las semanas ya habías transcurrido desde tu llegada al orfanato, a tu nuevo hogar. Aunque ya te estabas casi adaptando a tu nuevo hogar, de estar más cómodo en el orfanato, habia un pequeño detalle y ese ella la falta de amistades era evidente.
Himiko era la única persona con la que te sentías realmente conectado. Cada día que compartían, los lazos entre ustedes se fortalecían. Ningún otro niño del orfanato se había acercado a ti para ser tu amigo o algo parecido, y aunque Akina intentó que hicieras nuevas amistades, no querías relacionarte con esos niños.Esos mismos niños estaban hablando mal de ustedes a tus espaldas, burlándose de Himiko por su apariencia algo vampírica y empezando a burlarse de ti, llamándote secuaz por haberla defendido semanas atrás. También comenzaron a llamarte demonio por tus brillantes ojos rojos, que apenas podían reflejar una silueta en ellos.
A pesar de todas esas palabras y miradas cuestionadoras, tu conexión con Himiko se fortalecía cada día más.
Encontraron rincones especiales en el orfanato donde pasar tiempo juntos, compartiendo historias, risas y aventuras inventadas. Aunque esos momentos los unían, los murmullos y señalamientos a sus espaldas creaban una barrera que no podían ignorar.
A veces, trataban de olvidar los comentarios negativos cuando estaban juntos, pero en ocasiones la frustración y la molestia crecían. Himiko a menudo parecía más afectada, lo que te impulsaba a protegerla aún más.
Cada mirada cuestionadora, cada murmullo, te llevaba a desear que las personas entendieran la verdadera naturaleza de Himiko. Ella no era una villana, solo una chica diferente, única en su forma de ser. Sin embargo, cada día parecía que el ambiente en el orfanato se volvía más hostil hacia ella, lo cual te preocupaba profundamente.
Te propusiste encontrar una manera de defenderla de aquellos que querían hacerle daño. Consideraste la posibilidad de intimidar, de infundir miedo para disuadir a quienes pretendieran hacerle algún mal. Estabas dispuesto a hacer lo que fuera necesario para protegerla, incluso si eso significaba enfrentarte a quienes osaban tratar de hacerle daño.
Pero eso tendría que esperar. El día tan esperado de ir a la escuela con Himiko había llegado.
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.El día tan esperado finalmente había llegado. Te levantaste con una mezcla de emoción y nerviosismo. Vestiste tu uniforme escolar con cuidado, asegurándote de estar presentable para este nuevo capítulo en tu vida, y te pusiste tu mochila en la espalda, la cual contenía dos cuadernos que te había dado Himiko.
Himiko, siempre entusiasta, te esperaba frente a la habitación, ya vestida y lista para salir.
"¡Vamos, T/N! ¡Hoy será un gran día!" -Himiko sonreía, aparentemente emocionada por la jornada escolar.
Y en menos de un segundo, ella te agarró de la mano y te empezó a arrastrar por los diferentes pasillos, llamando la atención de algunos niños que se estaban despertando.
Después de caminar un poco, se encontraron directamente con Akina, quien los estaba esperando con una sonrisa.
"¡Buenos días, chicos!" -saludó Akina con una sonrisa cálida mientras se acercaba a ustedes.
Himiko respondió con entusiasmo- "¡Buenos días, Akina! ¡Hoy es nuestro primer día en la escuela juntos!"
Akina asintió, mostrando una expresión de alegría y orgullo- "Así es, estoy emocionada de acompañarlos en este nuevo comienzo. Estoy segura de que se divertirán y aprenderán muchas cosas interesantes".
Tú asentiste con determinación, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo por lo que te esperaba en la escuela. Pero la presencia de Akina y la compañía de Himiko te daban la confianza necesaria para enfrentar cualquier desafío que pudiera surgir.
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"haremos nuestro propio mundo juntos" (Toga x lector masculino)
Fanfiction"T/N un niño de 6 años que aún no a despertado su don, tuvo que ser enviado a un orfanato esto debido a la desaparición de su único tutor legal, su padre, aunque en ese mismo lugar iba a encontrar a la única persona que lo iba a acompañar y seguir...