𝑪𝒂𝒍𝒊𝒈𝒓𝒂𝒇𝑖𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝑷𝒍𝒖𝒎𝒂

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"Recuerdo ese amor juguetón que me acariciaba el corazón con delicadeza. Esos besos inocentes y deseosos de más y ese pensamiento fijo aspirando a algo mayor.
Ese deseo de mantener una relación amorosa con alguien más que sintiese ese profundo sentimiento incapaz de dejarme avanzar con alguien que no fuese él.

Los primeros besos que declararon nuestro fugaz amor eran un éxtasis, como si miles de cohetes fuesen disparados, y me dejasen ciega impidiéndome ver el cielo oscuro y tenebroso. Las breves visitas me hacían saltar de emoción, queriendo más, y nuestros suaves toqueteos deseosos de algo más carnal. Un amor intenso.

Recuerdo nuestra primera cita con flores, bombones, cena romántica y nuestro amor en una cama.
Una noche perfecta para dos amantes...

Pronto empezamos a vivir juntos y las mañanas se resumían a café y unas dulces sonrisas sin azúcar, pronto llegaron las reuniones familiares sin ser nada formal y yo me iba creyendo ese amor inexistente por culpa de sus acarameladas mentiras.
Pronto llegaron los problemas con fuertes gritos y delirios acompañados por una culpa que no tenía nadie. Los reclamos no empezaron a faltar y cada risa me consumía y cada acto que hiciese era controlado, pronto mi libertad quedó clausurada.

Era amor. Un amor joven e inexperto.

A continuación venían los verdaderos actos de amor, sus consejos sobre cómo verme y actuar frente a los demás. El no buscaba dañarme, lo decía siempre. Empezó todo con un "has cogido peso ¿verdad?" Seguido de un "¿Todo eso vas a comer?" Y terminando con un "Estás maldita mente gorda" Cambié, lo juro, perdí peso y empecé una dieta. Luego me recomendó como comportarme, empezó con un "no seas tan cariñosa" seguido de un "no te acerques tanto" para terminar con un "eres un puta"

Era amor...

Nuestras citas dejaron de ser salidas al cine, a patinar, dedicarnos a pintar o dedicarnos poemas. Nuestro romanticismo se estaba extinguiendo. Ahora nuestras citas se resumían a sus caricias en mi cuerpo que me dejaban marcas violentas que duraban días. Ya no me regalaba flores como al principio, ahora me clavaba las espinas como castigo por serle infiel. Era caóticamente hermoso, según él.

Era amor...

Su forma de conquistarme eran sus poemas con miles de sentimientos que me hacía sentir especial. Ya no me dedicaba o me recitaba poemas, ahora se resumía a insultarme, por que yo la había cagado. Sus poemas acompañados de besos y abrazos, ahora sus insultos eran acompañados por patadas y puñetazos.

Fue en ese entonces que sabía que verdaderamente no estaba siendo amada, y cuando quise salir de ese "profundo amor" estaba acorralada. Estaba amenazada y tenía miedo.

Entonces empece a dejar de sonreír, me descuide y me deje manipular a gusto de él. Cuando se cansó de aprovecharse de un alma enamorada, se fue y lo hizo llevándose todo de mi. No tenía ganas de seguir, no tenía las fuerzas y no tenía a nadie a mi lado que fuese mi apoyo. Me sentía sola de nuevo.

Todo fue cuesta abajo, lloraba cada noche susurrando que alguien me abrazase y me dijese que todo estaba bien pero nadie venía, mi mente me empezaba a ilusionar, y en un momento de soledad absoluta quería que todo se acabase y ahí empezaba mi final. El baño se empezó a inundar de sangre y yo me empezaba a sentir feliz al no sentir más dolor. Fue bonito verme con él por un momento riéndonos y jurándonos querernos. Luego despertaba y seguía en mi baño, para mi desgracia.

Era amor.."

(N.A: Les dejo esto y pronto habrá interacción con Cherry. Se que me fui de la historia del manga pero ni si quiera yo sabía que esto pasaría. Discúlpenme. Me desaparecí por las situaciones que estoy viviendo ahora mismo cargadas de estrés,  pronto serán vacaciones y espero subir algo más. Espero les guste el capítulo, y estén bien)