III. Retribución.

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La burbuja desentonaba el escenario, pero luego de un rato pude ver.

Es un antro de luces estroboscópicas tintineantes, que iban de un punto a otro por todo el escenario principal de bailarines exóticos. La gente se arrinconaba bailando por los laterales del escenario. La música sonaba tan fuerte al igual que las voces de los demás, que era inaudible. 

Bullfrog caminaba, al parecer, por una serie de tuberías por encima de la cabeza de todos, de puntillas. Se dirigió a una mesa privada de adinerados, y uno de ellos logro reconocerlo como un traficante de armas multiversales, uno a quien, Bullfrog apunta con la palma abierta y una daga sobresaliendo del guante.

Estirando los brazos, se dejaría caer de la tubería con las piernas estiradas en punta, cayendo de cabeza en cámara lenta sobre la mesa, moviendo agilísimamente la mano para que la daga degollé al hombre que tenia como objetivo, las mujeres de sus costados que, sacan pistolas para dispararle a la rana. Bullfrog, rompe la mesa en dos, rodando hasta por unos peldaños que lo lanzan  un piso de azulejos de concreto. Las mujeres le insultan antes de dispararle y unos tigres de guardia llaman a las autoridades, así de inmediato se rompe el techo entre los disparos, llegando el grupo de elite, los Six.

Son igual que los Power Rangers pero muchísimo menos amistosos, unos engreídos que le patean el trasero a Bullfrog que no logra lastimarlos, y termina contra la pared arrinconado. Acciona sus dagas para dispararlas a una de los Six, Violet, y le termina dando en las piernas, cayendo de rodillas. 

Se escabulle entre las piernas de Black que lo intenta atrapar como perro descarrilado. Bullfrog salta a la espalda de una mujer que intenta salir del antro, junto con una multitud que aplasta, en una serie de gritos que, reanuda los disparos de las mujeres del traficante, matando a la mujer y siguiendo a Bullfrog a pasos largos. 

La rana se esconde detrás de un sillón que recibe los disparos, algunos resortes le golpean las sienes y una bala le roza el brazo. Las mujeres saltan por encima del mueble, del que Bullfrog se desliza hacia la izquierda para salta sobre sus pies y ponerse encima de las mujeres, clavando las dagas, cayendo ambas con las pistolas disparando por doquier.

Los Six...

—¿Sabías que se llaman Niji 6? —interrumpe la rana.

—Claro que lo sé, no soy imbécil.

—¿Y por qué narras como si fuera partido de fútbol? 

—La costumbre —me ruborizo de vergüenza.

—Eso fue hace años, ¿No? Que dejaste de ser una estrella.

No tenias porque decirlo.

—No fue hace tanto.

—Ajá, sigamos viendo porque las memorias duran poco. Luego explotan.

—Espera, ¿Qué quieres decir con que explotan?

—Explotan como granada y tienes que estar de aquí hasta la pared, o si no, serás ceniza.

—¡¿Y hasta ahora lo dices?!

—Je, je. Sí.

Pongo los ojos en blanco, volviendo a ver la burbuja.

Los Niji 6 se reúnen al rededor de Bullfrog con un chingo de cuerpos de inocentes más muertos que vivos, iluminado hasta el techo abierto a la luz de la luna, con bastantes heridas por todo el cuerpo, se mantiene firme con la capucha puesta y los ojos en blanco. Da un salto con la rodilla doblada, abriendo los brazos y con los dedos extendidos, impulsándose al frente con el aire para destrozar por la mitad el casco de Yellow que se retuerce de dolor, cubriendo la fisura.

La rana cae en una columna regida hasta una de las tuberías, escalando rápido entre los disparos de rayos laser y subir al tubo, sujetándose con las palmas pero no logra sostenerse bien, y cae en los brazos de Black, terminando así, capturado.

—Asesinaste un traficante potencialmente peligroso sin dañar a nadie más, y por eso te metieron aquí, conmigo —digo, apartándome de la burbuja que agranda y achica su tamaño.

—Él comerciaba con personas del gobierno, les entregaba armas que podrían abrir agujeros de gusano. Es peligroso dejar a una persona así, vender armas que acaben con el mundo.

—Un mundo que no es el tuyo —me doy vuelta hacia él, caminando de espaldas—. ¿Para qué preocuparse por los humanos?

—También son seres vivos.

—Que quieren matarte.

—Cierto.

Choco contra la pared.

Nos hemos alejado de la burbuja que le falta poco por estallar.

—Aun así, matare a todos los que van contra la vida de inocentes. No asesino a cualquiera, Rayman. Lo hago por lo que es correcto, no puedo fallar en eso. Pero estoy aquí —se recarga agobiado contra la pared—. Le he fallado a mi gremio, y ahora moriré. Al menos no estaré solo.

—Moriré dentro de un par de horas, no creas que estaré aquí hasta que te vayas. Tienes una semana.

—¿Y de qué me sirve una semana? Cuando mi jugo se acabe, veré cómo muero. 

—¿Piensas en...?

—Sí, no quiero ser una vergüenza y morir en manos de ellos. Prefiero que sean las mías.

Se me hace un nudo en la garganta que tengamos el mismo pensamiento, pero viniendo de él, suena a una cosa totalmente ajena a mí, y que de cierta manera repercute en sí quiero seguir con vida para cuando él decida cuando morir. 

—Disculpe, cuénteme cómo llegó aquí.

—No es tan simple.

—De acuerdo.

Era para que siguieses insistiendo, pero conociendo la moralidad que maneja va respetar mi decisión, algo que yo no haría y seguiría molestando hasta saber la verdad. La verdad es lo ultimo que va quedarnos en revelar antes de morir, y quiero que alguien la sepa antes de partir, pues si debo irme tengo que dejar la revelación de cómo he llegado hasta donde estoy.

Si fallezco siendo la mentira que te dicen en televisión, vomitare sobre mi tumba.

—Pasó hace dos días, no fue un ataque cualquiera. Fue el ataque en que casi matamos a Capitán Laserhawk. 

—El hombre mitad robot —murmura.

—El mismo tipo que peleaba con los míos, que manipularon para convertirlo de los suyos. El mismo amigo que tenía antes de que todo mi equipo muriera y fuese el ultimo superviviente —digo cabizbajo, mordiéndome el interior de la mejilla—. Todo pasó sumamente rápido, pero lo recuerdo como si hubiera pasado en horas, días, semanas. Hasta el tiempo me resultó inadvertido con todos los cuerpos. 

Silencio.

—Así es cómo sucedió todo —prosigo.

T R O U B L 3 - [  RAYFROG ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora