24. Cristina

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Ya han pasado tres meses desde que nos enteramos de que íbamos a ser padres, se lo contamos a nuestros padres y se alegraron mucho, nuestros amigos igual y hoy después de estos meses vamos a celebrar la baby shower, las únicas que sabes cuál es el sexo del bebé son las chicas y hoy porfin lo íbamos a saber nosotros y todos nuestros familiares.

Me encontraba sentada en un sillón que teníamos en el jardín, todo está muy bien decorado, había globos de colores por la piscina, un cartel gigante en el que decía niño o niña, estuve recibiendo a los invitados mientras Gabi estaba con los chicos hablando de sus cosas y yo con las chicas.

-¿Qué piensas que va a ser Cris?- pregunto Raquel.

-Pues nose, sea lo sea voy a estar feliz.

Y porfin llegó la hora de saber el sexo del bebé, Gabi y yo nos encontrábamos en el cartel y entonces vino Marcos a donde Gabi y le dio una pelota de fútbol en la que contiene el sexo.

-A la de tres- les dije.

-1.

-2.

-Y 3.

Gabi le dió una patada y salió humo azul, no me lo podía creer un niño, Gabi se alegró y todos sus amigos fueron donde él, yo estaba llorando de la emoción y todos nuestros familiares gritaban de la felicidad. Gabi se me acercó y me dio un hermoso beso.

-Gracias mi amor, gracias por darme este regalo.

-Felicidades futuro papá- le volví a dar un beso.

Nos lo pasamos genial sobretodo Gabi que desde que sabía que iba a ser niño no paraba de emocionarse.

Seis meses después

Estaba sentada en el sofá leyendo un rato cuando de repente sentí un dolor en la espalda que hizo que me quedara unos segundo sin respiración. Gabi estaba en la cocina cogiendo algo para tomar.
Otra vez ese dolor, esta vez vino más fuerte y Gabi me escucho asique llegó corriendo a donde mí.

-¿Estas bien mi vida?

-No... creo que me he puesto de parto.

Entonces sentí como el sofá se mojaba había roto aguas y enseguida vinieron las contracciones.

-Gabi...

-Estoy aquí- me agarró de la mano.

-Llévame al hospital, porfavor esto duele mucho.

Media hora después llegamos, nuestros amigos estaban allí y también nuestros padres, yo ya había dilatado y me encontraba en la sala de partos. Pasaban las horas y aún no salía el bebé, Gabi me tenía agarrada de la mano y yo no paraba de empujar y ya no podía más.

-No puedo más...

-Tu puedes cariño.

Enseguida vino otra contracción que hizo que volviera a empujar y entonces escuché los gritos de un niño.

Yo cerré mis ojos para poder descansar un poco y la enfermera nos lo trajo envuelto en una mantita azul clarita.
Yo abrí los ojos para verlo y poder cogerlo.

-Es precioso- dijo Gabi.

-Nuestro Eric.

Diez minutos después nos llevaron a la habitación y dejaron que entraran todos para poder ver a Eric.

La primera que entró fue mi madre para ver como estábamos el bebé y yo.

-Cris ¿cómo estás cariño?- me preguntó mi madre preocupada.

-Bien un poco cansada.

- ¿Y Eric?

- Dormidito al lado mía.

Se acercó a verlo y después entraron todos los demás.

Las chicas me dieron un abrazo y los chicos igual.

-Ahora si te podemos llamar cuñada- dijeron los chicos.

Ellos eran como hermanos para Gabi y la verdad esque ese comentario me hizo gracia.

Todos se volvieron locos con Eric y después de estar toda la tarde en la habitación se fueron todos y Gabi se quedó con nosotros.

Dos corazones pero un latidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora