La celda es igual que las de Supermaxx.
Ancha, de paredes blancas y azulejos del mismo color, sellada por dos compuertas de metal que si tocó podría estallar en pedazos dejando carne carbonizada en su lugar. Mínimo quedaría la pelota que guarde dentro de uno de mis tenis de franjas amarillas, es la cosa que quisiera tener con que entretenerme hasta que me toque morir frente a dos millones de personas idiotas.
Idiotas.
Ja.
Como si yo no lo fuese.
La verdad que me comienza a importar menos la seguridad de los demás, ya que me han culpado de ser un narcisista que mira por sí mismo en lugar del resto, pero más equivocados no podrían estar porque no me gane las quemaduras de mi espalda por nada. Creyeron que los misiles podrían matarme, pero no pudieron.
Sucedió en el primer ataque a gran escala que hice en el auditorio nacional de Edén, antes de la promulgación de la ley federal contra híbridos que dictaba una muralla para dividirlos de los humanos, esto no me parecía justo, sabían y sabrán perfectamente que al ser los más rechazados del planeta, ninguna organización querría contribuir con la aceptación de su especie.
Los híbridos siempre han sido rechazados por la humanidad, por el hecho de tener la apariencia de animal, un detalle del cual lo único que hacen son insinuaciones blasfemias.
Es por ello y más razones que los rebeldes tenemos que hacer algo al respecto, estoy tan jodidamente harto que nos hagan menos por nuestra apariencia e incluso, por cómo somos. No es nuestra culpa que algunos hayamos nacido aquí, y que otros como yo hayan llegado de otras dimensiones por la experimentación en armas nucleares. Estas armas provocaron agujeros de gusano que rompieron la grieta entre mundos, ocasionando colisiones que acabaron con naciones y que hicieron Inglaterra desaparecer del mapa.
Las ciudades que fueron atacadas por gusanos colosales con espinas de sus pieles carnosas, comiendo todo a su paso y siendo vencidos por la máxima autoridad de Edén, la ciudad del fin de los tiempos creada para resguardar a los que pudiesen, y también a los extranjeros que no causaban daños a ellos.
—Vaya, miren a quién tenemos por aquí. Sí es el presentador de toda una nación —dice una voz femenina.
—Intentare adivinar.
—No, no es necesario.
Alzo la mirada a las puertas abiertas de la celda, que dejan pasar a una mujer de pelo corto, pintado de gris, con tantas arrugas que la hacen parecer una pasta frita. De acuerdo, aquello ultimo solo lo dije para sobre exagerar.
Es Sara Fisher.
—Imaginaba que terminarías aquí, de nuevo. No me sorprende que tus amigos hayan muerto.
—Los despedazaste frente a mí —respondo.
Sonríe con egoísmo, acercándose a paso lento con las manos tras la espalda, de seguro sea por traer un botón que me haga volar la cabeza, aunque no he sentido ninguna bomba en mi cabeza que pueda activarse. No bajare la guardia, menos con ella.
—Corrección, Capitán Laserhawk fue quien los mató.
—¡Fue a tus ordenes!
Mi mano salió tras su derecha, siendo detenido por un brazo arácnido salido de la espalda (o del trasero). Activado un botón que me hace electrificarme, regresando mi mano hacia mi cuerpo, aun flotando a centímetros de mi torso. Las ventajas de tener manos y pies separados, es tener tres piezas más para partirle su madre, a la mujer que asesinó a tus aliados.
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T R O U B L 3 - [ RAYFROG ]
FanfictionLa sociedad los ha tachado de criminales, rebeldes en contra de la ley suprema que establece que híbridos y alienígenas deberían de dejar el planeta Tierra, de una vez por todas. Han fracaso en su rebelión, en consecuencia, Rayman, un alienígena de...