乁 una semana después
Me quedé dormida para ir al ensayo, no llegaba tarde pero si no me apuraba lo haría, me puse un shorts junto a un top a conjunto, con medias y zapatillas blancas. Y mientras nadaba al ensayo, me intenté peinar de la misma manera que la semana pesada.
Al llegar, me fijé la hora en el reloj del lugar, llegué justo a tiempo.
- Eunmin - llamó Sunoo - Buenos días - sonrió.
- Buenos días - devolví el saludo con una pequeña sonrisa.
- No te crucé en el camino - rascó su nuca mostrando un poco de intriga.
- Me dormí - respondí levemente avergonzada, pasando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja derecha.
- ¿No desayunaste? - negué con la cabeza, no tenía tiempo para eso - ¿Estarás bien? - asentí, intentando transmitirle que confíe en mi palabra.
﹏
El ensayo transcurrió con normalidad, en algún que otro momento me sentí mareada, pero con un poco de jugo de algas pude recuperarme, fue una mala idea no desayunar.
Al finalizar, agarré mis cosas tomando respiraciones profundas para no desvancerme por el cansancio sumado que tengo el estómago vacío.
- ¡Eunmin! - giré levemente a ver de dónde provenía la voz, era Sunoo con un sándwich envuelto en una alga.
- ¿Ocurrió algo? -
- Es para ti, estás un poco pálida - su respuesta causó un poco de vergüenza a mi misma, agarré dicho alimento haciendo una leve reverencia de agradecimiento.
- Gracias, ¿quieres la mitad? - él negó de inmediato con la cabeza.
- Ya desayuné, gracias - me brindó su clásica sonrisa y yo simplemente levanté un poco las comisuras de mis labios.
En el camino de regreso, comía felizmente mi sándwich, la verdad que me hacía falta, espero y no volver a dormirme, realmente soy otra persona con el estómago lleno.
Cuando terminé dicha comida, tiré el envoltorio a un tacho de basura, inmediatamente apareció por dos segundos una flama de fuego desintegrando dicho material.
- ¿Qué te gusta hacer? - preguntó el pelinegro.
- No soy de alguien que tiene muchas cosas que le gusten, me gusta la lectura, un poco el baile... - hice una breve pausa pensando en qué más, vaya, no tengo nada - y dormir - finalicé.
- Es interesante - lo miré asombrada por su comentario dicho a mi poca vida todo menos interesante - ¿Qué tipo de libros te gustan? -
- Me gustan mucho los de misterio - sonreí un poco más entusiasmada - También un poco el romance pero prefiero el suspenso, drama y capaz que la ciencia ficción, siempre leo libros de hace siglos, son más interesantes que los actuales -
- Concuerdo con eso, una vez leí un libro de casos resueltos de hace doscientos años y no se compara con lo que es un libro de ahora de ese tipo - soltó una baja risa, haciendo que su imagen me enternece aún más.
Hubo un pequeño silencio, pero esta vez no era tan incómodo como las otras veces, estaba satisfecha increíblemente.
- ¿Y cómo varían tus turnos como guardia? - esta vez pregunté dirigiendo mi vista hacia él para que note que presto atención.
- Lunes, miércoles y viernes trabajo en las afueras del castillo desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana, luego los martes, jueves y sábados trabajo en las afueras de la frontera desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche, los domingos son mi descanso por el momento, pronto empezaré a trabajar ese día -
- Espera, espera - dije mientras procesaba la información - Son 12 horas de trabajo diarios, ¿cómo aguantas? -
- De adolescente solía desvelarme muchísimo por miedo a que algo le pase al reino de Atlantis y nadie lo percate, por ello me preparé como guardia real para evitar cualquier daño o destrucción -
Me sorprendía que Sunoo tenga respuestas para todo, aunque no entiendo mucho su punto de vista y sentimiento como guardia, sentía una pequeña conmoción saber que hay más gente como él que es súper apasionada a su trabajo.
- ¡Cuidado! - miré hacia el frente y había un poste de luz, sentí un jalón en mi brazo izquierdo haciendo que impactara mí cuerpo con el ajeno, nos miramos sorprendidos ante la repentina cercanía, pero él inmediatamente se alejó - L-Lo siento - hizo una reverencia asombrandome aún más.
- N-No, está b-bien - miré hacia un lado sintiendo mis mejillas levemente arder, maldita sea.
Un rato después llegamos al castillo, Woon estaba paseando con mi tío en la sala principal, hice una leve reverencia ante su presencia y cambié de dirección hacia la escalera que lleva al pasillo de habitaciones.
- Buenos días hija - habló mi padre, quién se encontraba apoyado en la puerta de mi cuarto.
- Oh, buenos días papá - me acerqué un poco más - ¿Pasó algo? -
- ¿Por qué no me dijiste que el chico que te pidió que seas su compañera de baile en el festival era un guardia del castillo? - preguntó, causandome escalofríos, pero se me ocurrió una respuesta rápida ante los nervios.
- Me enteré después de que lo era, nos cruzamos en uno de mis paseos y como estaba con ropa casual, no veía porqué no aceptar -
- Ah... - dijo únicamente, pensativo - Dale de comer a BinBin, no pude hacerlo más temprano y aún tengo cosas que hacer - terminó de emitir sus palabras y se fue, se veía cansado y posiblemente frustrado, pero no quería entrometerme.
Luego de unas horas de siesta, me levanté para así darle alimento a mi delfín, agarré su bolsa de comida y me dirigí al jardín, luego lo deposité en su plato.
- Hola BinBin - al mencionarlo soltó un clásico sonido que me hizo sonreír - Lo siento, estaba muy cansada - acaricié su cabeza mientras comía - Más tarde iremos a dar un paseo, te lo recompensaré -
