The Stripper | Yuleria

Capítulo 13 - Regalo, Paseo, Conversación

VALERIA POV

Revisé todos sus compromisos y nada, Yuri se quedaría en la empresa todo el día ¿Podría ser peor mi mala suerte? La noche pasada fue un tanto problemático, nunca en mis aviones pensé que estaría al lado de Iker. Después del casi beso de Yuri y yo, salí un poco distraído del lugar.

"¿Está todo bien Vale?" - oí la voz de chico a mi lado.

- Sí, claro. Solo con un poco de dolor de cabeza, ¿puedes llevarme a casa?

Recibí una mirada molesta, sé que él esperaba más aquella noche, pero con Yuri a pocos metros de mí, era prácticamente imposible pensar en Iker, ¿de acuerdo? Alcé los hombros y tomé mi bolso.

-Claro, vamos te llevo a casa.

Miré por última vez la mesa donde estaba Yuri antes, pero sin señal de ella por ahí, ¿Ya se fue o salió con alguna chica? Samantha tampoco estaba ahí, seguramente ellas ya no estaban más aquí.

El camino de vuelta fue en puro silencio, se notaba a kilómetros cuanto aquella noche había sido un fracaso, no tanto así, Cata y Sofía salieron ganando aquel día, pues Nicolás y Alfredo se mostraron muy buenos partidos mientras Iker se molestó y se quejó desde el momento que puso sus ojos en Yuri, quien estaba de mi lado. ¿Será que él sintió alguna cosa diferente en nosotras? No, no pienses en eso.

- Hemos llegado. - Dijo manteniendo el auto frente a mi edificio.

- Gracias por la noche, me gustó. - Mentí, o no, ver a Yuri fue maravillosa.

- ¿Te gusto? Creo que fue algo irritante, pero puedes entenderme, ¿verdad? Algo en mí no le gusta esa mujer.

- ¿Yuri? No entiendo, es una buena persona.

- Contigo, ¿no es así? Lo que me parece muy extraño, ella solo es una mujer inútil y arrogante.

- No, porque apenas la conocemos. Además, no deberías hablar de ella así.

- No tengo miedo de ella Valeria, apenas llegó y estropeó todo, ¿recuerdas las horas absurdas que pasaste trabajando en la hoja de balances?

-Iker de verdad. Estoy muriendo de dolor de cabeza, y no quiero hablar de trabajo ahora. - Hablé irritada.

- Discúlpame, fui un idiota. Sé que la noche no fue de las mejores, pero podemos mejorarla.

Miré sus ojos, que por cierto eran lindos, pero no eran esos los que yo quería mirar ahora. Bajé mi cabeza, pensando en la forma más educada de decir que por hoy ya fue suficiente. Sin embargo noté como se acercó más a mí, tocando levemente sobre mi barbilla, haciéndome míralo nuevamente.

- Eres una mujer hermosa Valeria.

- Gracias, pero tengo que ir. Nos vemos mañana. - Salí del carro sin más.

-Te quiero en mi oficina en dos minutos. - Escuche la voz ronca de Yuri, haciendo estremecer todo mi cuerpo.

Elevé la vista y solo vi a Yuri entrando a su oficina, estaba rezando a Dios para que no recordase nada de la noche anterior. Agarré mi agenda, ajustando mis lentes en mi rostro, caminando lentamente hacia su oficina.

-Señorita Ojeda.

Se movió quedando frente a mí, mirándome con sus ojos marrones brillantes, me sentí débil todas las veces que la miraba. Me di cuenta de que su mirada recorrió todo mi cuerpo, haciéndome tragar en seco, vi su expresión tensa, Yuri cerró los ojos con fuerza, negando con la cabeza.