Capítulo 51 - Ajuste de cuentas

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Pov Yurielkys

Abrí mis ojos lentamente, sintiendo el dolor en mi cabeza. Me giré de un lado a otro en la cama, buscando el cuerpo de mi mujer. Pero estaba vacía. Gruñí palabras incoherentes tan pronto como mis ojos vieron la claridad que venía desde la ventana.

¿Dónde está Valeria? Jesucristo.

Me senté en la cama, frotando mis ojos ligeramente. La noche de ayer fue más emocionante de lo usual. No recordaba mucho, pero sabía que en medio de todas las borrachas yo era la que estaba mejor. Solo tuve la ayuda de Sofía que por cierto era la única sobria, para ayudarme a sostener a todas esas mujeres.

¡Dios!

-¿Que estuvieron haciendo? – Preguntó Cata en cuanto puso sus ojos en nosotras cuatro.

Se había quedado en la mesa con Sofía y Aline, que estaba acurrucada en los brazos de una hermosa rubia.

Danna dejó salir una graciosa y ruidosa risa, los efectos se hicieron presentes en la mujer.

-No quieres saberlo.

Cata amplió sus ojos y abrió su boca.

-¿Sexo grupal? ¿Y no me llamaron? – Dijo emocionada y algo borracha. Valeria ya me había dicho del apetito sexual de Cata.

-Ni siquiera para compartir, huh. – Fue el turno de Aline de hablar. – Te extraño, Valeria. – Completó guiñando a mi novia.

Observé a la mujer de manera seria. La maldita mujer de negocios siempre se aseguraba de coquetear a mi mujer. Todo para provocarme, y como siempre, no pude controlarme.

-¿Puedes callarte? –Exclamé con ira.

-Yuri... Mantén la calma. – Me susurró Valeria.

-Ella me provoca. – Resoplé con ira.

Valeria dejó salir una sonrisa inocente y se giró para verme, haciéndome mirarla en sus intensos ojos marrones.

-Soy tuya, te lo demostré, ¡¿o no?!

Dejé salir una sonrisa relajada y besé sus labios muy despacio. Girándome hacia Aline para mostrarle mi expresión victoriosa. La mujer rodó sus ojos y tomó a la rubia de su lado.

-Os veis destrozadas. ¿Lo hicisteis juntas? – Preguntó la amiga de Valeria con mucha curiosidad.

-¡Por el amor de Dios, Cata! – Exclamó Sofía. – Estaban bailando.

-Casi eso. – Dejó salir Sami.

-Voy a rezar mucho por vosotras esta noche. A Jesús no le va a gustar esto, chicas.

-Samantha, cállate. – Hablé empujándola.

-¿Nos vamos? – Susurró Valeria.

-Sí, vamos, bebé.

-¡No, no, no! ¡Vamos a beber! – Dijo Danna alzando su vaso a lo alto.

Y bebimos, mucho. Hasta el punto de no poder estar de pie. Han sido muchos años desde que no salía así y me divertía mucho.

Salí de la cama lentamente y fui al baño. Con cada paso hacia el baño podía escuchar el sonido de la ducha. Dejé salir una risa suave y tan pronto como abrí la puerta pude ver el maravilloso cuerpo de mi novia. Estaba concentrada en la ducha caliente. Las gotas de agua hacían que el cristal de la ducha fuese algo borroso. Pero podía ver fácilmente sus hermosas curvas.

-Linda vista. – Dije.

Valeria en un salto se giró hacia mí.

-¡Jesús! Me asustaste. – Exclamó asustada.

The Stripper | YuleriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora