XIII.

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Alex despertó con hambre porque no había comido casi nada el día anterior, con el brazo entumido porque Henry se había quedado dormido sobre el mismo, con un ligero dolor en la parte baja de la espalda por la actividad, y con una molestia en su pecho por lo que habían hablado en la noche.

La felicidad que había sentido porque Henry correspondiera su amor fue sólo momentáneo. Alex había estado las últimas dos semanas pensando una y otra vez en que enamorarse del príncipe había sido un error fatal y buscó la manera de creer que sólo era capricho o alguna obsesión pero solo estaría engañándose a sí mismo. ¿Por qué, de entre todos los omegas que conocía, tenía que ser precisamente el maldito príncipe de Inglaterra por el que cayera rendido? Se preguntó si tenía que ver con esa tontería de las parejas destinadas. Si tal vez el olor a cítricos era lo que lo hizo flaquear y de no haber sido por eso, jamás se le hubiera pasado por la mente meterse con él.

Ya había pasado por la negación ante la imponente belleza de Henry, aquel pelo rubio bien cuidado, los ojos claros, rasgos finos pero bastante masculinos, los labios permanentemente rojos, una alta estatura que realmente le parecía muy cautivadora...Con los olores artificiales era muy atractivo, pero en cualquier omega, ser ellos mismos, exudando su olor natural, los hacía mil veces más fascinantes. Y aquella noche que Henry se presentó bañado y sonrojado, con todas sus defensas abajo, siendo Henry y no el príncipe; tal vez, sólo tal vez, fue el momento en que la atracción había dado un paso más.

Cuando la parte de creer que esto sólo era un desvarío y se le iba a quitar de forma eventual, pasó después de un par de días, vino la miseria. Rumió sobre ella durante una semana, sólo concentrándose lo suficiente para sacar sus clases y últimos proyectos adelante.  En sus ratos libres pensaba en Henry, en que este enamoramiento era ridículo, en que el príncipe ya estaba destinado a un futuro y no iba a cambiarlo porque al final era su obligación cumplirlo y su corazón se apretujaba tan sólo de pensar en Henry casándose y él mismo mirando de lejos. No podía cambiar ese destino y eso lo carcomía. Y de alguna manera sentía y presentía que algo estaba sucediendo y tenía la necesidad de ver a Henry, de abrazarlo, besarlo y consolarlo porque creía que la molestia de su pecho era porque Henry no estaba bien.

Pero lo siguiente era buscar el perdón. Había estado con excusas para no contestarle llamadas y mensajes hasta que no hubo ningún intercambio de nada. ¿Con qué cara ahora lo buscaría? Nora le aconsejó llamarlo primero pero jamás tuvo el valor de hacerlo y no sentía que fuera correcto. Quería que fuese en persona y lo más discretamente posible para evitar lo de la vez pasada. Así que le solicitó apoyo a Bea quien lo amenazó primero, pero cedió porque ella admitió que Henry estaba muy tenso y estresado en los últimos días. Y a la ayuda se sumó Percy quien tampoco estaba muy contento con la idea.

Así que aprovechó que estaba ya descansando y un viaje que Nora ya tenía programado para ver a Bea, para irse de incógnito a Londres, bajo advertencias de la presidenta de no hacer nada estúpido después de que Alex jurara que no iba a encontrarse con nadie de la familia real y sólo quería distraerse un poco.

No sabía qué iba a encontrar, aparte de bien infundadas aversiones de Bea y Percy hacia su persona, pero él quería y estaba dispuesto a arreglarlo aunque se estuviera muriendo de nervios. Nora los pudo convencer de irse y que ambos se quedaran solos.

Ver de nuevo a Henry, a pesar del rechazo inicial, puso a su alfa demasiado contento pero su semblante y obvia tristeza lo hicieron hablar sin pensar. Henry se alteró y lo mandó al diablo con justa razón. Alex estuvo dispuesto a dejarlo en paz desde ahora porque Henry eso le pidió pero al menos quería cerciorarse que todo estaría bien. Afortunadamente Henry no lo dejó ir y pudo cumplirle lo que semanas antes le había dicho. Henry había sido torpe pero bastante cuidadoso y había agarrado rápido el ritmo, haciéndolo venirse sólo con las embestidas.

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⏰ Última actualización: Feb 06 ⏰

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Cítricos y JazmínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora