Nuestro universo

Un cuento de hadas

Era se una vez, en un pequeño pueblo donde la mayoría de sus habitantes eran amables, y entre toda esa casas también vivía una joven madre y su hijo de 5 años, ambos con el mismo color de cabello y ojos lo único que los diferenciaba era el cabello del pequeño era esponjosa mente verde por un par de rizos y que unas lindas pecas adornaban sus mejillas. Izuku Midoriya era su nombre.

Un día como cualquiera el pequeño Izuku estaba jugando solo por el prado ya que nadie queria ser su amigo porque lo consideraban alguien raro. Pero como era de esperarse termino tropezando con una piedra y darse un buen golpe, cuando se levantó noto que ya no llevaba su collar preferido, por suerte no había caído lejos porque al instante lo pudo divisar, pero para su desgracia un pájaro se lo llevo, estuvo persiguiendo al animalillo por un buen rato, no queria lastimar al pajarito pero tampoco queria perder el único recuerdo que tenia de su padre antes de morir.

Sin darse cuenta había entrado al bosque, lugar que su madre le había prohibido y advertido ya que muchos pueblerinos afirmaban que estaba habitada de criaturas peligrosas en su interior.

El pequeño seguía persiguiendo al ave asta que volvió a tropezarse y la perdió de vista, al darse cuenta de esto sus ojos se cristalizaron y comenzó a sollozar. De la nada su collar cayo enfrente de él, Izuku no podía creerlo sus lágrimas se disiparon y una bella sonrisa se formo en su rostro, pero a los pocos segundos algo de color negro callo en su cara causando un susto en él.

- carajo Kirishima, que te e dicho sobre... -, en eso un niño de pelo cenizo y ojos carmesí sale de los arbustos. Pero paro en seco al ver como su dragón sobre un humano.

- jajajaja para por favor jajajaja me haces cosquillas -, pedía entre carcajadas el peliverde ya que la pequeña criatura no dejaba de lamerle la cara.

- oye, ¿que crees que estas haciendo con mi dragón? -

- lo siento pero el no dejaba de lamerme -, dijo tratando de quitarse a la lagartija de enzima.

Pero al levantar la vista verde y rojo se encontraron, Katsuki quedo hipnotizado por aquellos ojos esmeraldas, sus mejillas se pintaron de rojo y su corazón comenzó a acelerarse; y por supuesto Izuku no se quedaba atrás, digamos que estaba igual que el primero pero su sonrojo era más notorio.

- lo siento, no era mi intención tomar a tu dragón -, dijo el pecoso algo apenado.

- no te preocupes, al parecer le caíste bien, de lo contrario te hubiera mordido -, comentó el cenizo. - pero que hace un humano en medio del bosque solo? -

- estaba persiguiendo al ave que robo mi collar -, confeso mientras les mostraba el collar con una esmeralda colgando, - y creo que tu dragón me ayudo a recuperarlo -, sonrió con dulzura. - muchas gracias ... Disculpa como se llamaba?

En eso una luz rodeo al pequeño dragón para que a los segundos aparezca un niño pelinegro con sonrisa de tiburón y alas rojas en frente suyo.

- Kirishima, mi nombre es Kirishima -, hablo el niño dragón dejando impresionado al pequeño humano.

- Kirishima mi madre que ordeno que nunca muestras tu forma humano frente a extraños -, le grito severamente molesto.

- pero el ya no es un desconocido es nuestro amigo -, aclaro el pelinegro.

- amigos? ¿somos amigos? -, para Izuku era una sorpresa que alguien le pidiera ser su amigo, mas eso no quitaba lo contento que estaba por tener al fin amigos.

- pues.. Si prometes no le dirás a nadie sobre Kirishima entonces seremos amigo -, declaro el cenizo.

- hecho!!, por cierto me llamo Izuku Midoriya-