T R O U B L 3 - [ RAYFROG ]

0. Prologo.

Excluido de una sociedad a la cual jamás quise pertenecer.

He deseado desde años, escapar del planeta con tal de regresar a mi universo, mi verdadero hogar y el único en el que ningún puto gobierno finge pasársela de perfecto, con fachadas en televisión que manipulan masas e obligan a mi raza a ponerse a lamerle los pies. 

He deseado escapar del mundo al que me metí, alejarme de lo que creí ser cuando recién llegue, y todo lo que mi imagen representaba en esta sociedad de mierda, a una por la que trabaje años para una falsa paz que jamás llegará para los de mi especie. Para extranjeros de otros universos que solo son discriminados por su apariencia, por no ser capaz de piel pelada de color durazno que no tienen piel verde, azul, apariencia de animal o tres ojos.

He deseado que mi juicio en este tribunal termine desde la semana pasada en que me atraparon, implantando explosivos en el capitolio para evitar que sigan promulgando su mierda política anti especie. 

—Rayman del universo X, conocido como el universo de los cuentos de hadas controlado por Mr. Dark. ¿Cómo se considera usted? —dijo el juez con la punta de la coronilla al tragaluces.

—Hijo de perra.

Reí por dentro, mientras un guardia me golpeaba con la boquilla de su arma en el estomago, haciendo que me desplomara con las partes de mis manos y pies estirándose, pues al mismo tiempo otro guardia me electrocutaba con su shotlaser. 

Por si no lo había mencionado, desee tener brazos o piernas, así mis manos y pies no flotaran fuera de mi torso, también me vendría bien un cuello para que no me digan "cabeza colgante" como si hiciesen doble sentido de sus estúpidos miembros pelados. Yo no tengo uno, y no necesito de una vara que me cuelgue entre las piernas para complacerme, con verlos furiosos de mí, ya me siento excitado. 

—El jurado lo ha considerado una amenaza para nuestro Edén de Estados Unidos de América, un criminal que ha asesinado políticos, policías e incluso ha promulgado en contra de nuestros tratados de paz en son de relaciones entre alienígenas y humanos —dice la mujer a su lado, adjuntando un papeleo—. Usted es culpable de crímenes de odio hacia nuestra nación, y por ello, debido a estar a punto de asesinar a Sarah Fisher, directora de la prisión de los criminales más peligrosos de Edén, Supermaxx. Ha sido considerado para una ejecución en vivo, debido a todo lo anterior comentado.

Agrande los ojos, pues imagine que terminaría siendo un instrumento de Sarah, la maldita señora que controló a un grupo de rebeldes en un proyecto llamado Fantasmas. Así hacían todo lo que les ordenaba, con tal de hacer de Edén un lugar peor, matando traficantes de las armas de una empresa igual de corrupta que su ciudad.

Crean armas que abren agujeros de gusanos por las dimensiones, incluso las que desconocen, esto podría dar pie a una guerra entre monstruos de los que la humanidad no podría estar preparada, igual que las criaturas de mi dimensión, como lo son los Darktoons, masas peludas oscuras de dientes filosos que buscan comerte vivo. 

Los enemigos de mi hogar, no se comparan a la mierda por la que debo pelear, para que híbridos, alienígenas, cualquier parecido a mí, distinto a los humanos. Sean libres. Sean jodidamente libres de su puta corrupción, de su maldita anarquía que los amarra a estar en las sombras. A apoyar una armería que se crea en su contra.

—Dentro de 48 horas, usted será ejecutado en el canal de entretenimiento de su reemplazo, Rayman Segundo —declara por ultimo.

Los guardias me terminan levantando, llevándome a arrastras fuera del tribunal, bajando por una hilera de escalones donde vienen reporteros de los únicos dos noticieros de Edén, con cámaras apuntándome a la cara, y las mismas palabras que me nombran un criminal de primera.

Un criminal que dentro de poco morirá.

Un criminal que ha luchado para la paz, lo mejor para los híbridos. Lo mejor para todos nosotros.

Pero así es como funciona sociedad.

Así es como moriré.

Con todos odiándome.

Sin que nadie me amé.