Capitulo 32: And you say, "As long as I'm here, no one can hurt you"

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La habitación estaba en penumbra, la única luz provenía de la luna que se filtraba por la ventana. En la cama, una figura femenina yacía, su cuerpo temblaba con cada sollozo que escapaba de sus labios. De repente, la puerta se abrió con un chirrido, revelando la silueta de un hombre en el umbral.

Tae: ¿Por qué lloras, mi amor? - preguntó con voz suave, tratando de ocultar la preocupación que sentía al verla en ese estado.

Ella levantó la vista hacia él, sus ojos estaban rojos e hinchados por el llanto.

Jennie: Lo siento... - comenzó, su voz apenas un susurro - No puedo seguir engañándote... aún amo a Li... Lis...Lisa - dijo con voz entrecortada - No puedo casarme contigo, porque no he olvidado lo que siento.

Las palabras colgaron en el aire, como una sentencia. La cara del hombre cambió, su expresión de preocupación se transformó en una de ira.

Tae: ¿QUÉ ACABAS DE DECIR? - preguntó, su voz se elevó en un grito.

Ella retrocedió, asustada por la reacción de su prometido. Nunca lo había visto así, fuera de control.

Jennie: Lo siento, no quería... - comenzó, pero fue interrumpida por él.

Tae: ¡Nadie te amará como yo! - gritó, su voz resonó en la habitación - ¡No puedes irte! ¡Estamos esperando un bebé, me perteneces!

Jennie: ¡No puedes hacer eso! - dijo en tono desesperado - No puedes quitarme a mi bebe!, no serias capaz - dijo sollozando

Tae: ¡Claro que puedo! - dijo tomando el mentón de Jennie - Tu eres mía, el hijo que llevas en tu vientre es mío y puedo hacer lo que me dé la gana - dijo, su mirada estaba llena de ira y odio, pues no soportaba que la mujer que amaba amara a otro - Así que ve haciéndote la idea, porque esta será tu vida ahora, a mi lado - dijo, con tono amenazador.

Jennie: sus lágrimas no paraban de caer - ¡ERES UN MONSTRUO! - dijo en un grito ahogado y desgarrador.

Tae: el tomo su mentón y se acercó a su oído y le susurro - Mataría con tal de tenerte a mi lado, lo haría con mis propias manos, con tal que no corras hacia sus brazos - dijo cruelmente - Así que de ti depende cariño que nuestra familia este unida y que no tengamos un funeral - el salió de la habitación dejando a una Jennie asustada y vacía.

La habitación quedó en silencio, solo se podía escuchar el sonido de su respiración entrecortada y el latido de su corazón acelerado. Ella se quedó allí, acostada en la cama, con la certeza de que su vida acababa de cambiar para siempre.

Las palabras hirientes que me dijiste se convirtieron en una tormenta en mi mente, cada una de ellas golpeando como una ola furiosa. Sentí como si me estuviera ahogando, cada aliento se volvía más difícil de tomar, cada latido de mi corazón resonaba con el eco de tus palabras.

Mis lágrimas comenzaron a caer, una tras otra, hasta que se convirtieron en un mar. Un mar de tristeza y desesperación, alimentado por el dolor de tus palabras. Me encontré a mí misma perdida en este mar, luchando por mantenerme a flote.

Cada vez que intentaba nadar hacia la superficie, una nueva ola de dolor me arrastraba hacia abajo. Sentí como si me estuviera ahogando en este mar de lágrimas, cada respiración se volvía más y más difícil.

Pero a pesar de todo, seguí luchando. Luché contra las olas, luché contra el dolor, luché contra el sentimiento de ahogo. Porque sabía que, a pesar de todo, tenía que seguir adelante. Tenía que encontrar la fuerza para salir de este mar de lágrimas y respirar de nuevo. Y aunque todavía me siento ahogada, sé que eventualmente encontraré la manera de nadar hacia la superficie y respirar de nuevo. Porque al final del día, no importa cuánto duela, siempre hay una manera de seguir adelante. Siempre hay una manera de respirar de nuevo.

Pensó Jennie

Pensó Jennie

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Mi pecado es amarte - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora