𝟬𝟭𝟯 solo y abandonado por el destino y por el hombre

124 16 8
                                    


CAPÍTULO TRECE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


CAPÍTULO TRECE.
solo y abandonado por el destino y por el hombre

( tw! contiene mención de agresión sexual )

     MARGO BURRELL no era ajena a la crueldad a la que se veía obligada a enfrentarse en medio de un mundo tan feo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






































MARGO BURRELL no era ajena a la crueldad a la que se veía obligada a enfrentarse en medio de un mundo tan feo.

Al fin y al cabo, había nacido en él. Desde el momento en que abandonó la comodidad del vientre de su madre, se vio inmersa en un mundo demasiado cruel para una chica con un corazón de oro como ella. Margo sabía que no estaba hecha para este tipo de vida, que en algún momento el universo se equivocó y la puso en el medio de tanta masacre. Sin embargo, Margo no era el tipo de chica que se quedaba sentada y se lamentaba de su mala suerte en la vida. Se llevó todo lo malo en la palma de su delicada mano y lo aplastó entre los dedos. No importaba lo que el mundo le deparara, Margo lo afrontaba con firmeza y una fuerza tan poderosa que no se podía contar con ella.

Cuando Margo perdió a sus padres, lloró, se lamentó, pero nunca dejó que aquello la destrozara. Margo se echó hacia atrás los hombros, se secó las lágrimas y prometió a sus padres que daría a Sam una vida mejor que la que ellos le dieron a Henry y a ella. Cuando a Sam le diagnosticaron por primera vez una enfermedad casi mortal, se tragó el miedo irracional a perder a su hermano y encontró la manera de mantenerlo con vida el tiempo suficiente para que Henry encontrara una solución definitiva. Cuando Henry se metió en problemas por robar, con la esperanza de proporcionarles una comida decente a ella y a Sam, Margo entró en la oficina del comandante de FEDRA y suplicó la libertad de su hermano por encima de una brutal ejecución.

Y cuando aquel oficial le puso las manos encima a Margo y la tocó de formas que ninguna adolescente debería ser tocada, sus gritos de auxilio desgarraron sus cuerdas vocales y retumbaron en las paredes de la pequeña habitación, no dejó que eso la destrozara. Debería haberlo hecho. Pero no lo hizo. No podía porque sus dos hermanos dependían de ella para ser fuerte. Así que se arregló el pelo, se abrochó la blusa rota, se secó las lágrimas y regresó a casa, y sólo unas horas después también lo hizo Henry. Su familia volvía a estar completa gracias a su sacrificio. La pérdida de su inocencia y las cicatrices mentales de lo que le hizo aquel oficial de la FEDRA fue un sacrificio que podría haber importado. Por eso Margo nunca se permitió a sí misma quebrarse. Tenía que significar algo. . . y lo hizo.

𝐈 𝐊𝐍𝐎𝐖 𝐓𝐇𝐄 𝐄𝐍𝐃 | ᵗʰᵉ ˡᵃˢᵗ ᵒᶠ ᵘˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora