Noticia y Francia

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— Eso no es posible... ¿Quién querría qué mi esposo muriera? — habló con un hilo de voz

— Eso es lo que investigaremos señora, ¿No sabe si su esposo alguna vez tuvo problemas con alguien?

— No, mi esposo nunca llegó a tener problemas con nadie. Siempre fue muy respetado y querido por todas las personas que lo rodeaban.

— Bien, pero su esposo era el presidente de la empresa más prestigiosa de Francia.

— Está diciendo que...

— Sí, alguien podría haberlo mandado a desaparecer por envidia o conveniencia.

— Tienen que encontrar al culpable.  — dijo empuñando sus manos.

— Lo aremos señora. Encontraremos al asesino. — se levantó, hizo una reverencia y se marchó.

— Señora... ¿Me permite decir algo? -— habló la mujer que le había entregado el sobre.

— Sí, claro. — respondió secándose las lágrimas.

— Pido perdón por haber escuchado su conversación con el jefe de policía. — dijo haciendo una reverencia.

— No te preocupes por eso. ¿Qué es lo qué me quieres decir?

— Bueno... Escuché que al señor le provocaron el accidente... Y... — hizo una pausa que le pareció eterna a Kouyou.

— Sí... Pero, no entiendo porque no me dices lo que quieres decirme... ¿Qué pasa? — preguntó con impaciencia.

— Creo que usted y el niño Chuuya deben irse de aquí. — habló sorprendiendo a Kouyou.

— ¿Por qué me dices eso? — preguntó con asombro.

— Porque se suponía que usted iría con el señor está noche ¿Y si... T-también querían acabar con usted? — dijo con voz temblorosa

Kouyou abrió los ojos con sorpresa y miedo.

— ¿Pero... Qué ganarían con eso? Nosotros no hemos hecho nada...

— No lo se... Pero tengo un mal presentimiento y en verdad creo que sería mejor que ustedes se fueran de aquí, hasta que atrapen al asesino. — dijo viéndola a los ojos con tristeza, le dolía decir aquello, pero no quiere que nada les pase a las dos últimas personas que la han ayudado tanto.

— Tienes razón, es mejor que nos vayamos... Pero no puedo dejar las cosas así... La empresa por la que tanto luchamos no se puede quedar sin un presidente, se iría a la ruina... — dijo colocando ambas manos en su rostro dejándose caer en el sofá y comenzando a llorar nuevamente.

— N-no lloré más señora... Puede enfermar y el niño Chuuya la necesita más que nunca. — dijo con voz suave tratando de consolarla, se arrodilló para estar a su altura.

— Tienes mucha razón... — se secó las lágrimas. — Mi niño me necesita más fuerte que antes... — se puso de pie y ayudó a la mujer a levantarse también. — No dejaré que nada le pasé. Gracias por todo Yukiko.

(♡ω♡ ) ~♪

7:00 am

La alarma sonó despertando al albino y al pequeño niño que dormía a su lado.

— Buen día, Dazai. — dijo con una sonrisa viendo al niño moverse entre las sábanas.

— Buen día, papá. — dijo devolviéndole la sonrisa.

— ¿Dormiste bien? — preguntó levantándose de la cama.

— Sí. — respondió imitando al más alto. — Gracias. — dijo con una amplia sonrisa.

Siempre Contigo /Soukoku vs FyoyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora