Las Crónicas de Vacuum: Lado A.

Episodio V.III: Revancha.

Atónitos, todos miraban al demonio quien, al igual que en su primer encuentro, se mostraba con una calma preocupante, emanando una presión en el lugar que hacía mantenerse a todos con una tensión palpable.

- ¿Qué pasa, Vlad? - Se dirigió el demonio al caballero. - Si no mal recuerdo, le tenías bastante fé a tu muchacho.

- Ja, no se te olvide que él te venció en el combate que tuvieron. Incluso yo, que no tengo el potencial de Vandal pude hacerte frente en su momento. ¿Ya olvidaste quien te encerró en esa dimensión alterna?

- No te atrevas a recordármelo, bastardo. Me he contenido todo este tiempo porque pretendía encontrarlo a él, pero ahora que los tengo a los dos me encargare de aplastarlos como viles moscas.

- Es imposible, ese nivel de poder es...

- No podemos confiarnos esta vez, compañero

Vandal no apartaba la mirada de aquel demonio, quien, confiado, los miraba despectivamente.

- ¿Que ocurre, niño? - Dijo el demonio con arrogancia. - La última vez que nos enfrentamos estabas bastante confiado en tu poder. ¿Mi presencia acaso te intimida?

- No digas tonterías, recuerda que aquella vez te vencí tres veces.

- Jajaja, pero está vez será diferente, ¡Tan solo mírate! ¡Estás temblando de miedo!

Los otros dos caballeros, aún sorprendidos, intentaban recuperarse por completo. Al ver la imagen del muchacho frente a frente contra el monstruo que los atacó minutos antes, su instinto los llevo a colocarse en posición de batalla, y tanto Vlad como Alejandro, cambiaron instantáneamente a su Modo de combate.

- ¡Vandal! - Le gritó Vlad al chico. - ¡Pelearemos a tu lado!

- ¡Jajaja! Ni siquiera juntos serán capaces de hacerme frente, malditas escorias.

Sin pensarlo demasiado, los dos caballeros se abalanzaron contra el demonio, atacándolo físicamente a una gran velocidad desde diversos puntos, sin hacerle un solo rasguño. Karifax, sin embargo, solo hizo un movimiento con la mano derecha, creando una esfera mágica rosada que lanzó directamente a sus atacantes, misma que al impactar en ellos les hizo un daño catastrófico, derribándolos sobre la tierra.

Vandal, al ver esto, solo pudo gritar sus nombres, pero su necesidad de proteger a Samantha le impidió alejarse de ella.

- Maldición... Esto es malo...

- Vandal, tenemos que pelear también - dijo Samantha, con un hilo de preocupación y temor en su voz.

- ¡No! ¡No voy a involucrarte en esto!

Por la mente del joven fluían los recuerdos del combate que había tenido con el demonio anteriormente. El cómo el poder tan destructivo de ese ser había casi asesinado a sus compañeros. Si eso había pasado en aquel entonces, cuando Karifax aún no había recuperado su fuerza por completo, ¿Que pasaría está vez que ni siquiera él estaba seguro de poder hacerle frente?

- Amy, debes irte. Ve a la ciudad cercana y desaloja a los pobladores. Sálvate.

- Pero Vandal, puedo ayudar...