¿𝐓𝐮 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬? | ❥︎ 𝐌𝐢𝐥𝐞𝐬 𝐆 𝐌𝐨𝐫𝐚𝐥𝐞𝐬 42 𝐱 𝐎𝐜.𝐟𝐞𝐦

XIII

─ Sabes, Jiyeon?

─ Sí...? Papá?

─ Antés de tenerte era...más feliz.

─ Lo sé─ Tragó

─ Más te vale convertirte en alguien al menos... casi cómo yo, para pagar todos los daños que haz hecho

─... Lo haré

─ Eso dices siempre, eres una pequeña mocósa inútil ¿Tú madre? Ella era una belleza, hasta qué te tuvo a ti, y de ahí se convirtió en un monstruo

─ ...─

─  Pasáme a tu madre, no vales mi tiempó─

─ Sí, papá...

─ Te quieró...

─....─

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Algunas horás despues...

Jiyeon algo desanimada despues de la conversación con su amado padre, se dio cuenta que era hora de hacer algo más productivo. La jovén coreana habia decidido quedarse en casa ya que tenía una fiebre alta, y no le parecia coherente ir al colegio de esa manera.

La pelinegra se levantó de su cama, la tendió y acomodo un poco, para luego sentarse en su escritorio. Habia notado algunas cosas extrañas en su cuerpo, parecia rigido y sentía dolor muscular cómo si acabara de hacer ejercicio, pero esto no habia sucedido. La chica también tenía algunos moretones en su muñeca, y se le hacia bastánte extraño el por qué de repente tenía esos efectos.

Jiyeon levanto su mano para alcanzar un micropunta que tenía en su lapicera...

Hasta que se dió cuenta que se habia quedado pegada a ella.

── Huh?
Dijo extrañada

Intento sacudir su mano, más era imposible. Intento quitar el lapiz, pero sentía que se iba a arrancar un dedo, y bueno... comenzó el panicó

── ¡Despegate, maldita cosa! ── Dijo molesta con el ceño fruncido mientras caminaba por su cuarto intentando despegarse el lapiz, algo inútil.

── ¡Agh!

Rapidamente, cayó al suelo. El lapiz se habia despegado despues de tantos jalónes, pero ahora... ambas manos las tenía pegadas al piso

Con una cara de cansanció, Jiyeon se dejo caer en el piso completamente, y se arrecostó

── Hoy no es mi dia...── suspiró

La chica cerro sus ojos, y intentó relajarse. Se sentía frustrada, sus pensamientos sobre su padre, algunos sentimientos confusos hacia Miles, la escuela qué la estaba matando lentamente
Sintió paz por un momento en el piso, hasta qué sintio que ya no estaba pegada. La chica abrió los ojos, y cuidadosamente se levanto y reviso ambas manos. Curiosamente, no tenía nada en sus manos cómo algun pegante o así... fue hasta que volteo su muñeca, y se dio cuenta de algo qué la dejo sorprendida.

Tenía una cicatriz azul, que llevaba hacia donde habia un pequeño hoyó en su muñeca, en el cual parecia estar saliendo algún tipo de tela organica.

Rapidamente, se fue a revisar a un espejo y se dio cuenta que ahora uno de sus ojos era color blanco, y el otro negro. Podía tener heterocromia de repente? Era posible?? Qué estaba pasando?!

Jiyeon deseaba poder gritar, pero no quería llamar la atención de su madre el cual creía que seguia en casa, así que se contuvo. Revisó rapidamente ambas muñecas, para darse cuenta que tenía exactamente el mismo patrón.