Día 9: Hanahaki

41 4 10
                                    

Pareja secundaria: LindaxNear

Advertenia: Muerte de un personaje

Palabras: 720

"Las hermosas gardenias blancas representan su dolor al ver a quien ama con algún más"

El de ojos grises no pudo evitar esbozar una leve sonrisa al sentir los brazos que lo envolvían por la espalda, apegándolo al cuerpo de su ser amado.

—Hola, mi pelusita —saludó la otra persona en su oído con dulzura en su voz.

—Hola, mi rubio —respondió con un apodo que, a pesar de ser simple, arrancó una sonrisa al más alto.

Se giró en su lugar para quedar frente a él, con un sonrojo le plantó un corto beso en los labios.

Ante esta escena, sintió un nudo en el estómago y apretó los ojos con fuerza, conteniendo las lágrimas que amenazaban con brotar.

Entonces... tosió.

En las blancas hojas que sostenía apareció una gardenia del mismo color con pequeñas manchas rojas.

Observó fijamente aquella bella flor que para su desgracia en este último tiempo se le había hecho tan familiar.

Su pecho dolía con cada nueva flor que emergía de lo más profundo de su garganta desgarrando su interior.

—¡Mello! —la voz del pequeño albino hizo que levantara la mirada, viendo cómo el rubio lo cargaba entre risas.

Las sonrisas y miradas llenas de amor le provocaron un malestar que no pudo soportar.

Se puso de pie y con todas sus fuerzas corrió hacia el baño, donde expulsó una gran cantidad de esas flores bañadas en su propia sangre... y ya sin poder aguantar más, comenzó a llorar.

Lloró por las flores ensangrentadas.

Lloró por el dolor en su cuerpo.

Lloró por la asfixia que sentía.

Pero sobre todo, lloró por él.

Deseaba que esas miradas y sonrisas le pertenecieran.

Quería ser la única persona que pudiera abrazarlo y besarlo.

Quizás era egoísta pensar así, anhelar con tanta intensidad a alguien que no podía tener, pero no podía engañarse. Aunque la destruyera por dentro, no sería capaz de arrebatarle su felicidad. No se perdonaría ser la causa de que esas sonrisas desaparecieran y esas miradas se apagaran. Después de todo, primero estaba su amistad.

Días, semanas e incluso meses habían pasado desde que el primer pétalo de flor abandonó su interior, marcando el inicio de una cruel tortura sin fin.

Una, dos, tres, cuatro... eran tantas las flores que ya no podía contarlas. ¿Sería que la vida se apiadó de ella y este era el fin de su sufrimiento? Esperaba que si.

La conmovedora imagen de Mello y Near confesando su amor a gritos bajo la suave lluvia de otoño llegó a su mente como un disparo enviado para recordarle una vez más, que él no estaba y jamás estaría a su lado.

Que cruel podía ser la mente humana en ocasiones.

Ahí, tendida sobre el frío piso de azulejos del baño, entre gardenias blancas bañadas en sangre y lágrimas fue que pudo sonreír, pero no, no una sonrisa falsa como las que se había acostumbrado a dar, no, esta era una sonrisa genuina de las que no mostraba desde la primera flor.

Estaba claro que este dolor al fin se apagaría junto con su respiración, la cual a cada segundo se hacía más débil.

Era impresionante como hasta en los últimos momentos de su vida pensaba en aquella mirada gris brillando con amor para una persona que nunca sería ella.

—Te amo... Nate River.

Exhaló su último aliento dedicándole a él sus últimas palabras, pero no sus últimos pensamientos.

Estos fueron dirigidos hacia aquel que, sin ningún esfuerzo le ganó en la competencia por el corazón del hermoso albino.

"Mello... por favor... hazlo feliz"

Allí entre frágiles gardenias blancas cubiertas de la sangre de alguien que amó con todo el corazón fue que aquellos ojos que solo cargaban tristeza se apagaron para siempre.

Dejando nada más que aquellas flores como la prueba del intenso amor que Linda sintió por su mejor amigo.

Que cruel puede llegar a ser el amor ¿No lo creen?

Nadie manda en el corazón y el de Near lo eligió a él para complementarlo.

Algo de lo que Linda fue consiente hasta el último día de su vida.

Oh bellas flores que con su delicada apariencia y flagrancia dulce acabaron con la vida de una chica cuyo único pecado fue amar a quien no la amaba ¿Por qué sois tan crueles al marcar de bella manera su sentencia?

Después de todo, no hay peor enfermedad que el amor no correspondido.











Las gardenias blancas son unas flores de un fuerte olor que representan un amor puro y a la vez un secreto, lo que se puede traducir como un amor secreto

31 días de MeroniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora