02: Náuseas

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La pareja había seguido con su rutina, bueno lo intentaron mientras más pasaban los días los síntomas se empezaron a presentar.

El moreno se levantó al sentir como el otro se movía y poco escucho como el otro vaciaba su estómago en el retrete, se acercó y se agachó alado del otro, recogió su cabello para que no se fuera a ensuciar y cuando esté acabo lo ayudo a ponerse de pie, lo llevo hasta el lavamanos y le preparo el cepillo de dientes.

–; ¿Quieres que te prepare una taza de té? ¿Crees que eso te ayude a calmar tu estómago?

–; Shh solo abrázame -pidió una vez que se enjuago la boca, sintió como el otro lo rodeaba con sus brazos y lo estrujada contra su pecho.- 

–; Todo estará bien... -se sentía mal por no poder hacer nada para ayudarlo, había investigado por todos lados, pero era de lo más normal- Vamos a la cama, hoy no iré a trabajar 

–; ¿Seguro? Estás viendo como expandir el negocio y... 

–; La maldita expansión puede irse al carajo, no te voy a dejar solo, además que hoy llegan los cachorros

–; Oh sí cierto, maldición se me olvidó por completo -entierro su cabeza en el pecho contrario y sintió unas inmensas ganas de llorar.- 

–; No te preocupes mi vida, todo va a estar bien 

–; Es que... -sintió como empezaba a derramas lágrimas espesas en el pecho contrario.- 

–; No llores bebé, yo me haré cargo, no te preocupes, vamos debes seguir descansando 

El otro lo llevo a la cama y se recostaron de nuevo, este prendió la televisión como sonido de fondo, puso una caricatura infantil, la que le gustaba a sus hijos y con eso se terminaron durmiendo de nuevo.

Horas más tarde cuando el sol ya estaba en lo alto el rubio despertó, se sentó en la cama y sonrió su pareja le había dejado su ropa en la cama estaba rodeado por completo del aroma de su pareja eso siempre lo ponía de buen humor además que a su cachorro parecía gustarle, su alegría se desvaneció a ver la hora se levantó lo más rápido y corrió a la ducha, su hijo se suponía que llevaban en una hora y no estaba listo, se preparó lo más rápido posible y cuando bajo se sintió el peor padre del mundo al ver a sus cachorros.

–; Oh amor, ya bajaste, los chicos acaban de llegar hace unos minutos -el moreno abrazo por la espalda al otro mientras les guiñaba un ojo a los chicos.- Estábamos a punto de ir a hacerte bolita a la cama 

–; ¿En serio?

–; Si apa, ya sabes cómo es Louis, se tarda las horas en estar listo como tú -comento la joven alfa mientras se acercaba.- 

–; ¡No es cierto!, fue culpa de Alma, se le olvidó su bolsa y nos tuvimos que regresar -se defendió.- 

El moreno se alejó un poco de su pareja para que sus hijos lo pudieran saludar como era debido, al abrazar a su hija sintió un pequeño malestar, pero lo dejo pasar, pero al abrazar a su hijo no pudo soportarlo más.

–; Disculpen -se alejó y corrió al baño, seguido de su pareja, quien empezó a sobar su espalda mientras le decía palabras tranquilizadoras.- 

Una vez fuera sus hijos se veían confundidos, ambos se culpaban, ambos se reclamaban haber traído un aroma fuerte.

–; Niños ya bastos no es su culpa -informo el rubio, al regresar se veía cansado, el moreno lo sentó en una de las sillas de la barra de la cocina.- 

–; Pero si... 

–; En verdad no es su culpa... 

–; ¡Pero tu fuiste a vomitar! -expreso el más joven mientras se olfateaba, talvez era su perfume nuevo.- 

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