-Mmm...-Se sentía incompleto.-Necesito más.-Salió de entre toda esa ropa de Takano que había juntado, luciendo desaliñado y con dos mechones de cabello alzados graciosamente sobre su cabeza.
Estar solo en la casa le había servido para hurgar entre las cosas de su alfa y juntar aquellas donde su aroma era más marcado, pero también para no tener que bañarse y arriesgarse a perder el aroma que el pelinegro había dejado sobre él después de estar toda la noche abrazados.
-¿Dónde habrá más?-
Su olfato se había vuelto más perspicaz desde los primeros días del embarazo, y ahora que su pancita estaba algo grande, sentía los olores muy intensamente. Por eso debía construir un nido solo con las cosas del pelinegro, pues el resto de olores no le agradaban ni a él ni al bebé en su vientre.
No obstante, había puesto la casa patas arriba y había saqueado todo lo que se encontrara a su alrededor que tuviera un mínimo del aroma de su pareja. Lo había recolectado todo excepto...
-Jumh.-Una idea cruzó rápidamente por su mente.
-Estoy en casa.-Takano se quitaba el abrigo en la entrada de su casa, dejándolo colgar en los percheros a los lados.-¿Ritsu?-Esperaba encontrarse con el omega quejándose por ahí de cómo quería cenar huevos y camarones o qué quería mango fresco o alguna babosa por el estilo.
Según él, era el bebé quien quería comer eso.
-¿Ritsu?-Se quito sus zapatos rápidamente al no escuchar ni un ruido por la casa. Se preocupó de que tal vez el omega estuviera sufriendo de dolores nuevamente y no lo hubiera llamado, pero la conexión que tenían no le decía nada sobre dolor o algo así.-¿Dónde estás?-Busco en su habitación, encontrando su cama totalmente alborotada y el conjunto de cosas suyas alrededor de una especie de... ¿madriguera? Hecha de ropa.
-¿Ritsu?-Reviso en el interior del nido y no encontró señales de vida.-Mmm...-
-¡Takano-san!-Un gritó lo alertó de inmediato. Avanzó rápidamente hacia la fuente del sonido, que lo guió hasta la habitación de la lavandería.-Estoy aquí.-
-¿Mmm?-¿Acaso estaba viendo mal o es que en serio su omega se había convertido un bollo vivo al meterse dentro de la ropa sucia?-¿Qué haces ahí?-Pregunto al castaño, del cual solo se veía su cabeza asomada dentro de la canasta de ropa.
-Me siento mejor aquí.-Dijo con total tranquilidad.-Tráeme duraznos de Hokkaido.-Exigió con una leve sonrisa mientras sus mejillas se sonrojaban.
-Sal de ahí... y en Hokkaido no hay duraznos.-No sabía si lo último fuera verdad, pero tampoco es como si pudiera descubrirlo por sí mismo.-Ven acá.-Alargo sus brazos y los metió dentro de la canasta, tratando de entender cómo es que un chico de 1.70 había podido meterse ahí.
-¡No!-El grito lo asusto, así que se alejo de nuevo para presenciar como el omega lo amenazaba con empezar a llorar.
-No, no, no, no llores...-El pelinegro apretó fuertemente sus labios al ver el berrinche que el menor hacía con la boca.
-No puedo creerlo.-Takano Masamune, 28 años, guapo, editor en jefe, deseado por todas y todos en su trabajo, se hallaba al lado de un bollo de ropa que había conseguido trasladar hacia su cama. Logró sacarlo de la canasta pero solo cuando dejó la ropa sucia sobre el nido de conejo que Onodera había construido.
-Dame más.-El pequeño conejo/omega apenas asomaba la cara para comer de los duraznos que Takano había conseguido para atraerlo hasta el cuarto.
-Sí, sí, sí.-Tomo uno de los trozos—los cuales tuvo que cortar con forma de conejitos—y se lo dio lentamente al omega.-¿Todo esto te lo pidió Ichiro?-Ichiro era el nombre que habían decidido para su hijo, pues Onodera tenía la certeza, más bien un presentimiento, de que sería un hombre.
-Sí, Ichiro es muy exigente, como tú.-Sonreía mientras masticaba la deliciosa fruta que su berrinche había conseguido.
-Estar entre ropa sucia no es muy higiénico para Ichiro, sabes.-
-Pues se aguanta.-Hizo mala cara y se escondió entre la ropa.
-¿Ritsu?-Takano se asomó por la entrada, para poco después ser jalado hacia adentro.-Wow...-La oscuridad lo envolvió y el olor lo iba a hacer vomitar. Eran demasiados y muy fuertes.
De repente, unos brazos lo envolvieron y una risita captó su atención.-Aquí me siento mejor.-Onodera presionaba su nariz contra su pecho, porque ninguna prenda alguna vez sería capaz de reemplazar el aroma que emanaba Takano a la perfección.
Ya faltan 0 días para la confesión, LA VIDA ES BELLAAAAA 💖💖💖💖
Cambio y fuera mis amigos. Aquí Todoroki19.
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Un pequeño omega con un gran alfa.➖Sekai-Ichi Hatsukoi.➖
RandomLa vida cotidiana de una pareja de omega y alfa. La convivencia nunca fue tan difícil. ➖➖➖➖➖➖➖➖➖➖➖➖➖ Aclaraciones: ⚠️ Los personajes pertenecen a Shungiku Nakamura. ⚠️ La historia es completamente de mi autoría. ⚠️ Basado en el manga y anime: Sek...