004 | positive

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Siento las lágrimas acumulándose en mis ojos.

Aprieto el borde de la mesada de mármol con la suficiente fuerza para dejar mis dedos blancos, sosteniéndome allí consciente de que no tengo la fuerza suficiente para sostener mi peso.

Va a estar todo bien, lo sé. Tiene que estarlo.

Cuando levanto la mirada y encuentro mi reflejo derrotado en el espejo del baño, ya no tengo tanta certeza.

Las cosas no van bien, y mucho menos están encaminadas a mejorar.

Incluso después de dos meses lejos de Tiago, todavía me siento rota y sinceramente, no he notado ninguna diferencia en el dolor desde que estaba con él hasta ahora. La única diferencia es que no tengo idea de dónde o cómo está, cortamos todo contacto que teníamos. Yo corté.

Un sollozo proveniente de mi propio cuerpo me recuerda que ahora tendré que encontrarlo, no por mí, sino por la prueba de embarazo sobre la mesada.

Positivo.

¿De tantos momentos, tenía que ser ahora?

Sé que este bebé no tiene culpa, ¡pero la puta madre! Ni siquiera estoy lidiando con mis constantes dolores de cabeza, ¿cómo podré ser madre si ni siquiera tendré tiempo y mente suficiente para criar a mi hijo?

Necesito encontrar a Tiago lo más rápido posible, y el hecho de que no quiera verlo porque tengo miedo de que todos esos sentimientos que aún no se han ido vuelvan a surgir, no importa ahora. Necesito encontrarlo. Por mi bebé.

Por nuestro bebé.

[...]

Tiago es cantante, uno de los más famosos en este momento.

No es que no supiera eso, pero cuando estábamos juntos, su carrera estaba un poco estancada.

Y esto me lleva a pensar que tal vez la razón por la que su carrera finalmente está avanzando es porque ya no estoy presente en su vida.

Hace unos días, tan pronto como salió el resultado del análisis de sangre que hice para descubrir si el embarazo era real y, en caso afirmativo, cuánto tiempo tenía la gestación, lo primero que hice después de recibir el resultado fue llamar a Tiago.

Él no sabe que va a ser padre, aún.

Solo le dije que necesitábamos hablar y que era importante.

Quedamos en juntarnos en una cafetería en el centro de la ciudad, donde ahora estoy sentada esperándolo.

Cada vez que suena la campana de la cafetería indicando un nuevo cliente, mis latidos cardíacos aumentan en la expectativa de que sea Tiago. No sé cómo reaccionar cuando lo vea, todo lo que más quiero es huir. Pero no puedo.

Suelto un suspiro tembloroso, llevando mi taza de café a los labios y dando un pequeño sorbo a la bebida. Tan pronto como retiro la taza de la boca, veo de reojo un cuerpo frente a mí.

Levanto la mirada lo más lentamente posible, preparándome mentalmente para lo que está por venir.

Pero podría prepararme durante años y nunca estar lista para enfrentar a Tiago  sin recordar todo nuestro pasado juntos.

Un pasado que generó consecuencias, y una de ellas está dentro de mí.

Miro el rostro pálido de Tiago, su apariencia física apenas ha cambiado, excepto porque está delgado, muy delgado. Debe haber perdido al menos tres kilos.

Sus ojos adquieren una especie de brillo especial, reviviendo las hermosas esferas marrones que parecían estar apagadas desde hace algún tiempo. Y odio eso, porque sé que mis ojos adquirieron el mismo brillo que los suyos.

Puedo sentir la corriente eléctrica de felicidad recorriendo mi sangre, corriendo desesperadamente por mis venas con la intención de contaminar todo mi cuerpo con esta felicidad repentina.

━━━ Hola.  ━━━ es lo único que sale de su boca, la palabra suena suave y con un toque de esperanza.

Esperanza que no deberíamos tener.

No sé cómo contar esto de manera delicada, no sé ser delicada. No veo otra opción más que ir directo al grano, así no tendremos que andar con rodeos y dar falsas esperanzas a nuestros corazones arruinados.

━━━ Estoy embarazada.

atlantis; tiago pzk ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora