Capitulo 34 : Hazme un bebé

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Estaba en el estudio del apartamento, ordenando unas cosas del trabajo, quiero distráeme un poco, desde ayer que vi a Jennie llorar, esa imagen ha estado en mi mente y se proyecta a cada rato, siento como si no estuviera bien, me dolió mucho verla en ese estado. Se que mi relación con Yuna a avanzado y me siento feliz, porque estoy avanzando en esa área de mi vida, pero se en el fondo de mi corazón que no la amo, la quiero y su compañía me hace bien pero no la amo. La única mujer a la que amo es a una sola, pero ya no es mía, le pertenece a otro.

Veo como se abre la puerta del estudio y es Yuna, ahora pasa a mi lado mas seguido, le gusta hacerme compañía y mis hijos la adoran, es muy dulce con ellos y estoy de lo mas agradecida de que ella este en nuestras vidas.

Lisa: Hola cariño ¿y los niños? – le pregunto y ella rodea el escritorio y empieza a darme un masaje en mis hombros.

Yuna: Los lleve su habitación, ya es tarde – me dice, depositando un beso en mi mejilla – Creo que deberíamos ir a descansar.

Lisa: Solo deja que termine con eso – le digo y ella comienza a darme besos húmedos en el cuello – Creo que puedo hacerlo más tarde – me levanto de la silla frente a mi escritorio y Yuna me abraza y la tomo por la cintura y le doy un beso en sus labios.

Yuna: Me gustan tus besos, ¿Ya te lo he dicho? – me da otro beso en mis labios y este es apasionado y lleno de lujuria – Me encantan.

Lisa: Creo que me lo dices seguido – le digo y ella rodea mi cuello con sus brazos – Vamos a la habitación – le digo y ella asiente.

Entramos a la habitación y veo como Yuna se deshace de su vestido y solo tiene su ropa interior de encaje. No soy de piedra y claro que quiero tocarla, me acerco a ella y comienza a desabotonar mi camisa.

Yuna: Quiero que me des toda tu atención esta noche cariño – me dice, en un susurro cerca de mi oído.

Lisa: Te daré lo que me pides – la beso y empiezo a dejar besos en su cuello.

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Yuna: Te deseo tanto esta noche – Lisa me besa vorazmente, me encanta cada toque que me da.

Lisa: No eres la única cariño – me dice, tocando mi trasero.

Yuna: Hazme tuya - empecé a besar, ella me correspondió y empezó a acariciar mi cuerpo desnudándome poco a poco, quedando solo en un hilo blanco y mis grandes tetas a su disposición. 

Me acostó en la cama con fuerza y se arrodilló abriendo mis piernas y comenzó a lamer mi vagina y chupando mis labios succionando mi clítoris, mientras, sus manos jugaban con mis pezones, eso hizo que sintiera excitación ya que apretó su cabeza más a mí y comenzó a gemir.

Cuando estuve lista la jalé hacía mi besando su boca, me arrodillé, bajé su pantalón y tenía un pene de más menos de unos 24 cm, lo comencé a lamer y a masturbar hasta que me senté arriba de ella y lo introducía suavemente.

Sentí como mi vagina iba abriéndose poco a poco a medida que su pene iba entrando, eso hizo que gimiera altísimo. Empecé a cabalgarla, a apretarla del cuello y a darle besos, y ella, me apretaba durísimo las tetas, creía que iban a explotar.

Me coloque en cuatro y sentí como sus testículos chocaban contra mi vagina, mientras sus manos empujaban mis caderas hacia ella, luego agarró mi pelo, y me empezó a dar durísimo, mientras que yo gritaba que me diera más duro y que me iba a venir. En fin, tuve una venida como nunca y me acosté boca arriba en la cama y ella aprovechó en clavarme de nuevo.

Cogió mis piernas y las puso en sus hombros, mientras que, con una mano, me ahorcaba o sino hacia que lamiera sus dedos, de verdad, aquello estuvo a otro nivel. Así estuvimos un rato hasta que me pregunta que dónde quería su leche y le dije que se viniera encima de mí, y así fue. Se vino en mis tetas, abdomen y cara.

Ella se acuesta a mi lado y cuando le miro su pene y aún esta estaba erecto, cojo y comienzo a mamarla, chupar sus testículos, masturbarla con mis tetas y le digo que esta vez quiero que termine dentro de mi y asi fue, sentí como me lleno, me sentí tan completa. Solo hazme unos bebes pensé.

Lisa: Eso estuvo salvaje – me dice y deposito besos en su cuello.

Yuna: Solo hazme unos bebes, quiero que me folles toda la noche cariño – le acaricio el cabello.

Lisa: Si me lo pides de esa forma, sabes que te follaria hasta el amanecer.

Yuna: Entonces demuéstramelo, porque ¿sabes? – le susurro cerca de su oído – He estado ahorrado energía para esta noche – ella me besa apasionadamente - ¿Podrías darme duro esta noche?

Lisa: Lo que me pidas.

Mi pecado es amarte - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora