Razorblade Romance

Capítulo 8

Metal Memories Vol. III

Luz estaba meditabunda frente al espejo, afuera de su camerino, en un improbable y lejano afuera, la gritería de la fanaticada kandrakariana se dejaba escuchar ferozmente.

Sonrió de lado mostrando una seductora faceta androgina y sensual, sabía que sería una gran noche.

—Los dos primeros discos han quedado amortizados y, de hecho, la gente quiere más. Quiere más, Luz. - enfatizó Terra mirando como lla morena metalera se terminaba de arreglar para su presentación.

—Eso es genial, aunque no sé, no me agrada tanto que estemos volviendonos tan populares.

—Venga, no me digas que eres de los que creen que ésto debe mantenerse under.

—Solo no me gusta las proporciones que ésto está cobrando, eso es todo, no sé, temo que los chicos puedan querer separarse por culpa de la maldita fama... ¿Qué será de Kandrakar entonces?

—Deberian quedar de acuerdo en quien sea el titular del nombre para que así no pueda usarlo ninguna de ustedes en caso de separación o conflicto.

Luz se quedó pensativa, Terra se le acercó masajeando los hombros tensos de la morena.

—Vamos, Luz, la fama no es tan terrible, déjalo en mis manos, hablaré con los chicos y verás que serán más unidos que nunca.

Luz sabía que era cierto, Terra era una excelente manipuladora, Además de ser experta en salirse con la suya siempre que podía sacar algo y aquella no iba a ser la excepción.

—Sé tú, Terra... Sé tú nuestra titular... - le dijo Luz con suavidad.

—Claro, Luz, gracias por confiar en mí, bebé... Pero fuera de formalidades, el nombre fue tu idea así que deberías ser tú la encargada del título.

Y, pese a que se firmaron cesiones de derechos, lo cierto es que Terra jamás mostró mínimo interés en arrebatarle a Luz el título del nombre, derechos ni nada de la banda, una vez que Luz se decidió a independizarse de ella y cuando Terra vio que su pequeña ya no era una pequeña la dejó ir sin pedirle nada y dejándola en manos de una agente noble que les ajustó una serie de tocadas en un sitio llamado Corvishaus, un antro gótico de gran reputación en el underground y dónde Luz pudo pulir su estilo en vivo.

Aquello fue un par de años de que Luz volviese a buscar a Amity.

El resto, ya es historia aparte.

***

—Y esa es la historia, Amy... - murmuró Luz acomodada junto a una Amity agobiada que la abrazaba con suavidad, temblando ante la revelación de tantas cosas que por una causa nunca quiso saber.

—Y... Ésta vieja... Digo, ésta agente... ¿Aún tendrá los papeles de derecho de Kandrakar? - preguntó Amity pasando saliva con dificultad, estaban en la sala de su hogar, en medio de las tinieblas.

—Terra siempre guardaba todo, ése tipo de cosas tan importantes siempre las guardaba bien.

—¿Que te hace pensar que será tan amable de darte tan de buena gana los papeles de derecho de título de Kandrakar? Además, ¿Sigues en contacto con ella? - la última pregunta heló a Luz.

—No, pero no puede ser tan complicada volverla a conectar. Si alguien puede darle buena batalla a los nuevos Kandrakar y a mi padre, esa es Terra...

Amity tragó saliva en seco dolorosamente.

—Le tienes mucha fe...

Luz sintió el peso de todo aquél comentario, sabía que había abierto una vieja herida en Amity, una herida dolorosa que nunca sanaría del todo.

Una herida llamada Willow Park...

Continuará