El sol comenzaba a filtrarse lentamente por la ventana, despertándote suavemente. Te frotaste los ojos y bostezaste mientras te adaptabas a la luz de un nuevo día. Al mirar a tu alrededor, te diste cuenta de que seguías en la misma habitación, lo que te hizo suspirar aliviado.
Al girar hacia el lado, viste a Himiko aún profundamente dormida, con una expresión de felicidad y una sonrisa en su rostro. Te preguntaste qué estaría soñando para tener esa sonrisa tan pacífica y cómo era capaz de seguir durmiendo con los rayos del sol en su cara.
Recordaste la extraña figura que viste la noche anterior y te entró la curiosidad de mirar por la ventana otra vez para verificar si todo había sido producto de tu imaginación. Sin embargo, esta vez, donde debería haber estado la persona, solo se encontraba un ave reposando. ¿Había sido solo un producto de tu mente cansada y agotada por todo? Quizás Himiko tenía razón en eso.
Sacudiste la cabeza para apartar esos pensamientos y te concentraste en el presente. Tenías un nuevo día por delante y muchas cosas por explorar junto a Himiko. Decidiste dejar de preocuparte por la figura misteriosa y centrarte en disfrutar del momento presente.
Lentamente y con mucho cuidado, te levantaste de la cama, intentando hacer el mínimo ruido posible para no despertar a Himiko. Colocaste tu peluche a un lado de la cama, aún indeciso sobre el nombre que le pondrías. Quizás algo simple como "Mr. Conejo" o algo similar que no fuera tan difícil de decir y recordar
Miraste nuevamente a Himiko por unos segundos más antes de sonreír un poco, reconfortado por el hecho de que no estarías solo en esta nueva etapa de tu vida. Sabías que ella estaría allí contigo, y eso te daba cierta tranquilidad.
Dirigiste tu atención al baño de la habitación, donde procediste a cambiarte de ropa. La ropa que habías guardado en tu mochila era diferente a la de los demás niños. Tu padre siempre había preferido comprarte ropa "auténtica" y "adecuada para tu futuro y tu grandioso propósito", o al menos eso te decía antes. Esta era una de las pocas cosas que te quedaban de él...
Mientras te lavabas los dientes, te quedaste mirando al espejo, arreglándote el cabello y observando la cicatriz que adornaba tu rostro. Era un recordatorio constante del incidente que habías vivido, pero también parecía llamar la atención de Himiko, quien mostraba un interés inusual por ella. Te preguntaste qué podría intrigarle tanto de esa marca y decidiste preguntarle más tarde.
Al salir del baño, optaste por abandonar la habitación para permitir que Himiko siguiera durmiendo plácidamente. En los pasillos del orfanato, los niños comenzaban a despertarse y a emprender sus propias actividades matutinas. Sin embargo, tu atención no se centraba en ellos; si no mostraban interés en ti, tú tampoco lo harías en ellos. Preferías mantener tu distancia y concentrarte en tu propio camino.
Continuabas explorando el lugar cuando avistaste a Akina recorriendo los pasillos, atenta y vigilante, asegurándose de que los niños mantuvieran la calma y el orden. Te diste cuenta de que ya te había visto, y aunque intentaste cambiar de dirección, ya era demasiado tarde: Akina se dirigía hacia ti con una sonrisa.
"¡Buenos días, T/N!" -te saludó con una energía que contrastaba con la tranquilidad del ambiente matutino- "Espero que hayas descansado bien en tu primera noche aquí."
Respondiste con un amable asentimiento, devolviéndole el saludo mientras intentabas ocultar cualquier rastro de intranquilidad o preocupación que pudieras tener. Aunque intentaste despedirte cortésmente para seguir explorando o hacer cualquier otra cosa, Akina tenía otros planes.
"Antes de que te vayas a aventurar por aquí, ¿te gustaría unirte a nosotros en el desayuno?" -sugirió Akina con una sonrisa amable-"Sería genial que te mezclaras con los demás chicos. ¡Puede que encuentres a alguien más con quien hacer amigos! al final del día todos somos una gran familia, uno para todos y todos para uno..."

ESTÁS LEYENDO
"haremos nuestro propio mundo juntos" (Toga x lector masculino)
Fanfiction"T/N un niño de 6 años que aún no a despertado su don, tuvo que ser enviado a un orfanato esto debido a la desaparición de su único tutor legal, su padre, aunque en ese mismo lugar iba a encontrar a la única persona que lo iba a acompañar y seguir...