Entre Sombras y Llamas (the hunger games)- Finnick Odair

Capitulo 17

Finnick golpeó la puerta con determinación, ansioso por hablar con Heather después de su regreso al Distrito 4. Cuando Annie le informó que Heather no salía y apenas hablaba, Mags, comprendiendo la situación, llevó a Annie a un lado para darle espacio a Finnick. La puerta se abrió, revelando a Heather con una expresión cansada.

― Heather, necesitamos hablar.

―¿Para qué, Finnick? ¿Para que me digas que todo está bien y que sigamos como si nada?

La discusión que siguió fue intensa y llena de emociones acumuladas. Finnick reclamó que no hablara con Annie, pero Heather le explicó que necesitaba tiempo sola para procesar lo que sucedió en los Juegos del Hambre, que pudo haber perdido a su hermana y mejor amigo.

―Me preocupas, Heather. Estás encerrada aquí, no hablas con nadie.

― ¿Y qué quieres que haga? ¿Festejar que sobrevivimos? No puedo olvidar lo que pasó.

La discusión se volvió más intensa con cada palabra. Finnick, frustrado y herido por la frialdad de Heather, le recordó el comentario sobre el beso, y ella confesó sentirse tonta y herida.

― ¿Por qué no puedes entender que lo que pasó entre nosotros no fue un error?

― ¿Entender? ¿Entender qué, Finnick? ya entendi el porque fue un error.

La tensión llegó a su punto máximo cuando Heather, visiblemente agotada y emocionalmente afectada, decidió poner fin a la conversación.

―Ya es suficiente. Necesito tiempo sola, lo mejor es olvidar todo y que te mantengas lejos de mi, me hace mal tenerte cerca y vos actuas como si nada.

― Heather, lo siento...

Intentó disculparse, pero ella no quería escuchar más. Lo echó de su casa, dejando claro que necesitaba espacio y que prefería que él se mantuviera alejado.

― Por favor, vete. Necesito estar sola.

La puerta se cerró, dejando a Finnick solo en el umbral, sintiendo el peso de las palabras no dichas y las emociones sin resolver.

El tiempo pasó, y la brecha entre Heather y Finnick parecía aumentar. En reuniones y encuentros, Heather optaba por ignorar a Finnick, concentrándose en las conversaciones con Mags o Annie. Aunque la herida de la discusión aún persistía, también estaba el dolor sordo de ver a Finnick interactuar con los demás, especialmente con Annie. Annie, ajena al conflicto no resuelto, compartía con Heather detalles de su tiempo con Finnick, mencionando cómo las cosas iban bien entre ellos y sugiriendo que Finnick también podría tener sentimientos por ella, cada comentario hería a Heather, pero ella se esforzaba por mantener una apariencia de indiferencia.

Finnick, sintiendo la distancia crecer, intentaba acercarse a Heather, pero ella siempre encontraba una excusa para alejarse. Ya sea que se involucraran en conversaciones con Johanna, Beetee, Wiress o que se tenia que reunir con Johan y Lucrecia, Heather evitaba cualquier situación que pudiera llevarla a enfrentar sus propios sentimientos y la tensión no resuelta con Finnick. La incomodidad flotaba en el aire cada vez que estaban juntos, pero ambos optaban por el silencio en lugar de abordar el problema. Las palabras no dichas se acumulaban, creando una barrera entre ellos que parecía insuperable. La amistad que una vez compartieron se desvanecía, y en su lugar quedaba un espacio lleno de dolor y malentendidos.

Heather estaba en un rincón alejado, observando la gira de la victoria de Katniss y Peeta en el Distrito 4. Aunque su corazón anhelaba estar presente para apoyar a su mejor amigo y hermana, las órdenes del presidente Snow le prohibían hacerlo. Desde la distancia, las lágrimas se deslizaban por sus mejillas mientras veía a Katniss y Peeta sobre el escenario, notando cómo habían perdido parte de su brillo natural debido a los Juegos del Hambre. Al finalizar el discurso, los rebeldes hicieron sonar el característico sonido del sinsajo, un llamado a la rebelión. Heather cerró los ojos, imaginando la preocupación en la mirada de su hermana. Sabía que los disturbios y la rebelión estaban desatándose en los distritos, y su abuelo no dejaría que las cosas quedaran así. La inquietud se apoderaba de ella al pensar en las posibles consecuencias para su hermana.