Eclipse || En Proceso

06

25 de diciembre 2017
Navidad, la festividad favorita de mi madre, cada año vienen mis abuelos a comer con nosotras. Así que también es el único día del año que somos todos felices.

Este año invite a Elliot y a su familia a pasar las navidades. A mamá le parece bien, le encanta la compañía de Elliot.

Ya son las 5, voy a mi habitación a ver con que me cambió y luego bajó. Estoy por un vestido rojo, me llega hasta los gemelos, la mangas son largas y deja a descubierto mis hombros también el escote,marca mis curvas y mi cadera. Y luego esta la otra.

Un azul marino oscuro, me llega hasta las rodillas, esta pegado a mi cuerpo, así que se nota mis curvas, las mangas largas y anchas, esta algo cubierto el escote.

Al final me decido por el rojo. Me miro por el espejo y luego empiezo a peinar mi pelo hundulado, me decido por un peinado simple y bonito, me suelto dos menchonsitos y me hago un moño.

Bajo y ayudó a mi madre a preparar la mesa. Mi madre me sonrie, me dice que estoy muy guapa y luego se va a cambiarse.
Pongo unas cosas más en la mesa y luego me siento en el sofá.

Tocan el timbre y me levanto, abro la puerta y de repente me envuelven unos brazos.
- Madre mia, que grande estas Dafne - mi abuela me apretuja mientras que mi abuelo me mira sonriendo.
Mi abuelo se acerca y me da un abrazo, este no es tan fuerte como el de mi abuela, es leve, pero se siente el cariño que quiere trasmitir.

- Vamos, entrar - mis abuelos entran con su equipaje. Les digo que se sienten y llevo su equipaje a sus habitaciones. Otra vez se oye el timbre. Pero esta vez se quien es.
Bajo corriendo las escaleras, me paro delante de la puerta y abro.

Allí estaba, Elliot y sus padres. Los invitó a pasar. Mu madre por fin baja y los saluda. Todos se sientan menos yo mi madre y mi abuela. Ponemos la comida he comemos.

- Abuela, abuelo, el es Elliot. Mi mejor amigo. - el levanta la vista de la comida y saluda a mis abuelos - Y ellos son los padres de Elliot. Jack y Lily - todos se presentan y nos ponemos a comer.

- Y dime Dafne, es verdad que trabajas? - el padre de Elliot me mira serio.
- Trabajaba, ahora estoy centrada en acabar los estudios. - me llevo una cucharada de sopa.

- ¿Y que quieres estudiar? - pff, que es esto, un interrogatorio o una cena? Sin rechistar le respondo.
- Quiero ser directora de cine - mi madre me sonrie con dulzura.
- Es la mejor de su clase, le han dado una beca y todo - mi madre y los padres de Elliot hablan del trabajo y de los estudios de los dos.

Me acerco a Elliot y le propongo ir a mi habitación. Nos despedimos de ellos e subimos a mi habitación.

- ¿A tu padre le caigo mal o algo? - el se sienta en mi cama y luego me mira.
- De lo que no sepa, no no le caes mal. - me sonrie y luego me mira de arriba para abajo. Con eso ocasióna mi sonrojo.

- Estas guapísima - ahora si que parezco un tomate. Este chico no se lo que me hace sentir.
- Tu tampoco estas mal - el me sonrie, mi comentario le a puesto nervioso lo veo en su rubor.

Luego de estar un rato en silencio, me mira serio. Se mira las manos y luego habla.
- Te tengo que decir algo - levanta la vista y se levanta. Se pone delante mia y me coje de las manos y me mira.
Estamos así un buen rato, en silencio, yo pensando en cualquier cosa que quisiera decirme. No aguanto más, la ansiedad me está consumiendo.

- Joder, sueltalo ya Elliot - me coge las manos con más fuerza, apoya su frente contra la mia, nuestras bocas están a centímetros, noto su aliento en la cara.

- Dafne - dice mi nombre en un susurro - joder Dafne, me gustas. Eres una chica increíble, eres diferente, me conoces mejor que yo mismo. Pero lo nuestro no funcionaria, no, después de lo que pasará mañana. - lo miro y no puedo resistirme, le beso.

Le pongo una mano en la nuca, el pone la suya en mi cadera. El beso es cálido y rápido. Sus labios son suaves,dulces,su aliento se mezcla con el mio.Todos mis sentimientos están revueltos, amor, ternura, tristeza, miedo. Todo está mezclado.

De repente el se separa.
- Lo siento, no puedo Dafne, no quiero hacerte daño. - yo me acerco, pero el sigue retrocediendo.

-¿ Que es lo que te hace pensar que me harás daño? - le miro, miro al amor de mi vida, el chico que más amo, pero el chico que se rinde a la primera.

- No puedo decírtelo, no puedo - abre la puerta y se va. Oigo la puerta de la casa cerrarse. Y me desplomó.
No puedo no puedo, joder.
Lloro por lo nuestro, lloro por esto, lloro por lo que no pude tener. Lloro por la maldita vida.

Lloro por el hecho que me dejó sola el día de Navidad.