𝐪𝐮𝐚𝐭𝐫𝐞

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Minjeong está de pie al otro lado del mostrador, el labio inferior atrapado entre sus dientes, el cabello recogido delicadamente detrás de cada oreja. Jimin está distraída.

De repente se acuerda del primer día que Minjeong entró en Mystic Coffee y de lo lejos que se siente en el pasado. Todo lo que aprendió a partir de ese momento hace que el tiempo que pasó se sienta borroso e incompleto de una manera a la que no puede ponerle palabras. Su mente no tarda en recorrer los días para recordar la noche anterior, concentrándose en el recuerdo de la cálida mano de Minjeong entre las suyas y las suaves palabras susurradas entre la nieve.

No han hablado de ello ni de lo que significa.

Jimin ni siquiera está segura de si hay algo de lo que hablar. No sabe que diría si lo hicieran. Probablemente algo estúpido. Eso parece ser lo suyo cuando se trata de Minjeong.

Frunce el ceño y se pregunta si está siendo una idiota al no decir nada.

¿Minjeong está esperando a que ella haga un movimiento?

¿Cómo podría hacer algo al respecto?

Se muerde el labio y deja un espresso doble en la barra para que Ryujin lo tome y lo lleve a la mesa.

Minjeong está apoyada en uno de las columnas de la tienda, con su característica chaqueta de cuero, como siempre, y las mangas bajadas hasta las muñecas. Está mirando algo en el teléfono, con la otra mano cómodamente guardada en el bolsillo. Hoy lleva el cabello de un color que va del rosa al rojo, con reflejos que imitan los últimos instantes de una puesta de sol. Los mechones parecen cambiar lentamente hacia el color más oscuro mientras ella espera su café y la mente de Jimin sigue haciéndose innumerables preguntas.

Limpia los restos de café usado del filtro del café pero su mente está ausente de la acción.

¿Acaso Minjeong quiere que ella de el primer paso?

Se tomaron de la mano. Los amigos hacían eso, ¿cierto? Pero luego había estado ese momento donde Jimin no estaba segura si... bueno...

Ella dijo que le gusta Jimin, ¿pero eso significa que realmente le gusta Jimin?

Si es así, entonces Jimin se queda con más preguntas que antes. La mitad de ella está convencida de que no puede ser verdad porque, ¿qué podría ver Minjeong en alguien que no tiene ni una pizca de magia? ¿Por qué alguien que experimenta lo extraordinario tan a menudo querría a alguien tan... ordinario?

Frunce el ceño y las preguntas empiezan a hacerle doler la cabeza, pero es inútil intentar apartarlas de su mente mientras se dedica a preparar la bebida de Minjeong.

"Puedo sentir tu mente trabajando desde aquí".

Jimin levanta la vista.

"No estoy segura si estás bromeando", le dice, acomodándose las gafas en el puente de su nariz y de alguna manera se las arregla para ensuciarse la cara con restos de café cuando lo hace. Se apresura a quitárselos de la mejilla, pero está segura de que Minjeong ya se ha dado cuenta.

Minjeong sonríe.

"Solo un poco. Estoy bastante segura de que todo el mundo aquí puede notar que estás distraída por algo".

Jimin frunce el ceño, sus ojos miran momentáneamente alrededor de la habitación, hay un par de personas sentadas y leyendo periódicos, un par más jugando al ajedrez en la mesa del fondo, pero nadie le presta atención excepto Minjeong.

Minjeong siempre está prestando atención.

"¿Son tus exámenes?".

Jimin vuelve a mirar a Minjeong y miente asintiendo con la cabeza. Bueno, miente parcialmente, también está preocupada por sus exámenes. Probablemente no tiene motivos para estarlo porque esta más que preparada, pero aún así tendrá que esforzarse para conseguir una nota decente.

𝙞 𝙥𝙧𝙚𝙩𝙚𝙣𝙙 𝙮𝙤𝙪'𝙧𝙚 𝙢𝙞𝙣𝙚( 𝙬 𝙞 𝙣 𝙧 𝙞 𝙣 𝙖 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora