Entre Sombras y Llamas (the hunger games)- Finnick Odair

Capitulo 6

Los días de entrenamiento en la sala designada para los tributos eran cruciales. Heather y Ethan, como representantes del Distrito 12 y al cual menos fe le tenian, ingresaron al ruidoso espacio lleno de equipos de entrenamiento y monitores que supervisaban cada movimiento. Las miradas de los otros tributos se posaron en ellos, algunos con curiosidad, otros con desdén y hasta con gracia.

Heather, decidida a demostrar su valor, decidió mostrar su destreza con el arco y las flechas Ethan la siguió, y se dirigió a una sección de entrenamiento con pesas y equipo de combate. Mostró su fuerza y habilidades tácticas, dejando boquiabiertos a muchos espectadores. Juntos, formaron un equipo compenetrado, conscientes de que debían destacar en cada área para atraer la atención de los posibles patrocinadores. Los tributos de otros distritos observaban con atención mientras Ethan demostraba su destreza con armas improvisadas, Heather con gracia y precisión, lanzaba flechas que se clavaban en los blancos con exactitud.Los murmullos se extendían mientras los tributos y los mentores observaban a la chica del Distrito 12 superar expectativas.

Tributo del Distrito 1: ¿Viste eso? No esperaba que fueran tan competentes.

Tributo del Distrito 2: Deberíamos mantener un ojo en ellos. Podrían ser una amenaza.

Heather notó las miradas de los demás, algunos sorprendidos de ver tal habilidad proveniente del Distrito 12, conocido por su situación de pobreza. No obstante, estaba decidida a romper con los estereotipos y mostrar que ella y Ethan no eran solo tributos comunes. Mientras algunos tributos expresaban sorpresa y admiración, otros profesionales no estaban tan complacidos. Algunos intercambiaban miradas de desdén, incapaces de aceptar que dos tributos del Distrito 12 pudieran destacar de esa manera.

Tributo del Distrito 1: -murmurando- ¿Desde cuándo el Distrito 12 produce tributos que saben pelear?

Tributo del Distrito 4: No subestimes a nadie en los Juegos. Recuerda que cada uno tiene su propia estrategia.

En una pausa entre sesiones de entrenamiento, Heather y Ethan se encontraron con tributos de otros distritos. Algunos mostraban curiosidad genuina, mientras que otros mantenían una actitud más reservada.

Tributo del Distrito 3: ¿De verdad son tan buenos como parecen?

Heather, con una sonrisa segura, respondió: "No subestimen al Distrito 12. Tenemos más habilidades de las que creen"

Ethan asintió, reforzando la declaración de Heather con su presencia tranquila pero segura.

Tributo del Distrito 7: Bueno, veremos qué tan lejos llegan.

El ambiente en la sala de entrenamiento estaba cargado de competencia y rivalidad. Heather y Ethan estaban decididos a dejar una impresión duradera y cambiar las expectativas que los demás tributos tenían sobre el Distrito 12. A medida que los días de entrenamiento avanzaban, Heather y Ethan continuaron perfeccionando sus habilidades y estrategias, preparándose para la brutalidad inminente de los Juegos del Hambre.La rivalidad y la envidia crecían a medida que Heather y Ethan continuaban impresionando en la sala de entrenamiento. Los tributos profesionales, acostumbrados a la supremacía de sus distritos, se veían desafiados por la presencia de estos forasteros decididos. La sala de entrenamiento se convirtió en un campo de batalla simbólico donde la lucha por el reconocimiento estaba en plena plenitud. En los días previos a los Juegos, Heather y Ethan se ganaron el respeto de algunos, mientras que otros solo podían mirar con hostilidad desde la sombra de su propia incertidumbre.

Entre los mentores se encontraba Finnick Odair, que observaba la sala de entrenamiento con su característica sonrisa intrigante. Su mirada, que normalmente reflejaba indiferencia, se detuvo en Heather cuando esta comenzó a demostrar su habilidad con el arco. La precisión de sus movimientos y la gracia con la que manejaba cada flecha no pasaron desapercibidas para el experimentado vencedor de los Juegos del Hambre. Finnick, apoyado casualmente contra una columna, se cruzó de brazos mientras seguía cada movimiento de Heather con interés. Algunos de los otros tributos profesionales notaron la atención especial que estaba prestando a la joven del Distrito 12.