05: Dudas/Miedos

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Los chicos al día siguiente estaba algo extraños, más callados de lo usual, además que no habían saludado de la mejor manera a su padre Ed, el moreno no entendía el porqué, pero lo dejo pasar, estaba tan al pendiente del rubio que dejaba pasar cosas.

–; Chicos, voy a salir a comprarle mermelada de melocotón a su padre ¿Quieren algo?

–; No gracias Edward

Contestaron ambos desde la sala estaban ambos en su celular, el moreno no digo nada, su pareja estaba arriba recostado y él no iba a tardar demasiado, camino hasta el automóvil y lo pudo sentir, un vacío que tenían años sin experimentar.

–; Pero qué carajos

Empezó a conducir hacia el supermercado como de costumbre, termino con varias bolsas de más, siempre encontraba algo además que no se pudo resistir y compro un par de ropitas de bebé, llegó a la casa con un mejor humor, aún sentía una espinita, pero creía que solo era cosa suya.

Entro a la casa y encontró la sala vacía, pero desde arriba se escuchaba ruidos, en la habitación subió con las cosas y sonrió al ver a todos en la cama, los chicos pasaban sus manos por el vientre de su pareja, además que le hablaban a los bebés.

–; Ya sé que solo me mandaste por algo, pero no me pudo resistir

Mencionó el moreno mientras dejaba las bolsas de la ropa en la cama, los chicos al notarlo se despidieron de su padre y salieron cosa que extraño a ambos, pero no mencionaron nada cuando los otros estuvieran listos les dirían.

–; Oh amor, están hermosa gracia -el rubio se pegó al pecho del otro mientras veían la ropa, no eran muchas prendas, pero todas eran muy bonitas.- 

–; Solo lo mejor para mis hijos -confeso el moreno mientras besaba al otro, por lo cual no noto como sus hijos estaban parados afuera de la habitación, ambos solo se miraron y se dirigieron a sus habitaciones.- 

–; Sabes por qué no bajamos y empezamos a preparar la comida, se me antoja algo casero

–; Oh ¿sí?

–; Sí, no tengo ganas de salir hoy, tengo el aroma de mis hijos y el tuyo por nada del mundo, hoy me voy a quitar la pijama 

–; Perfecto, entonces nos quedaremos en casa.

Ambos adultos bajaron hacia la cocina, el rubio se sentó en una de las sillas de la cocina mirando como el otro sacaba las cosas, era raro los chicos desde que se habían enterado de la noticia no se habían separado tanto como ahora.

–; Voy a ir por los chicos, talvez quieran ayudar, no me tardo -menciono el de rulos mientras dejaba las cosas, era costumbre que cocinarán todos o mínimo que estuvieran todos juntos.- 

Subió a las habitaciones y primero tocó la puerta de su hijo, pero no estaba, fue hasta la de su hija y tocó, metió la cabeza y tampoco estaba, salió al corredor para gritarle a su pareja cuando escucho ruido de una de las habitaciones que tenían como bodega.

–; Oye, déjame ver eso -digo el chico mientras tomada la fotografía.- Fue la segunda navidad cuando Edward estuvo con nosotros... 

–; Creí que el Edward había quedado en el pasado -menciono el moreno mientras se acercaba a ellos.- ¿Qué pasa chicos? 

–; Nada, ¿qué necesitas?

–; ¿Seguros?

–; Sí, ¿por qué debería pasar algo?

–; No lo sé ustedes, díganmelo están distantes, miren sé que debo apestar en esto su padre es mejor con las palabras, pero parece que me evitan 

–; No es nada 

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