Mordida

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Shoto volvía a mirar aquellos sensuales colmillos que tenía Yaoyorozu en su boca. Afilados. Hermosos. Una tentación andante que calaba en su interior cada que los veía y encendía en el una emoción demasiado grande.

Tal como mostrarle el cuello y que le marcará.

Pero no concideraba que fuera el momento.

Suspiro y se sentó a su lado en el sofá. La fémina lo observó con una sonrisa y luego se restregó contra este. Marcandolo con su aroma. Shoto no estaba en contra,la forma tan perfecta en la que sentía se acoplaba a Momo lo adoraba. Única y amorosa.

Su alfa era increíble. Sintió los labios de la fémina sobre su boca y acabo cediendo a la deliciosa caricia de su lengua contra la suya. Una danza espectacular en la que ambos salían ganando.

Hasta que sintió que su espalda había chocado contra el sofá.

Abrió los ojos cuando la lengua húmeda y calidad de la alfa empezó a delinear cada recoveco de su cuello con una ansiedad casi transparente. Las manos masculinas se enredaron en la cintura de esta y sintió la erección pulsante de la alfa rozar contra la suya propia.

Perdiéndose en el placer. Acabo gimiendo cuando esos alucinantes y filosos colmillos traspasaron su carne. El placer de disparo en su interior disfrutando de la manera tan eficaz en que le marcaban.

Sin duda, había sido lo mejor de toda su vida.

Cuando Momo se separó y vio el rostro llenó de placer de su Omega, se sintió a punto de perder el control y tomarlo con todas las de la ley, pero al ver la forma en que la sangre se marcaba en donde sus colmillos habían perforado.

Supo que no podría continuar lo que su cuerpo deseaba con intensidad.

Omegadecember TodoMomo +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora