Bueno, bueno eh —le doy un beso en la boca y sonrío—, En mi defensa no había estado en el parto de Olivia, así que era mi primera vez en esa situación.

—¿Viste?, papá es un cagón —le dice a Benja que la mira y después hace gestos de que está contento.

—Cállate vos —le muerdo la mejilla y después le doy un beso en la zona—, Anda terminar de arreglarte, dame.

Lo cargo a Benja y ella asiente para irse a arreglar.

—Es mentira lo que dice mamá —le digo a Benja—, No me desmayé, me bajó la presión nomás.





(🐷)

Buenos días, y que vivan los hombres 🫦

EXTRAS | Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora