Nota: El one shot que leerán a continuación puede confundir al lector, leer con atención cada palabra
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En los intrincados callejones de Seúl, donde los neones destellaban como luciérnagas urbanas, la clínica de renombre acogía a Jeon Jungkook, un joven psicólogo que a su tan corta edad ya tenía la reputación de ser uno de los mejores del País.
Como todos los días, Jungkook ingresaba a la clínica para atender nuevos casos que surgían de la nada.
La puerta de su oficina, de madera pulida, se abría con un susurro mientras una secretaria eficiente lo introducía al misterioso caso de un joven de apenas 20 años, cuyo nombre era Park Jimin.
Al abrir el expediente lo primero que pudo observar fueron aquellos ojos color azul cielo, eran impresionantes, dió un par de vistas más a las fotos y al final concluyó que aquel chico era lo más hermoso que había visto en su vida.
Jungkook un poco fuera de lugar, movió su cabeza de un lado a otro para borrar aquellos pensamientos inadecuados de su mente, él era un doctor, no podía relacionarse con ninguno de su paciente.
Así que sin esperar más, cerró la puerta de su oficina para empezar su día.
La sala de terapia, iluminada por una luz tenue, se convirtió en el escenario de un encuentro singular. Allí estaba Park Jimin, con ojos que parecían contener universos enteros, Jungkook frunció un poco su rostro mientras sentía que este paciente no era como los demás.
Jimin aguardaba en silencio, solo estaba sentado sin mirarlo como si él no existiera mientras jugaba con sus dedos. De pronto la sala se llenó de un aire denso mientras Jungkook comenzaba a explorar las grietas de la mente de su paciente.
-Jimin - empezó - háblame de tus delirios..
pidió Jungkook, sumergiéndose en un océano de emociones turbias.
Jimin, por primera vez en la mañana se atrevió a verlo y Jungkook podía jugar que aquella acción lo afectó, con una mirada fija en el infinito Jimin narró mundos que solo él podía percibir, entender y escuchar.
Describía lugares surrealistas, acontecimientos fantásticos y personajes que emergían de los recovecos más oscuros de su imaginación. Jungkook, hábil en descifrar los laberintos psicológicos, se veía intrigado por la complejidad de los relatos de Jimin.
Jungkook por su lado solo se concentraba en escuchar y escribir todo lo que aquel chico le comentaba era como si estuviera hipnotizado por aquella voz.
Tres libretas en total fueron llenadas por aquellos relatos de otro mundo.
A medida que las sesiones avanzaban, la línea entre terapeuta y paciente se volvía borrosa. Jungkook se encontraba cada vez más atraído por los enigmas que Jimin desentrañaba en sus relatos, entre palabras y gestos, surgía una conexión inusual, una danza delicada en el filo de la razón.
Pero todo cuento de amor prohibido pareció tener su trágico final cuando después de varias semanas Jimin dejó de asistir a sus terapias, Jungkook intentó comunicarse con él varias veces pero las llamadas jamás sonaban.
Desesperado por saber que pasó con aquel pequeño joven que hizo que su mundo dé vueltas, decidió investigar, explorando los archivos de la clínica en busca de respuestas. Pero cada expediente que revisaba solo arrojaba más incertidumbre y preguntas que resolver, las fotografías de Jimin junto a sus supuestos familiares, los informes médicos, todo parecía desvanecerse en un juego de espejismos.
En un intento desesperado por comprender la verdad, Jungkook decidió visitar los lugares que Jimin mencionaba en sus delirios. Calles que solo existían en la fantasía de su paciente, edificios que desafiaban la lógica, un mundo que se desplegaba ante él como un rompecabezas desordenado.
Fue entonces cuando la realidad misma se deshizo, las miradas de los transeúntes se volvieron fugaces, los sonidos de la ciudad se desvanecieron y Jungkook se vio atrapado en un laberinto de espejismos. Entre las sombras emergió un pensamiento escalofriante..
"él mismo era un prisionero de su propia mente"
Jungkook mareado por aquel acontecimiento, se alejó de la multitud para tomar un taxi y dirigirse a su oficina.
No podía sentirse enfermo cuando necesitaba encontrar a Jimin
Una vez en la clínica Jungkook entro a su oficina y leyó una y otra y otra vez aquellas notas que escribió en base a los relatos que le contó Jimin para buscar nuevas pistas ¡Él era un psicólogo! Podía hacerlo.
Cuando creyó encontrar la respuesta de su caso y saber en dónde estaba Jimin, la puerta de su oficina fué abierta de solo golpe.
Un médico del manicomio irrumpió su habitación.
-Espera ¿Qué haces aquí?
Aquel hombre ignoró sus palabras para dirigirse de una manera brutal hacia él, Jungkook asustado bajó su vista para ver que aquel hombre tenía una inyección en la mano. La confusión se apoderó de Jungkook, quien no lograba entender por qué uno de sus supuestos colegas le estaba inyectando un poderoso sedante, él intentó alejarlo y luchar para evitar que lo lastimen pero todo acto fue en vano al sentir como la aguja penetraba su piel, sumiéndolo en la oscuridad con una sensación de desconcierto.
Cuando recobró la conciencia, Jungkook se encontró atado a una camilla en una sala fría y desolada. La realidad se desentrañaba ante él como un tapiz roto, revelando la verdad oculta. Entre las sombras emergió el verdadero giro a su realidad revelando consigo duros recuerdos que quería olvidar..
Jungkook no era el psicólogo respetado que creía ser; era un paciente más en aquel manicomio.
Las paredes blancas, los pasillos vacíos y los rostros indiferentes de los supuestos médicos eran parte de una fachada elaborada por su propia mente fragmentada. Jimin, el paciente que había ocupado sus pensamientos, nunca existió más allá de la imaginación distorsionada de Jungkook.
Cuando observó el lugar en el que estaba encerrado y atado de manos y piernas se dió cuenta que en aquellas paredes blancas como la nieve tenían varios escritos, Jungkook levantó un poco su cabeza para segundos después dejarla caer en la dura camilla de metal, soltó un grito desgarrador para mecerse de un lado a otro intentando aliviar el dolor de su ser, no podía ser verdad, En aquellas paredes no podían estar escritos los relatos que Jimin le había contado.
Una lágrima bajó por su rostro al darse cuenta que aún seguía pensando que Jimin existía...
¿Él lo había inventado todo ?
Después de varias horas, cuando creyó que su mente y realidad estaban destruidas, el sonido de la puerta se escuchó en aquel cuarto anunciando la llegada de un médico, la puerta cerrándose del otro lado solo significaba una cosa, Jungkook cerró sus ojos con fuerza esperando la próxima inyección en dónde esta lo sumergiría a otra realidad pero a medida que los segundos avanzaban y se convertían en minutos, nada sucedía, la confusión del pelinegro salió a la luz.
Una voz suave interumpió el silencio de aquel frío cuarto y de su mente.
- Hola Jungkook, soy tu nuevo psicólogo
El corazón de Jungkook dejó de latir, y se enfrentó a su propia fragilidad mental.
- Me llamo Park Jimin, un gusto.
¿Park Jimin?
Fin.
Si tienen alguna duda pueden comentarla
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¿Park Jimin? ;..
Hayran KurguJeon Jungkook es un reconocido psicólogo que tiene como meta ayudar a Park Jimin, un enigmático joven que vive en su propio mundo. -Kookmin -One Shot