Omegadecember TodoMomo +18

Ofrenda

Shoto estaba bastante curioso de las reacciones de la alfa. Desde que se habían conocido —lo cual no era mucho tiempo— ella siempre demostraba una faceta diferente en dependencia de la situación. Si bien no tenían una relación y ella era la alfa.

Deseaba darle un regalo.

Pero no conocía los gustos de la mujer. Tampoco quería preguntarle que le gustaba. Sentía que ella diría cualquier cosa con tal de complacerlo. También entendía que la alfa era bastante atenta a sus necesidades. Ya lo sabía por su anterior preocupación por su ciclo de celo.

Aunque eso no había sido necesario en realidad.

Con una impreceptible sonrisa en sus labios y aprovechando el despiste de esta agarró un pequeño peluche de oso y salió disparado hacia otro lado haciéndose el obsiso con esta. Shoto tenía una meta ahora, llegar a pagar el objeto sin que está se diera cuenta y que fueran a la casa para poderselo entregar.

Para su suerte, Momo no se enteró para nada y una vez en la casa y desempacando todo. Ella le miró fijamente cuando se acercó y le entregó el peluche de oso. La mujer tenía un rostro imperturbable, y eso ocasionaba ansiedad en el pobre.

—Alfa.....es para ti.—la vio tomar el peluche en sus manos y luego regresar sus ojos hacia él, casi haciendo arder su cuerpo con nervios.—¿Te...gusta?—otra vez, esas joyas la observaron y con dos pasos, cerró la distancia entre ambos y lo besó.

Shoto se sentía en el mismo cielo, abrumado por las emociones que le aquejaban en su interior, lo hacían sentir cálido y emocionado, un beso puro y sin exigencias más allá de dar todo de ambos.

Un momento que se grabó a fuego en su memoria.